Estoy muy claro en el trabajo ideal con que podría contribuir con la revolución: Uno de mis sueños es arreglar el problema minero yo mismo a punta de buena matemática, mediante transferencia de tecnología geológica proveniente de todos los continentes, a ser administrada por cooperativas venezolanas. Soy un caraqueño ajeno totalmente a las mafias pero preocupado por la enorme extensión de nuestro territorio, al sur remoto, donde ejercemos poca soberanía.
Debido a mis múltiples promociones a nivel internacional acerca de los sectores petrolero, minero, cultural, educativo, turístico, eléctrico, artístico y de salud, he visitado muchos ministerios y organismos públicos. Lamento concluir que los mayores niveles de desorganización los he notado en MIBAM. Venezuela parece estar desarrollándose en todos los demás sectores referidos: el petrolero, el cultural, el educativo, el turístico, el eléctrico, el artístico y el de la salud. Pero nuestra minería sigue en retroceso. Nuestra vergüenza minera frena muchísimo la supervivencia de nuestra revolución.
Ninguno de mis miles de contactos internacionales está interesado en invertir un solo centavo ni establecer ningún tipo de negocios mineros en Venezuela. Todos ellos saben que tenemos oro, hierro, tantalio y otras tierras raras. Pero prefieren invertir en la minería de otros países de Suramérica. Y es una falla específica de Venezuela, porque en Bolivia que es otro país revolucionario y de tradición minera se está gestionando muy acertadamente la futura explotación del litio en el Salar de Uyuní.
¿Hay exceso de personal en nómina que no agrega valor sino que se entretiene en el saboteo? Entonces que se depure, que se despida a quien haya que despedir. Los pagos de liquidación, cuando se calculan acorde a la ley y son pagados rápido, constituyen un apreciable capital con el cual los extrabajadores pueden crear microempresas propias que pudiesen ser contratistas de su antiguo empleador público.
¿Hay oscurantismo en la contabilidad de las empresas? Pues que se auditen. Existen muchos profesionales de administración y contabilidad desempleados que pueden ayudar a la patria diciéndonos realmente que tan cuantiosas son las pérdidas, y a cuánto asciende el monto del capital negativo en quiebra de cualquiera de las empresas. ¿Cuándo dispondremos de un preciso avalúo acerca de pasivos ambientales presentes y futuros, según las tecnologías de extracción obsoletas o novedosas aplicadas en cada una de las minas abandonadas o en funcionamiento? Estos rollos contables y legales deben ser solucionados durante este año 2012 a como dé lugar. Nuestra patria merece que sus recursos mineros y la energías y optimismo del personal minero administrativo y obrero se aboquen a la redefinición de la industria. Seleccionar los clientes de nuestros minerales más adecuados en todo el mundo (la demanda de todo lo minero es GIGANTESCA), emprender desarrollos mineros sostenibles en el oeste del edo. Bolívar y en Amazonas, con voz y voto de las comunidades indígenas, para detener la extracción ilegal del coltán y prevenir daños al ambiente de la minería ilegal. Y debemos tener un debate nacional que nunca hemos tenido con sinceridad acerca de cuál es la estrategia más idónea para la extracción de oro. No es suficiente decir alegremente 100% público ó 100% privado, es definir exactamente en qué aspectos operativos se deben reservar al estado o a sus empresas, y cuáles otros aspectos operativos pueden ser manejados por privados. ¿Por qué no hemos construido fuentes de generación eléctrica específicas para nuestra industria minera basadas en las nuevas tecnologías renovables? ¿Por qué no hemos siquiera tratado de establecer industrias aguas abajo que procesen los minerales en productos manufacturados? Ya en Argentina están por instalar su primera fábrica de baterías de litio y nosotros en Venezuela seguimos en este despelote, empeñados en que nuestro país no progrese. Y tenemos con qué! Respecto a la agricultura, la zona de Upata tiene enorme potencial agrícola. Y el estado Bolívar es tan gigantesco que existen otras zonas que ni siquiera han sido debidamente exploradas por Ingeomin respecto al uso idóneo de sus suelos, si para usos mineros, agrícolas, de parque nacional o de futuros desarrollos urbanos. Es indispensable que el resto del país no minero aporte sus ideas en esta discusión. Una cadena es tan fuerte como su eslabón más débil. El eslabón más débil de Venezuela es nuestra actual gerencia minera. |
Rubén Rivero Capriles
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