Apreciados compatriotas, cordial y revolucionario saludo. Me disculpan que pueda aparecer como un entregado o algo similar, pero estimo que está suficientemente cubierta la descarga emocional que hemos drenado por este nuestro medio libertario de comunicación masiva. Que si Chávez, que si Lina, que si Mario, que si el Ministro tal. Entre los que escribimos, entre los que opinamos, en los que llaman a los diversos programas puede que prive cierto espíritu de protagonismo pero, la mayoría de las veces, es una necesidad de aportar ideas, críticas constructivas para apuntalar nuestro hermoso e inédito proceso revolucionario.
Sí podemos lamentar, y es lo que observamos que irrita, que nadie nos para bolas. Que es pura letra escrita, casi muerta. Drenamos sí, opinamos sí, y no es porque alguno tenga un razón parcial o más o menos valedera -a veces concluímos en lugares comunes- pero al final no aportamos nada a la Revolución, que es lo que deseamos. Simplemente ni entre nosotros mismos nos paramos bolas. Si están de acuerdo creo que para empezar a meternos en sintonía debemos tratar de establecer un mecanismo de interrelación aporreante hasta conformar un sólido “grupo de opinión”. Con ello, y me permito proponérselos, solicitar al ejecutivo nacional, a Chávez, pues, que algún ente gubernamental –el Minci, talvez– con un equipo serio y calificado, se encargue de evaluar las opiniones, las críticas, las propuestas que aquí –y en otros medios– aparecen escritas. Fíjense, el antiparabolismo gubernamental es tan evidente que Chávez mencionó haber dado respuesta a un problema –de buena suerte para el solicitante– porque él mismo leyó una petición en Últimas Noticias. Si no entraría a formar filas del frecuente multi abandono, a la falta de respuestas. En nuestros casos, que no es para pedir nada sino humildemente para tratar de aportar alguna idea, no hay vida.
Miren, camaradas, cuando entrevistan a un funcionario de alto nivel en cualquiera de los programas de opinión de nuestros medios y les leen solicitudes, aportes, etc. y al final le entregan las llamadas del soberano para que las atienda “no hay respuestas”. Es un cementerio de esperanzas, de ilusiones perdidas. De frustración. Pero no importa, nuestra revolución debe continuar aún la desidia burocrática porque amamos a Chávez. Es nuestro Líder, nacional y mundial.
Si es un desconocido, por supuesto, aún con calificaciones parecidas –por no decir mejores- trate usted de solicitar una entrevista con un Director de un Ministerio, con un Viceministro, ni pensar en un Ministro, que nunca lo atenderán. Es más, ni siquiera con una de las secretarias del despacho aún y cuando les explique que no va a pedir nada –que también vale– si no, que por el contrario, pretende ofrecer unas propuestas bien analizadas y sólidamente presentadas que pudiesen coadyuvar al éxito de sus funciones. Ni que lo explique por escrito.
Debo reconocer que en el caso del Ministerio de la Cultura, y gracias a mi jarabe de lengua con toques de simpatía y humildad, me ha atendido alguna colaboradora de Iván Padilla, primero por teléfono y en la recepción en planta baja.
No se le ocurra hacerlo en el Ministerio de la Vivienda, por lo menos antes de Pérez Prado. No sé cómo será ahora. Esto por mencionar dos que tienen que ver con mis actividades
¿Qué tal si hacemos un intento grupal y nos empiezan a parar bolas sin quemarnos en la criticadera revolucionaria, por hoy válida?
Por ejemplo, podríamos sugerirle, o “exigirle” al presidente Chávez, que como estamos en la recta final eleccionaria de gran importancia para no perder las elecciones por culpa de sus bacalaos, gobernadores y alcaldes que se han reelegido mencionándolo, los llame a botón para que resuelvan lo máximo necesario en sus municipios, en sus estados, para que los electores, independientes los más, sientan que la Revolución sí les va a responder con sus nuevos candidatos. Nada bacalaos.
Que le echen bola pareja a cumplir un poquito aunque no tengan posibilidades de repetir por haber consumido sus oportunidades electorales, por sus malísimas gestiones –unos con 9 años de malas gerencias que llegaron al principio del proceso seleccionados por… por vainas– y muchos con esas experiencias negativas que autoengañados o que creen que los demás somos pendejos, dicen estar apoyados ya que cuentan con un pueblo humilde ganado al estilo de la IV, con lo mínimo de ayudas.
Analizar con esos bacalaos, y con equipos especializados contralores, cuáles obras están inconclusas. Dónde invertir que se puede lograr un efecto altamente positivo y que aunque sea un recurso cuartarepublicano lamentablemente tenemos que recurrir a ésa práctica para no entregar bastiones revolucionarios. Si es necesario buscar apoyo regional calificado para apuntalar los errores y concluir exitosamente. Es una necesidad. Es más, ¡Constituye una emergencia revolucionaria!
¡Patria, Socialismo, o muerte! Y si actuamos con seriedad, con responsabilidad, con solidaridad, unidos y los funcionarios con eficiencia ¡VENCEREMOS!
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