Contraloría Social: ¿vía para cascabelear el gato?

Una radiante mañana,   un  humilde, pero inteligente  campesino,   a propósito de la realidad que lo rodeaba,  sentenció  en presencia de su  bella  hija: No es lo mismo predicar, que dar trigo  limpio... Con  ingeniosa curiosidad  la joven  le preguntó     ¿No estás conforme  con la  cosecha que logramos o que pudiésemos haber tenido? 

El   padre  le respondió: Casi todos los años pasa lo mismo, pensamos y decimos  una cosa, pero al final  resulta otra.  En realidad no sé si es un problema de nuestra escasa competencia o de exceso de imaginación que nos hace esperar lo mejor... generalmente  nos parece  fácil dar consejos a los demás,  de cómo  hacer o evitar algo, pero muy diferente es cuando debemos enfrentar nuestros  problemas  y  resolverlos con el éxito que deseamos tener, ¿Quién en realidad,  se  atreve a    dar un paso al frente  y  cumplir con efectividad a riesgo de jugarse   hasta su vida?  

Como en la fábula del gato y los ratones, el primero resultó el poderoso que intimidó a los segundos y estos no lograban ponerle la alarma que les avisara cuando el felino estaba a punto de engullirlos.                                                                                                                            

Aunque la citada reflexión  del campesino,   es es de antigua data, no pierde vigencia, toda vez que la vida está cargada de ejemplos, donde resulta insuficiente la buena voluntad para hacer bien las cosas y vencer los errores, fallas, omisiones y desviaciones que obstruyen el camino para alcanzar  óptimos resultados.  

A través de la historia, hasta los hombres más competentes cometieron sus equivocaciones.  A la inversa, el incompetente por hábito puede, por una acción casual, acertar a veces. En cambio, yo investigaba el subordinado principio que pudiera explicar porque tantos puestos importantes, son ocupados por individuos incompetentes para desempeñar los deberes y responsabilidades de sus respectivas ocupaciones.  (..)  El principio  de Peter no entró en mi conciencia, como un relámpago de intuición, sino que llegué a él,  gradualmente, tras varios años de observación, de la incompetencia  del hombre  (..) La incompetencia no conoce de barreras de tiempo, ni de lugar (Laurence Peter y  Raymond Hull. 1985)  

Aunque pareciese que el  dejar de cumplir con el deber ser,  no es consecuencia sólo de la incompetencia de las instituciones y de los humanos, es evidente, que en cada hallazgo y denuncia, de los contralores sociales, se observa un alto predominio                                                                    de  negligencia, que combinado con actos de mala fe generan el fantasma que obstaculiza   a la sociedad su progreso al ritmo y calidad deseada. Es allí donde surge la contraloría social, como la acción necesaria para combatir la solidaridad automática y cómplice, la cual conduce inexorablemente a la impunidad generadora de un reciclaje perverso que afecta los intereses del colectivo nacional. Por vía del ejemplo que se describe a continuación, se puede captar, al menos, un grano de  arena del inmenso desierto al que estamos acostumbrados a transitar:                                                                                                                                                                                                 

Refiriéndose a la Venezuela actual, un locutor de una emisora de radio, leyó  la siguiente pregunta:  

¿Cuál de estas respuestas considera  Ud. correcta sobre el cierre de empresas privadas  que el gobierno del Presidente Chávez  viene haciendo? 

a)  No es conveniente  porque desestimula  la inversión privada

b) Genera fuga de capitales sin ninguna razón de peso

c) Se intenta politizar la economía

d) Es un abuso más del actual gobierno

e) Todas las anteriores 

El locutor, “En uso de la libertad de expresión”  manifestó que la respuesta correcta era “Todas las anteriores”  La “e”.  

Por nuestra parte, intentamos escuchar alguna respuesta del Sistema Nacional de Medios Públicos, pero en ningún  momento se comentó y respondió al tipo de pregunta, como la formulada por el citado locutor. 

¿ Fueron respondidas con la verdad,  las preguntas del locutor?

Veamos: 

Es cierto que el gobierno ha intervenido y expropiado e  indemnizado a un grupo de empresas privadas en los últimos años, sin embargo,  hasta allí no se ve el sesgo arriba citado ¿Dónde está la Trampa? 

Esta consistió,  en que el locutor omitió las causas que obligaron al gobierno a tomar las medidas: a) Acaparamiento b) Adulteración de precios c) Especulación d) Incumplimiento con algunas obligaciones laborales y empresariales e) Contrabando de extracción, entre otras.  

A pesar que la mayoría de las empresas adquiridas por el Estado están produciendo o prestando servicios a la comunidad, el locutor citado y unos cuantos más, se limitan a criticar y a manipular la opinión pública, haciendo ver que la economía no funciona bien, “debido a las arbitrariedades del gobierno Bolivariano”  

Desde el punto de vista de la Contraloría Social ¿Que se ha venido haciendo con estas tergiversadas denuncias por parte de los medios controlados por la derecha política y empresarial?  

Todavía no se conoce ningún enjuiciado o sentenciado  a causa de esta consuetudinaria difusión de la mentira. Tanto los servidores públicos como las comunidades en general, escuchan este tipo de programas, pero no accionan  mecanismos  efectivos para combatir los calumniadores de oficio. Mientras durante las 24 horas del día, la opinión pública es bombardeada con verdades a medias, la mayoría de nuestras radios están trasmitiendo música u otros asuntos que omiten responder con argumentos a cada una de  la quincalla de falsedades de la citada derecha,  la cual sueña con  privatizaciones,  libertad plena para especular, contrabandear y evadir impuestos,       todo   en detrimento del pueblo trabajador. 

Pero…¿Sólo son responsables del incumplimiento del deber ser los medios de comunicación y sus anunciantes de mentalidad conservadora?  

    Si partimos que todo proceso de cambio, vía socialismo, implica romper con viejas prácticas signadas por la mentira y la corrupción, es evidente que los medios de comunicación a su servicio, tienen la obligación de estar atentos sobre la lluvia de falacias que a diario se difunden y en consecuencia, deben responder al instante a todo aquello que intente confundir a la gente, de lo contrario, también estarían faltando al compromiso social que han asumido ¿Qué acciones venimos tomando los servidores públicos y ciudadanos  en general, ante tanta distorsión? ¿Dónde están los programas de opinión, las vallas y otros instrumentos de comunicación que generen   la ofensiva en esta batalla de ideas y de guerra sucia del adversario fanatizado?  

Por otra parte, cuando algún ciudadano, denuncia actos de corrupción, generalmente se le responde, “Ud. debe presentar las   pruebas”, lo que en la mayoría de los casos, constituye una manipulación, toda vez que se conoce que son los órganos competentes y con posibilidad real de acceder a los archivos de las instituciones, los que pueden demostrar las irregularidades u omisiones existentes. De esta manera se intenta descalificar la denuncia y convalidar la bellaquería que generalmente acompaña a los presuntos culpables.

En cuanto al partido, la militancia y amigos del proceso de cambio vía socialismo, también se observa una alta pasividad, por no sólo dejar de responder a la mentira disfrazada de verdad, por   no denunciar ante los tribunales competentes la violación de normas constitucionales, legales y reglamentarias. Bajo el ropaje de una unidad ficticia, se intenta silenciar los  señalamientos, que pudiesen venir de una efectiva contraloría social. 

La fórmula “Unidad-crítica-unidad”, esto expresado en forma más detallada, significa partir del deseo de unidad, resolver las contradicciones mediante la crítica o lucha y conseguir una nueva unidad, sobre una nueva base, según nuestra experiencia, este es el método correcto para resolver las contradicciones en el seno del pueblo (Mao Zedong) 

Es en este orden de ideas, que se hace necesario y urgente emprender un conjunto de acciones enmarcadas dentro de la ética revolucionaria, que estimule la crítica constructiva basada en la veracidad de los hechos, que denuncie y actúe hasta sus últimas consecuencias, en contra de todas aquellas perversas campañas de los enemigos del pueblo, sustentadas en manipulaciones baratas que sólo buscan generar perdida de credibilidad, en contra de   los planteamientos por la justicia, la equidad y la paz social. La contraloría social debe propiciar la dirección colectiva y combatir el individualismo y la egolatría. 

 Si queremos  construir un mundo socialista, debemos apoyar todas aquellas acciones que conviertan a la Contraloría Social, en un verdadero instrumento del pueblo, al servicio del bienestar colectivo. Involucrar a los servidores públicos y a las comunidades en las solución de los problemas que afectan al país, es una tarea insoslayable, a cumplir dentro y fuera del gobierno Bolivariano y de los partidos del Polo Patriótico. La Contraloría Social, es una vía liberadora, que debe ir desde la detección de problemas, ya sean  locales, nacionales o internacionales; pasando por las denuncias fundamentadas, auditorias confiables y concluyendo, cuando corresponda, con la participación de los órganos jurisdiccionales, lo que debería dar lugar a premios o sanciones, sobre la base de los principios, valores y  justicia con  independencia   de quienes sean los actores. Llegó la hora de vestirnos con el liquiliqui popular con que nacimos y con el que exigimos una patria soberana y libre.   

(yovic01@gmail.com)    



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Yolí J. Núñez O.


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