Venezuela es un país paradójico: por una parte, mientras el Estado tiene un control estricto y algunas veces absurdo sobre la producción y el comercio de los bienes, por la otra la debilidad de la supervisión bancaria es manifiesta, al punto tal que el problema que hoy sacude a una fracción del sistema financiero se origina en la complacencia y relajamiento de normas fundamentales que rigen la fiscalización del sistema financiero.
Qué son las NOTAS ESTRUCTURADAS: Son certificados de depósitos emitidos por un banco como una alternativa de inversión, (en este caso ubicación de capital, especulativamente) donde se puede llegar a obtener rendimientos superiores a los del mercado de renta fija, teniendo siempre una garantía del capital invertido al momento del vencimiento.
En qué consiste la operación: estas notas estructuradas quienes las adquieren con bolívares (al cambio oficial) para luego negociarlas en el mercado internacional y cambiar esas notas por dólares en efectivo. Esta es una de las fases especulativa de este instrumento, porque los bancos colocan esos dólares en el mercado paralelo de divisas a un precio muy superior al del dólar oficial, y fortalecen entonces al mercado del dólar negro.
Estas notas estructuradas no son otorgadas al venezolano común, sino a las instituciones financieras” ; en este caso fue EL BANCO INDUSTRIAL DE VENEZUELA QUIEN LE OTORGÓ AL BANCO FEDERALen el 2007 a Nelson Mezerhane, más de 4,7 billones en notas reestructuradas emitidas con respaldo de títulos de empresas relacionadas constituidas en paraísos fiscales del Caribe. Estos 4.7 billones de bolívares, son parte de los Fondos Públicos, ¿ pero quién participo en esta selección? Ministros, Directivos del BANCO INDUSTRIAL DE VENEZUELA (banco público)
En días pasados AIPO le solicito al nuevo Ministro de Finanzas una audiencia (que por cierto no nos la ha dado) donde le expresamos este caso y las instancias a que hemos acudido, y las responsabilidades de los exministros Merente, Rodrigo Cabezas y Rafael Isea, así como la responsabilidad de la SUDEBAN, instituto adscrito al Ministerio de Finanzas. Denunciamos que Rafael Isea en su inoperancia y complot, dejó sembrada a una imputada en los créditos indexados como superintendente de bancos, es decir al mando de la SUDEBAN. Máxima burla para el pueblo.
Nos dio una respuesta certera obligando en tiempo perentorio a la banca privada a deshacerse de sus notas estructuradas. Eso responde a la inquietud que teníamos sobre la colocación de nuestros dineros a espaldas del pueblo favoreciendo al sector capitalista salvaje.
Para finalizar ciudadanos, pueblo, camaradas estamos hablando de 4.7 billones del patrimonio nacional donde el Magistrado ARCADIO DE JESÚS DELGADO ROSALES, irrespetando la capacidad del orden social y la capacidad de un acto contralor, prefirió declarar incompetente al TSJ en este asunto tan escabroso, explayando una decisión demostrativa de lo que significa la supremacía y el poder hegemónico del poder judicial en Venezuela en contra de las luchas que ejercemos como pueblo.
Esta decisión demuestra las vicisitudes que experimenta Venezuela entre las transiciones políticas y las transiciones jurídicas. Somos de la opinión señor Magistrado y demás miembros de la Sala Constitucional, que centrar los conceptos para que se consolide el Estado de Derecho es una cosa, mas no pueden o mejor dicho no deben aplicar los conceptos para el uso exclusivo y hegemónico del Estado para favorecer o, tapar el sol con un dedo, como lo demostró la sentencia emitida en la Sala Constitucional en proteger ciertos intereses ocultos, en desmedro del pueblo o, peor aun, para controlar los desafueros que surgen en un Estado que vive en este momento los excesos de corrupción y de enormes contradicciones, por lo cual los ciudadanos aspiramos imparcialidad por parte de las instancias judiciales al menos.
Esta vigencia hegemónica se complica, cuando se aplica la concepción “la gente debe obedecer el derecho y regirse por él”; es decir debemos obedecer las personas públicas, privadas, físicas o morales, ya que la idea de la existencia del Estado de Derecho es de todos y para todos, tanto gobernantes como gobernados; observando que el actual concepto del Estado de Derecho en si mismo termina por ser una instancia instrumental o formal, a pesar de que el milagro constitucional del 1999 blindo suficientemente el combatir los exceso del poder y los abusos de las instancias judiciales.
Ahora bien, pero para los ciudadanos que acudimos a las instancias judiciales lo esencial y lo principal es el resultado que debe producir un Estado: eficacia, y que en principios produzca seguridad para los ciudadanos, es decir procurarnos la ausencia de peligro, daño o riesgo, en otras palabras certeza, pero lamentablemente resumimos que cada día nos encontramos con abismos insalvables entre el poder judicial y los ciudadanos.
En cuanto a las instancias tribunalicias, incluida la máxima instancia judicial del país la Sala Constitucional del TSJ, advertimos en este caso en especial, cuando arriba a la etapa del proceso denominado SENTENCIA se observa que este poder centra sus sentencias en el uso del campo nominal y lo verbal, es ahí donde se reflejan las cualidades filológicas y etimológicas usadas, donde se percibe que la búsqueda de la precisión semántica, de los asuntos que se elevan en las diferentes instancias, no responden al Estado de Justicia Social, sino de los poderosos intereses de particulares capitalistas.
Así pues para llegar a comprender con comprensión acabada el mundo del poder judicial, y saber para que existe, insisto, se demuestra fácilmente en las sentencias que periódicamente emite el TSJ están en contra de los ciudadanos que utilizamos las instancias judiciales QUE BUSCAMOS JUSTICIA, NO PODER, ya que nos someten sin compasión alguna, a los significados y significantes de la supremacía y hegemonía del poder a través de ciertos conceptos que los jueces y magistrados consideran como validos, generalmente son sentencias hechas por correlatores que están imbuidos en las invocaciones y justificaciones de todo tipo para no dar nunca la razón al que la tiene, me hacen recordar la prosa ática.
Como es natural, las instancias en plena vigencia y de dominación prevalecientes, usan las definiciones y expresiones equivalentes al parafraseo, ampliamente conocidas dentro de los predios del poder judicial y en el Estado (generalmente van de la mano); pero aplicando un visión retrospectiva, hemos de considerar que cada día la justicia en Venezuela termina no respondiendo a los principios la eficacia del derecho sino del poder, por un lado existen unas especies de seres que gustan de las abstracciones, y existimos otros con pensamientos críticos y contra los hegemónicos y apuntalados criterios de Descapturar el Estado.