Hace unos meses escribí una columna titulada “Un Gulag en el Seniat”, para referirme al atropello que se estaba cometiendo contra mi hermano y colega periodista Mario Villegas, quien labora en esa institución y recibió una orden de traslado hacia Santa Elena de Uairén, como una evidente forma de pasarle factura por sus posiciones políticas, frontalmente opositoras, divulgadas semanalmente en una columna que escribe para el vespertino “El Mundo”.
Mario reaccionó contra este atropello e introdujo una medida cautelar ante un tribunal, y logró un fallo a su favor, lo cual frenó el traslado hacia Santa Elena de Uairén mientras se decide el fondo de la materia, es decir, la legalidad o no de la medida adoptada por el Seniat. La decisión fue ratificada por un tribunal superior.
Pues bien, hoy me veo obligado a escribir nuevamente sobre el tema. El superintendente aduanero y tributario, José David Cabello, ordenó hace unos días abrir un procedimiento administrativo con miras a ejecutar el despido de Mario, porque supuestamente ha atentado contra la buena imagen del Seniat, dado que fue divulgado el escrito de apelación que él introdujo ante Cabello.
Creo que la imagen del Seniat es deteriorada precisamente por quien establece el delito de opinión y ordena en su seno la persecución política e ideológica .Estamos ante un Gulag parte dos, y ante una muestra de intolerancia y represión que mucha gente en ese organismo rechaza de forma silenciosa, por razones obvias. El caso de Mario no es el único. Muchos trabajadores están siendo víctimas de atropellos diversos.
Como lo dije en aquella oportunidad, la idea de este escrito no es pedir cacao o clemencia sino denunciar semejante conducta , que no puede sino calificarse de abuso de poder. Ignoro si el ministro Alí Rodríguez está en cuenta de lo que ocurre , pero es oportuno recordar que antes de ser designado titular del Ministerio de Finanzas, ente al cual está adscrito el Seniat, Alí declaró en VTV su desacuerdo con la medida inicial que se adoptó contra Mario.
Vanessa Davies
No puedo dejar de manifestar mi repudio al infame reportaje que se publicó en un conocido pasquín semanal contra Vanessa Davies, una colegada periodista y luchadora social que ha ejercido la profesión con dignidad, con apego a la verdad y sin esconder sus puntos de vista y su condición de mujer consecuente con su forma de pensar..
No puede ser que por el simple hecho de que Vanessa o cualquier otra persona no acceda a dar una pauta publicitaria, un extorsionador disfrazado de editor desate todo su veneno y sus miserias para embadurnar de estiércol su reputación.
En el pasado ese mismo personaje, ayuno de escrúpulos, intentó, por supuesto que sin éxito, enlodar la memoria de mi difunto padre, Cruz Villegas. Y así lo ha hecho con mucha gente que no ha accedido a su chantajista manera de llenar de avisos su basurero semanal.
Por eso mi solidaridad con Vanessa y con todas las víctimas de ese individuo.
Elecciones en USA. Todo parece indicar que Barak Obama será el nuevo presidente de Estados Unidos. Ojalá que la política exterior del gobierno que sucederá a George W. Bush para de la premisa de que América Latina merece respeto, y abandone cualquier forma de intervencionismo. Que USA retire sus tropas de Irak y Afganistán, que recorte los gastos militares y dé un trato digno a los inmigrantes. Soñar no cuesta nada
