Esta estafa ocurrió hoy domingo (11 de octubre de 2020), en la Estación de Gasolina que se ubica en la Urbanización la Urbina, en todo el frente del Hospital Materno Infantil del Este (Petare)
El procedimiento no es otra cosa que una estafa a mano armada, el cual se instrumenta advirtiéndole al cliente que solamente están despachando 50 litros por carro, pero eso sí, se le precisa que ni un litro menos y que, por tanto, es ese el volumen que debe cancelar y en efectivo; además le aclara, -de inmediato-, que no debe preocuparse, porque ese suministro no quedará registrado “porque el sistema del bio pago lo tenemos inoperativo, de manera que su cupo mensual no se verá afectado”.
Ante las preguntas de quienes estábamos allí: “mira pero es que al tanque de mi carro solamente le faltan 20 litros” o esta otra, “solo tengo en efectivo para 25 litros que es lo que requiero para llenar mi tanque”, el encargado de la Estación (contamos como seis jóvenes cumpliendo esa tarea), responde, “no se vayan a poner cómicos, ya están listos para llenar sus tanques, eso que van a pagar de más si es que llenan el tanque con apenas 25 o 20 litros, es una miseria; qué se compra con 100 mil o 150 mil bolívares (?), pues nada”; o esta otra, que nos las dieron a nosotros, “aproveche, mi viejito (tenemos 85 años), que ya está aquí, pague tranquilo los 50 litros, le hace daño discutir por cien o ciento cincuenta mil bolívares, que no sirven para nada”.
Por supuesto, ante dichas respuestas, nuestra indignación se hacía mucho mayor y les dijimos que no podíamos aceptar tales argumentos, que nos resultaban inadmisibles desde todo punto de vista y que como venezolanos que somos, nos sentíamos muy molestos ante esta agresiva y vergonzosa conducta comercial de un producto que, por otra parte, lo trae nuestro Gobierno Bolivariano después de sortear un mil obstáculos, como consecuencia de la bárbara agresión de la que es objeto nuestro país de parte del gobierno de los EE UU, simplemente porque nos negamos a arrodillarnos ante sus pretensiones imperiales.
Les dijimos, sin que de nuestra parte saliera insulto alguno, que en nuestra condición de venezolanos, militantes de base del PSUV y, además, de que somos comunicadores sociales desde hace más de 50 años, de inmediato haríamos la denuncia pública de esta estafa, a la que la calificamos, les dijimos, de ESTAFA A MANO ARMADA… y recibimos por respuesta: “Haga lo que le dé la gana, viejo pendejo…!!!”
Y esto es lo que estamos haciendo…!!! Esperamos ser escuchados y que ante tan grave delito, no solamente se tomen de inmediato las medidas que sean necesarias para que se le ponga término a esa estafa, sino también que sus responsables sean castigados con todo el peso de la ley.
Termino con esto, que no es menos importante. Al llegar a casa mis hijos y nietos me preguntaron si no había allí Guardias Nacionales a quien reclamarle lo que estaba sucediendo (?). Les dije que sí había y que, al menos, dos estuvieron al tanto del impasse narrado y se hicieron los desentendidos…