Es indudable lo positivo que han sido las reuniones, entre el Presidente Constitucional, Democráticamente Electo e hijo de Chávez Nicolás Maduro y las empresas de producción privadas en nuestro país.
Ha sido realmente interesante, satisfactorio y producente, para todos los actores que ven a este gobierno serio, buscar salidas ante una mentira ejecutada como verdad por un grupo de acaparadores y farsantes, que dicen contar con un plan para construir un país mejor, esos que tiene como norte la basura del norte, que tiene ganas de destruir a un pueblo que vive alegrías, luego de ser despreciado durante una dictadura puntofijista, que siempre benefició a minorías partidistas, que convirtió la esperanza de este en polvo, pero que con la llegada de la Revolución Bolivariana a nuestra patria de paz y amor, fue recobrada totalmente.
Beneficia al Gobierno: ya que este manifiesta sus ganas de dialogar con todos y eso no tiene otro nombre que inclusión; así mismo demuestra como ama al pueblo por quien ejecuta proyectos heredados del Comandante Supremo, para continuar construyendo un camino hacia la felicidad plena del pueblo; además de mostrar el compromiso por seguir convirtiendo a Venezuela, en un país donde todos absolutamente todos sus habitantes disfruten por lo menos de tres comidas diariamente; le permite desenmascarar el plan golpista de la derecha en su fase económica, plan apoyado en los comerciantes, “ver http://www.aporrea.org/contraloria/a166680.html”, y crear una matriz de desabastecimiento, pero estas reuniones han puesto en evidencia dichos planes.
Beneficia a la empresa privada: ya que ellos también desenmascararon a los apátridas, que durante casi siete años, mediante sus medios de comunicación, desarrollaron la línea informativa que “el Gobierno no daba las divisas a los empresarios”, pero en el momento que los representantes de las empresas, indicaron que están produciendo al cien por ciento, convirtieron esa hipótesis en falsa, además que al comprometerse a continuar con la producción, demuestran el apoyo y la confianza a esta revolución y al país, generando seguridad en el pueblo y desmontando la teoría que los empresarios están solo con la derecha, claro esto siempre y cuando cumplan sus promesas.
Beneficia al pueblo: ya que esto solo aclara las dudas creadas por los disociados, que corren la voz de la “falta de alimentos en los mostradores de los negocios expendedores”, mientras sus alacenas están llenas, tenemos un pueblo que vive más feliz, utilizando su tiempo en actividades productivas, ya que con la presencia de la Misión Alimentación, combinado con la producción privada, les permite estar menos preocupados por la desaparición creada de alimento alguno, y este pueblo sabio entiende, que cada esfuerzo que realiza este Sistema Socialista es a su favor, pensando solo en entregarle un gran país y un mejor futuro a nuestros hijos e hijas, nietos y nietas, basados en los pensamientos ideológicos revolucionarios, sembrado por nuestros próceres hace doscientos años y cosechados por nuestro Líder Eterno Hugo Rafael Chávez Frías.
Quisiera hacer llegar al gobierno nacional una sugerencia, que en mi humilde opinión podría ser una solución para que se acaben los acaparadores y los especuladores, se debe hacer un seguimiento cívico militar, donde se tenga un registro de lo que sale del almacén del productor, hasta que se les despachan a los distribuidores al detal, además presenciar la distribución equitativa en los expendedores, regulando la venta para que no se haga por bulto y cada quien tenga la oportunidad de adquirir los rubros. Porque una de las causas del desabastecimiento es que se vende por bulto a los acaparadores amigos de los vendedores, negando la oportunidad a quienes no mantienen relación alguna con los abastos, un ejemplo palpable sería observar a las personas, que quincenalmente compraban 4 paquetes de harina, pero ahora le venden un bulto de 20 paquetes, dejando sin oportunidad tal vez a cuatro familias, que comprarían los 16 paquetes restantes y así se genera la especulación, ya que los comerciantes se aprovechan de la necesidad para vender los productos a un 300% más del precio regulado, mientras más se regule la distribución, menos errores tendremos.
REGULACIÓN Y MANO DURA, PARA ACABAR CON LA ESPECULACIÓN