Para quienes desde Colombia hemos venido siguiendo la Revolución Bolivariana de Venezuela, para quienes hemos venido incluso soportando insultos por no recitar el catecismo de CNN, RCN, Caracol y su kombo, para quienes habíamos anticipado ante la crisis de corrupción y de inflación programada, fue de mucha alegría que una de las soluciones planteadas fue oída por el presidente Nicolás Maduro, al traer como lanzador apaga fuegos que es y ha sido Eduardo Samán, el hombre que puso en cintura a los especuladores, en una ocasión en que el comandante Chávez lo sacara de los vestidores de la revolución, a cumplir una labor de golpear a la corrupción de cualquier color, lo cual hizo sin arrugarse hasta que el gobierno, inexplicablemente lo sacó de circulación, coincidiendo esta movida, con la desaparición de Federico Ravell por los lados opositores.
Habíamos clamado con nuestros hermanos nacidos y residentes en Venezuela Bolivariana, que había que organizarse y tomarse a los buhoneros, supermercados y demás comercios que estaban fomentando la especulación y la inflación golpista, como una medida necesaria que debía partir del pueblo, en la misma sintonía que tuvo el mismo, cuando en abril del 2002 llevaron de nuevo al poder al depuesto comandante que desde los cielos revolucionarios nos mira.
Pues bien: habíamos clamado y coincidido con personalidades importantes de Venezuela, nuestros hermanos independentistas Carola Chávez, Andrea Coa, Carlos Contreras (mi primo hermano), Luis Britto García y todo el kombo ilustre de revolucionarios, en que la llegada de Samán para combatir a la corrupción disfrazada de rojo debía estar acompañada con un timonel revolucionario al frente de Indepabis como Eduardo Samán...Y el clamor fue escuchado desde los cielos revolucionarios y en breve, Eduardo Samán salió con el celo revolucionario e inmediatamente un montón de maleantes conocieron la cárcel y la destitución: Samán también habló de empoderar a grupos comunitarios para controlar a los especuladores, estafadores y demás agentes inflacionarios.
Hoy por Aporrea, nos encontramos con una mala noticia: Samán es de nuevo maniatado por una directiva emitida del ministro Fleming, quien alega su jerarquía para destituir y hacer movimientos burocráticos en el INDEPABIS. He seguido a Fleming y lo respeto como revolucionario al frente de la burocracia frondosa revolucionaria, sin embargo el que en Gazeta 40.211 se contemplen sentencias en términos que implican: " Alejandro Fleming, revocó la facultad que desde mediados de junio tenía el presidente del Instituto para la Defensa de las Personas en el Acceso a los Bienes y Servicios (Indepabis), Eduardo Samán, para designar y remover a los directores y al personal de confianza de ese instituto.”
El presidente Maduro, tiene la última palabra al respecto, porque los hechos han demostrado que los ministros de ese ramo se han equivocado de cabo a rabo con los famosos "personal de confianza", que han resultado grandes bribones como Eligio Cedeño, Sabbag el de CVG Alcasa, o los enchufados que venían haciendo fechorías en el fondo Chino Venezolano, que resultaron siendo de la tolda amarilla. Ese y otros casos de bandidaje que Samán en corto tiempo desarticuló, demuestran incluso que Samán está en lo cierto, que en lugar de restarle competencias, debiera recibir más apoyo, sí es cierto que el presidente Maduro, Cilia Flores, Diosdado Cabello, Elias Jaua Milano y su kombo, quieren salvar la revolución y preservar el legado de Chávez, desde las cúpulas y bases del PSUV.
Desde Colombia esperamos que los kankamanes del proceso bolivariano, escuchen el clamor de miles de venezolanos y fervientes admiradores del proceso revolucionario como quien lo escribe, para que esa nueva tentativa de maniatar a Samán sea evitada, porque no subió Capriles como la espuma tan solo por la labor mediática o la inteligencia que es artículo raro en el cerebro de Capriles, su avance se debió a la corrupción aupada desde los supuestos "grupos de confianza", que han demostrado estar errados en varios aspectos claves, donde lo que ha saltado a la luz es que la quinta columna que puede tumbar a la revolución, no es el pentágono, ni el pueblo raso supuestamente manipulable como marioneta, ante las matrices de opinión, son los corruptos de "confianza", los que pueden tumbar el proceso revolucionario y destruir en reacción en cadena de esta nueva anfictionía independentista.
Nicolás Ramón Contreras Hernández.
CC.92.226.628 de Tolú - Sucre. Ciudadano afroabiayalense de la región Caribe en la República de Colombia. RED INDEPENDENTISTA DEL CARIBE, observatorio independiente de medios y estudios académicos desde perspectiva de género y etnia.