Entrevistado en El Mundo (26.7.2020) por Rafa Latorre (puede leerse la entrevista aquí) Moisés Naim contesta con soltura a todo lo que se le pregunta. Adivino las respuestas en las propias preguntas, y no puedo ocultar poca ocurrencia y mucha reiteración para un pensador tan ubicuo. La presentación del entrevistador no puede ser más quirúrgica: «exdirector de Foreign Policy, una de las revistas más prestigiosas sobre política internacional y asuntos globales, y también ocupó diversos cargos públicos en su país, Venezuela. Ahora, forma parte de la ‘oposición al dictador Nicolás Maduro’ y se queja de que el mundo tardara en percibir que lo es». La presentación del entrevistado es menos aséptica: «España es la guarida del chavismo, una bofetada para la democracia».
Sin entrar en el delirio de respuestas de Naim sobre políticos españoles como Pablo Iglesias, al que acusa de lucrarse asesorando a los gobiernos de Bolivia y Venezuela y al que prohibiría, pese a ser miembro de un gobierno elegido democráticamente, el acceso a secretos de Estado por haber tenido vínculos con Irán (con Estados Unidos no sería un problema). También despacha en pocas palabras a Zapatero, al que considera un «representante de la dictadura» venezolana.
Pero lo más peligroso de personajes como Naim no es lo que dicen, sino lo que callan.
Es verdad lo que asegura Naim que Estados Unidos, Europa y el Estado español hace décadas que son la guarida de cientos y miles de bandidos (junto con sus bienes y séquitos) que, sin compasión y con la bendición de Estados Unidos y de Europa, masacraban al pueblo haitiano, al cubano, gaseaban judíos, se autoproclamaban emperadores en África o se perpetuaban en el poder en Oriente Medio, Latinoamérica o África. Efectivamente, Estados Unidos y Europa siempre han sido, son, una guarida.
Moisés Naim sabe mucho de enriquecimiento ilícito, de gobiernos antipopulares, de poblaciones hambrientas, ignorantes y sin servicios. Sabe lo que es obedecer a gobiernos extranjeros para aplicar medidas antipopulares que reducen la vida humana a mal alimentarse y mal vestirse, hasta que la violencia decide acabar con esa triste vida en sociedades regidas por abismales diferencias sociales perpetuadas en el tiempo por distintos gobiernos autoproclamados democráticos en sistemas amañados en el que el voto ciudadano es sólo una triquiñuela legitimadora.
Moisés Naim participó activamente como ministro de Fomento (1989-1990) en uno de esos gobiernos (el segundo mandato de Carlos Andrés Pérez) que más tarde sería abiertamente protegido en la «guarida» española, estadounidense o europea sin que tuviesen que rendir cuentas por nada ni ante nadie y con todos los medios económicos y de comunicación a su alcance para poder vomitar una «verdad» que hiere porque es mentira… la historia no los absolverá.