Julio 11 de 2016.- El día jueves 7 de julio, nos encontramos con Yolvick Chacón, una joven venezolana, licenciada en educación con diplomado en periodismo comunitario y formación en el área de la fotografía en Cotrain. Ella trabaja para el Fondo Cultural del ALBA, convenio Cuba-Venezuela y ocupa el cargo fijo de comunicadora 1. Todo iba muy bien en su trabajo hasta que hubo cambio en el Ministerio de Cultura, el ministro Reinaldo Iturriza fue sustituido por el actual ministro Freddy Ñáñez. 

A partir del cambio administrativo, el nuevo gerente Lenyn Antonio Bandres le solicitó que renunciara, aduciendo que su perfil no le servía porque no era bilingüe, algo bien extraño, pues hasta ese momento eso no había sido un requisito  para trabajar allí; al preguntarle si el personal que allí labora hablaba una segunda lengua, nos respondió que al parecer ninguno, solo el gerente. Ella se negó a renunciar a su cargo, pues no había cometido ninguna falta.

Desde ese momento, empezaron los maltratos, la sacaron de su puesto de trabajo, la dejaron sin escritorio, quedando segregada, marginada, sin siquiera permitirle el uso de la computadora. Al no tener una silla donde sentarse, debe hacerlo en la mesa donde se reúne el personal, teniendo que pararse cuando convocan a una reunión.

Por no tener un sitio fijo donde estar, debe deambular de un sitio para el otro. La han obligado a hacer tareas no acordes con su cargo. Ha sufrido burlas por ser abiertamente lesbiana, sufriendo de abuso y maltrato sicológico de parte de varios gerentes de la institución.

Al enterarse la gerencia de sus movimientos, que andaba en búsqueda de asesoramiento y defensa por tanto acoso y hostigamiento, a través del Inpsasel, la Fiscalía y la Defensoría del Pueblo, los ataques se intensificaron, al punto de presionar a sus compañeros de trabajo a que firmaran una carta donde negaban tales acosos, de lo cual se enteró de manera previa a dicha carta.

Al verse indefensa, decide hacer pública su situación a través de este medio, Denuncia: Homofobia y acoso laboral en el Fondo Cultural del Alba

En represalia a esta denuncia, la gerencia arreció y le han prohibido salir de los espacios de trabajo y solo le permiten ir al baño por 6 minutos.

La quieren obligar a firmar dos amonestaciones por escrito, sin la debida notificación, ni la respectiva preparación para su defensa, una de las amonestaciones fuera de la fecha. Y la pregunta que nos hacemos, es si en el caso que aplicaran esas amonestaciones, ¿serían aceptables? pues jurídicamente el Fondo es una empresa privada y le estaría aplicando reglas de la administración pública. Nos preguntamos... ¿es eso correcto?

Esta lucha que lleva en forma solitaria sin ningún apoyo, pues no existe ningún mecanismo de la institución que pueda mediar para resolver este tipo de conflicto la ha llevado a sufrir de ansiedad, insomnio, depresión, y de la presión arterial. No solo se siente acosada, sino también bajo la amenaza constante de esperar cualquier acción que vaya en su contra.

Nos volvemos a preguntar ¿Qué es esto? ¿Dónde están los derechos humanos de Yolvick Chacón? ¿Se merece un ser humano ser sometido a este trato cruel, a esta tortura? ¿Es normal este tipo de tratamiento en la administración pública, o mixta, o privada? ¿Es una práctica cotidiana, humillar desde una posición de poder al personal subalterno? ¿Dónde están los valores socialistas? ¿Acaso no hay leyes que protejan a los trabajadores? ¿Por qué tanto terror a la hora de pronunciarse ante las desviaciones y prácticas fascistas en la administración pública por burócratas que arremeten contra el talento humano?

Y la conclusión es que no debemos permitir este tipo de tratamiento inhumano a una persona que no ha cometido ninguna falta y que sola defiende sus derechos de una manera valiente, digna ante todo un organismo que la quiere victimizar, desmeritar, marginar, vulnerar y desechar como un objeto.

Los que se han unido a esta lucha de Yolvick Chacón, exigen que se le respeten sus derechos y que no se tomen acciones reataliativas en contra de ella.

Hacemos un llamado al ministro Freddy Ñáñez para que tome cartas en este asunto y se le respeten sus derechos laborales a esta trabajadora cultural.

Por eso solicitamos apoyo y solidaridad para Yolvick Chacón, no la dejemos sola en esta lucha titánica.