No es de Perogrullo. Pero este título tiene que el sentido de conocer a través de las autoridades de la recién creada Policía Nacional, primero si existirá o será creado el órgano interno que no solo recibirá las denuncias por delitos o faltas cometidas por ese funcionario tratado en forma especial por esa nueva institucionalidad de gobierno del país y entiendo que así debe ser pero el interés colectivo es si funcionara con nuevos métodos de administración o seguirá los viejos y actuales patrones que se aplican en los organismos en forma general.
Si fuere su funcionamiento por la romana vieja pudiéramos tener una existencia efímera del organismo, independientemente del buen trato, de excelentes sueldos, de atención social, de equipos sofisticados, de armamento adecuado a ese nuevo rostro de la policía social, humana, con visión amplia del concepto de gente, preparada en diversos aspectos del conocimiento y del quehacer del país.
Si esa nueva policía sale a la calle a instalar alcabalas durante el día y la noche, obstruyendo las vías al paso vehicular en vez de hacer presencia física en las aéreas criticas que la propia actividad delincuencial señale o que la actividad de la comunidad exija, pues obtendremos los mismos o peores resultados que la prensa nacional nos señala cada día del año.
Si esa Policía Nacional sigue la vieja práctica del manejo del hombre y la mujer, es decir, con horarios de más de ocho horas, ya sea por días, por semanas, u otra, seguiremos con los males del pasado reciente, es decir, ayer porque se caerá en posibilidad del hombre con poder de control y decisión en aéreas físicas determinadas, de personas y negocios, los lícitos y los ilícitos y en esencia, se violentaría el contenido de las leyes laborales vigentes.
Si las comisiones nombradas para el trabajo diario no llevan un control del área o zona donde se va desenvolver determinada pareja de agentes y si la comunidad no conoce de ello o no sabe a quién dirigirse vía teléfono de emergencia por alguna situación especial o fuera de lo común, pues queda abierta la posibilidad del abuso por parte del funcionario.
Si esa policía nace sin el acompañamiento de la tecnología como las cámaras de vigilancia en aéreas álgidas, su trabajo será mediatizado o minimizado, independientemente de la voluntad del hombre. Es más la premisa tecnológica debe acompañar cada paso que de el hombre uniformado dentro del trabajo, desde la máxima autoridad, pasando por los que laboraran en las aéreas administrativas como los que lo hagan en el terreno. Es decir todo debe quedar registrado.
En síntesis, nuestra nueva Policía Nacional debe crear una policía interna que controle, vigile y audite minuto a minuto el trabajo de cada hombre o mujer, a través de un ente que incluso debe ser conocida su existencia tanto interna como externamente mas no la cara y el nombre de ellos. Deben estar dentro y fuera de la institución, en los Consejos Comunales, en la banca, en el comercio, en los mercados, en las escuelas. En los liceos a objeto de que sirvan de elementos productores de información que luego el ente encargado convertiría en inteligencia y posteriormente en acciones tomadas según el caso.
Esto y mucho más, es un tema a tratar dentro de la estructura de la policía que queremos, dedicada a su trabajo, expresándolo en estadísticas bajas en materia de inseguridad, comprobando fehacientemente los hechos y abriendo las vías para que el ciudadano tenga confianza plana cuando se vea conminado a denunciar hechos delictuales y siendo ella el único canal para expresar ante el colectivo los resúmenes semanales o diarias de la actividad y que se erradique la practica actual de ello que hacen los medios de comunicación a nivel nacional.
La policía por dentro de la policía la hará inmune a la corrupción y fortalecerá su existencia y un mejor vivir del ciudadano.
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