La trampa caza-bobos del 28 de la PUD: Biagio Pilieri anunciando la pillería

El pasado jueves 18, Biagio Pilieri en nombre de la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), declaró públicamente que esa organización reconocerá y respetará sus actas de votación. Y ello constituye una trampa caza-bobos básica y tosca. Escuchando con atención sus declaraciones, se puede comprender el engaño elemental que esa maniobra pretende aplicar. Pilieri, haciendo gala del descaro, dijo algo que ahora en otros lados se cataloga de "Fake news", pero que podemos citar en seguida para precisar:

"Vamos a tener las actas de las 30.026 mesas y de los más de 15.000 centros de votación, en las más de 1.100 parroquias (…) Vamos a respetar lo que esas actas digan en un proceso que tiene que ser libre, democrático y transparente ese día. Lo que digan nuestras actas, que es la voluntad del pueblo de Venezuela, por supuesto que las vamos a respetar."

Supongamos que esas actas las recibe cada representante de la PUD, ¿serán copia de una original que al finalizar el escrutinio se genera o será un juego de originales, que se entrega como tantos representantes se tengan en cada mesa electoral? Indistintamente de su naturaleza, ¿quién validará cada acta que la PUD diga que posee y que la recibió del CNE?, ¿la misma PUD?

Comúnmente, si usted tiene algún reclamo presenta un acta y un miembro independiente, un representante del CNE es quien puede dar fé de si esa es válida o no, para atender su petición. Y es que es el CNE quien tiene los datos de cada representante en cada mesa, el lugar, la hora del escrutinio, el serial del acta y otros datos más, de cada centro de votación y todas sus mesas. Elementos indispensables para otorgar confiabilidad al contenido de cualquier acta. Y si eso no se examina bien, no hay garantía de cualquier derivado que usted señale, sobre algún conteo específico. No hay que ser un superdotado mental para comprender que uno puede falsificar un acta, para que luzca como una verdadera y engañar a muchos, ya que a simple vista no se puede diferenciar un acta verdadera de otra preparada para parecerlo.

Además, dada la naturaleza digital de nuestro Sistema de Electrónico de Votación (SEV), las actas constituyen un elemento sustancial y útil para comprobar, cotejar y detectar anomalías, pero eso ocurre únicamente si el acta es verdadera. Si ello no es cierto, entonces usted puede llegar a conclusiones erróneas. Si usted pretende generar la votación digital o manual a partir de las actas, resulta indispensable tomar el contenido de cada acta y producir una lista de votos por cada candidato, al igual que los nulos o en blanco. Y eso nos ubica en la necesidad de extraer todo eso de 30.026 actas -estamos suponiendo un acta por mesa-. ¿Quién garantizará que ese proceso de recopilación de datos de las actas llegue fiel y sin omisión alguna a la contabilidad, que usted deberá tener para dar un resultado final fiable?, ¿la PUD?, ¿el mismo ente no independiente que está compitiendo?

Por otra parte, si usted logra tener todos los valores y desea totalizar esa enormidad de datos, como sumas progresivas para comparar resultados y dictaminar al final, quién resulta ganador ¿cómo lo hará?, ¿manualmente?, ¿cón ayuda de algún software?. En cualquier caso, quién podrá verificar que los que cuentan, sean personas o programas, lo harán correctamente?, ¿la PUD?, ¿el mismo que dice no confiar en el CNE?

Recuerde querido lector, que todos los elementos que conforman al SEV venezolano, son auditados por representantes técnicos de los partidos políticos en la pugna electoral, al igual que por actores independientes, especializados, como por ejemplo varios miembros de universidades. Cada aspecto que previamente hemos apuntado es examinado antes de la elección y su eficacia se valida durante la votación y posteriormente, a través de otro juego de controles. Y es que si usted no puede comprobar cada paso de una sumarización tan grande, entonces podría terminar contando lo que no es verdad. Eso se obvia si se cree que por tener todas las actas, automáticamente se llega al resultado fiel de la elección. Para que ello suceda, hay que transitar paso a paso y verificando cada movimiento.

Eso quiere decir, que aún suponiendo que la PUD tiene todas las actas correctas, para poder confiar en el procesamiento de los datos que la misma PUD presente, se requiere un actor independiente, que disponga además de la confianza del resto de los competidores y que pueda acompañar a la PUD en todo el proceso de recolección y conteo de los valores provenientes de las 30.026 actas. De lo contrario, usted puede ser fácilmente engañado. Por ello, se trata de una trampa caza-bobos, porque mucha gente no advierte que se está violando el principio básico de toda elección, que un ente que no está compitiendo y goza de confianza mínima, conduce la elección, conteo y resguardo de todos los elementos que sustentan los resultados. Si ese ente, se apoya también en numerosos testigos, representantes, observadores, auditores, selecciones aleatorias o equitativas y procede según las leyes, es quien puede respaldar la elección y sostener un resultado.

Las actas son mecanismos ideales para que las partes puedan aplicar otras comprobaciones del rigor metódico de la elección, pero no lo usual para alimentar los votos. Sea con tarjetones o bits, las actas complementan y dan firmeza a las verificaciones, más no es ideal que sustituyan los votos. Hacerlo, ignorando las transmisiones digitales que el CNE controlará, con todo una arquitectura previamente auditada y estudiada por muchos, es simplemente una falsa forma que por su origen lucirá tecnológicamente moderna y sólida, pero que en realidad es un mecanismo reciente para remozar el viejo esquema de "acta mata voto".

 

albertosalazar2007@gmail.com



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