Guerra económica del Siglo XXI

Repercusión mundial de la Ley de costos y precios justos

El presente “golpe de estado”, suave pero con muertos y todo, en proceso de desarrollo y su vencedora y victoriosa batalla emprendida por el gobierno y el pueblo venezolanos  tiene como causa principal la vigente y flamante Ley de Costos, ganancias y precios justos.

 

Porque, más allá de la perdida de viejos y gananciosos privilegios gozados en casa por quienes “no volverán”, en Venezuela estamos haciendo una verdadera revolución política y económica con trascendencia mundial, de manera que nuestra Revolución bolivariana, chavista y ahora madurista, traspasa las fronteras geográficas para cada país, p. cada sociedad atada a la Contabilidad burguesa.

 

Como hemos ido demostrando y señalando, los artilugios o marramuncias de las que se han valido siempre  los fabricantes, comerciantes y banqueros se pierden de vista en número y calidad, desde la minimización y escamoteo legalista de los salarios[1], pasando por todas las variopintas formas de adulteraciones de precios de compra de maquinarias, repuestos, materias primas-estas compradas de segunda calidad y facturadas como de primera,  e incorporando al paquete de costos los llamados costes falsos que son tan numerosos.

 

Adornos en las oficinas, muebles suntuarios, viáticos, groseras remuneraciones gerenciales, paga por distintas asesorías jurídicas, económicas, sicológicas, médicas. Asimilación a costos de fabricación y comercialización los estudios de mercadeo, publicidad permanente radial, televisiva, escrita, en volantes, en estadios, en calles, avenidas, carretas, vayas tanto nacionales como locales e internacionales. Y particularmente los cargos y recargos de diferentes depreciaciones y pago de intereses por un capital que esgrimen como suyos pero que rescatan diariamente con cargos al costo y su correspondiente traslado al precio de venta.

 

Los inventarios en depósitos fabriles y comerciales reciben permanentes ajustes incrementarios de costo por concepto de conservación, estiba y caleta porque, sencillamente, el fabricante y el comerciante no liquidan oportunamente sus existencias, siempre esperando los aguinaldos, las ocasiones de mayor demanda. Las fiestas carnavalescas, la Semana santa, las navidades, etc.  son ocasiones esperadas con cargo a existencias vencidas, pasadas de moda, pero vendidas con precios encarecidos coyunturalmente, cosas así.

 

Como quiera que la Contabilidad burguesa está universalizada para que los graduados en esa especialidad apliquen criterios de costo comunes en el mundo del negocio burgués, entonces, en la misma medida que se ha universalizado el régimen burgués, son  naturales   las repercusiones que sobre comerciantes y fabricantes tenga la Ley referida, y en consecuencia que sea perfectamente analizada por el pueblo consumidor de otras latitudes. Como la Matemática es universal, las marramuncias contables son las mismas y también lo son y por supuesto los ajustes a esos costes y precios que no dudamos estarán siendo objeto de revisión por los consumidores del mundo transnacional burgués.

 

Desde esta modesta tribuna, solicitamos a los consumidores del planeta dar su apoyo a nuestra revolución y salir abiertamente a defendernos ante el ataque despiadado de este golpe de estado que se pretende dar en la Venezuela Bolivariana que se halla en pleno proceso revolucionario en favor de los pueblos del mundo.  

 


 

[1] Por ejemplo, las llamadas prestaciones sociales y el connotado aguinaldo de fin de año deben ser objeto de revisión con el reconocimiento de los intereses causados durante el año en curso   porque son retenciones salariales semanales y quincenales. El propio Estado, como un reflejo de esas leoninas prácticas contables burguesas, retiene agiotista y anatocistamente, el IS/R cada quincena cuando se trata de una liquidación anual.



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Manuel C. Martínez


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