La paradójica economía de nuestra revolución de hoy día, ya nos está quitando hasta el más elemental efecto del asombro.

Ya no sabemos qué creer.

Los precios de cualquier rublo ya superaron todos los parámetros preestablecidos por la mente de cualquier mortal y seguramente tendrá medio loco a cualquier economista que ose ponerse a explicar lo que a todas luces, parece inexplicable…

Como mi persona está a años luz de la sabiduría de cualquier economista, intentare explicar lo que a mí mismo me resulta inexplicable.

Deseo antes de proseguir, hacer la salvedad que cualquier semejanza con el genial Mario Moreno (Cantinflas) con este viejo loco, es mera casualidad.

¡Ahí está el detalle!

Intentando hacérselo más fácil a mi pueblo, diré lo siguiente:

En estos momentos para comprar un apartamento no será suficiente pegar el Kino.
No, no, olvídese de eso…

¡¡Hasta el Kino se volvió obsoleto en algo que siempre creímos que solucionaba la vida de nosotros los pobres pendejos, por culpa de este extraño fenómeno que estamos viviendo!!

La única manera de comprarte una vivienda gracias a la diosa fortuna hoy día…

¡Ya no existe!

¡Solamente si lo pegas 2 veces el famoso juego (imposible diría yo) y de vainita se podrá comprar el rancho de la tranquilidad de cualquier obrero!

El que pegaba dicho juego en otros tiempos, compraba su carro 0 kilometro, su apartamento y todavía le quedaba real.

Dejemos de lado las viviendas y pasemos a los carros:

Los precios de los carros en estos últimos 4 meses, duplicaron su valor (con sobreprecio y especulación, etc., etc., y el gobierno, bien gracias).

Quieren que les cuente algo:

Una Gran Cheroke del año 2011 me la ofrecieron hace menos de 6 meses en 1.300.000 bs, lo cual pensé en una locura, primero que no estoy ni cerca de dicha cifra y segundo que si tuviera dichos riales, no estoy lo suficientemente loco como para andar con un carro de ese precio.

¿Por qué les cuento esto?

Porque ayer me encontré con este tal fulano y me dijo que le ofrecieron 2.600.000 bs por la misma camioneta.

Y si pretendemos hacernos los entendidos y jugáramos a asemejarnos a los grandes pensantes, podríamos decir:

Si convertimos dichos bolívares ha dólar Sicad 2, estamos hablando de la bicoca suma de 52 mil dólares, un simple carro con más de 3 años de uso.

¿Quién entiende esta vaina?...

Intentare arrimarme más a la realidad y le bajare dos a mi frustración, como dicen los chamos hoy día?

Vamos a darle pues…

El sueldo mensual de un obrero equivale en estos momentos:

A) 5 kilos de queso parmesano es un sueldo hoy día.

B) Un par de zapatos de la más chimba fabricación (seguramente una burda imitación)

C) Si osa comprarse dicho calzado no come en todo el mes y tendrá que ir caminando todos
los días al trabajo, porque ni pal carrito le quedara.

¿No me creen?

Ayer visite Beco.

Unas zapatillas de suela que denotaba que no aguantaba 3 meses de uso: 2.999 bs, lo que equivale a 60 dólares Sicad 2.

Otros más o menos parecidos ´para dama: 3.999 bs (80 dólares Sicad 2)

Con la salvedad necesaria de aclarar, que dichos pichis calzados en EEUU o en cualquier país del continente europeo no sobrepasan ninguno de los dos calzados, los 10 dólares…

Total controversia si pensamos que paradójicamente el dólar prohibido bajo su precio en relación a hace escasos meses, no olvidemos que el mismo bajo de 96 bs a 70 bs, por la implementación del SICAD II, el mismo que siempre ronda los 50 bs. ¿Cómo se explica esta tremenda paradoja que el signo monetario gringo baja en un 50% y las cosas suben más de un 100% en vez de bajar?

¿Quién entiende este desbarajuste carajo?

¿Continuo con este estúpido análisis pueblerino?

Porque ejemplos semejantes a los expuestos anteriormente, existen en todos los rublos y para
todos los gustos.

Creo que con lo antedicho, existe ya suficientes meritos como para sacar una razonable conclusión, que nos dice a las claras que si no buscamos una rápida solución a todo este desbarajuste económico, no solo no volveremos a ganar ni una sola elección más, que me atrevo a pronosticar y decir, que no saldríamos victoriosos ni en una partida de metras…

Se obstina uno…