1) la lucha contra la burocracia y la corrupción, 2) el control obrero en las empresas productoras de alimentos y 3) el control popular para la distribución
Desde el triunfo electoral de 1998, hecho este que marcó una nueva era para la historia política venezolana, la burguesía que siempre contó con la incondicionalidad de los partidos del pacto de punto fijo AD y COPEY, fijó una agenda para la derrota del nuevo gobierno, que para la época levantaba las bandera del nacionalismo bolivariana, hecho que creó un temor para esta burguesía, aun sin plantearse el socialismo el gobierno del compañero Chávez.
Esta agenda estaba subordinada a los intereses del imperialismo norteamericano, que era el dueño “informal” de los recursos energéticos venezolanos, ya que en apariencia desde la llamada “nacionalización” el estado venezolano fungía como dueño de los recursos energéticos y metálicos.
Los gremios de la burguesía, sean estos FEDECAMARA, FEDEINDUSTRIA, ETC, hacen una alianza con los sectores de la vieja aristocracia “obrera” agrupada en la C.T.V, así como también un grupo de gerentes, directores y funcionarios de PDVSA llamado GENTE DEL PETROLEO y con varios partidos políticos tanto de la derecha como de la izquierda reformista, hoy la MUD. Esta alianza se lanza a la aventura de la conspiración golpista, la cual tuvo varias fases, desde el saboteo alimenticio, reducción y escasez de muchos productos, pasando por el golpe de estado y el golpe petrolero, derrotado por la combatividad de nuestro pueblo.
Desde el último proceso electoral, la burguesía se planteo un cerco de hambre que crea la condiciones objetivas para la derrota electoral, lo cual no sucedió, pero el cerco de hambre continua, política que contó o cuenta con la complicidad de ministros y funcionarios del alto gobierno, complicidad que se manifiesta en:
1. entrega de divisas sin rendición de cuenta, ni control del estado, en palabras del señor ministro Giordani muchos de estos empresarios solo trajeron chatarra, pero se le sigue entregando divisas.
2. permitir las salidas de los productos para Colombia, escasez programada que un proceso especulativo a todos los niveles, desde el empresario, distribuidor, hasta el buhonero.
3. subsidios a la producción, a la compra de insumos y repuestos para sus empresas.
4. créditos preferenciales, con bajos intereses.
5. “dialogo” gobierno empresarios, donde siempre prevalecieron las políticas en defensa de los intereses de la burguesía.
Estas políticas contra el pueblo, fueron enfrentadas por el compañero presidente Chávez, sin darle una clara confrontación de clases, ya que no se organizo a la clase obrera para asumir el control de toda la producción, a los sectores populares para el control de la distribución, como la planificación de todo el consumo y necesidades del pueblo por los consejos comunales y comunas.
Hoy compañero Samán tenemos este reto, debemos profundizar el combate contra la burocracia y la corrupción, dentro de la fila del proceso revolucionario; solo el pueblo rebelde orgánicamente puede derrotar los planes hambreadores de la burguesía, de allí la necesidad de:
1. impulsar el control obrero y popular de todas las empresas productoras de alimentos, insumos y repuestos para dicha industria.
2. control popular para la distribución de los alimentos, en los centros del estado como MERCAL, PDVAL, a los distribuidores privados, a las diversas cadenas de supermercados y a los venderos a detal.
3. planificación desde la comunidad y comuna de todo el consumo y necesidades del pueblo.
Si impulsamos estas políticas, estamos realmente construyendo el poder del pueblo, debemos compañero Samán aprender de las experiencia nuestras así como de los pueblos hermanos que han enfrentado a sus enemigos, la experiencia chilena con el gobierno de Salvador Allende con: el impulso de los cordones industriales, los comandos comunales y la Juntas de Abastecimiento; lograron derrotar a los burgueses chilenos, en las calles de Chile se sentía el poder del pueblo, florecía la esperanza del socialismo, hecho que llevo a la burguesía a propiciar el golpe cruento y asesino del general Pinochet.
Otra cosa importante compañero Samán, si no hay divisas para repuestos, insumos y materia prima para las empresas del estado, como es que en Guayana están floreciendo las llamadas DELICATESES, por todos los centros comerciales hay uno o varios de estos negocios, donde se venden productos importados para los gustos y paladares de los sectores de la burguesía, allí podría encontrar productos exóticos, como alcaparras rellena con gusanos de seda, jamones y charcutería a precios imposibles, para los mortales de la pensión de vejez o trabajadores asalariados, nos preguntamos, ¿Quién tiene este negocio?, ¿quién tiene acceso a estas divisas?, mientras conseguimos estos productos exóticos y muy costosos, en los mercados no encontramos ni harina, ni papel toulet, margarina, leche en polvo etc.