I.

Es indiscutible que el cuerpo humano tiene la facultad de comportarse como una farmacia, proveyendo Antibióticos, Analgésicos, Antidepresivos, Antiinflamatorios, Vitaminas, enzimas y hormonas, desde diferentes órganos, tanto para atender emergencias y pequeños quebrantos, como para mantener altas las defensas inmunitarias y disminuir el riesgo de infecciones y enfermedades.

Pero esta farmacia natural resulta insuficiente, si los quebrantos y enfermedades son ocasionadas por el mismo ser humano, ya sea voluntaria o involuntariamente: el tabaco, el alcohol, el azúcar, la comida basura, las bebidas gaseosas, el sedentarismo, la contaminación ambiental y el estrés.

Debe ser interés de todo ser humano y política pública de salud, promover el fortalecimiento de la farmacia interna mediante el consumo consciente, sistemático y científico de productos naturales, donde no se corra el riesgo que sea "peor el remedio que la enfermedad", debido a efectos colaterales. Siempre considerando que algunas enfermedades necesitan ser tratadas por la medicina convencional con fármacos químicos.

II.

Como lo fundamental es mantenernos inmunes, con las defensas altas, hay que consumir productos naturales que contengan vitaminas A, B, C y E, que son las que aumentan la capacidad de producción, movilización y fuerza de las células defensivas.

Otra recomendación es consumir por lo menos cuatro productos naturales con fines terapéuticos para abastecer de abundante materia prima a la farmacia interna, de modo que esta pueda garantizarnos Antibióticos, Analgésicos, Antidepresivos, Antiinflamatorios, Vitaminas y otros elementos de bienestar. En este sentido, vamos a considerar el ajo, el limón, la cebolla y la zanahoria, cuyas propiedades son las siguientes:

a) Ajo: Antioxidante, antiinflamatorio, antibiótico, anticoagulante, antirreumático, hipotensor, bactericida, descongestionante, carminativo, reductor del colesterol y regulador del azúcar.

b) Limón: Refrescante, antiséptico, bactericida, alcalinizante, diurético, antirreumático, antiartrítico, hipotensor, depurativo, remineralizante, antianémico, carminativo, vermífugo, combate la acidez de estomago y potencia la acción de los glóbulos blancos.

c) Es depurativa, desinfectante, diurética, antianémica, antidiabética, antidiarreica, expectorante, febrífuga y vermífuga.

d) Zanahoria: Es antioxidante, antidiarreica, hipotensora, diurética, carminativa y vermífuga.

III.

Conocida la potencialidad del ajo, el limón, la cebolla y la zanahoria, es importante hacer el tratamiento terapéutico o cura para fortalecer la farmacia interna de las personas sanas. En el caso de las personas con afectaciones de salud deben someterse a régimen especial.

a) Ajo: Ingerir de 7 a 9 dientes diarios, en varias dosis al día por un periodo de 21 días continuos, cada año. Contraindicado en casos de embarazo, lactancia, gastritis o ulcera gástrica o duodenal

b) Limón: Se inicia tomando el jugo de un limón diluido en agua (50-50), a temperatura ambiente y se incrementa la dosis cada día con el jugo de un limón mas, hasta llegar al noveno día con el jugo de 9 limones. Al décimo día se revierte el proceso, reduciendo el jugo de un limón. Contraindicado en casos de prostatitis, dismenorreas, hiperacidez gástrica, artritis crónica o insuficiencia hepática.

c) Cebolla: Tomar jugo de una cebolla con jugo de limón en ayunas, por un periodo de 7 días continuos, cada año. Contraindicado en personas propensas a gases intestinales, patología biliar, colitis ulcerosa, cálculos renales o insuficiencia renal,

d) Zanahoria: Tomar un vaso de jugo en ayuna durante 7 días continuos, cada año. No se conocen contraindicaciones.

Bibliografía Complementaria:

1) Farmacia natural (Parte I). Por Alexis Adarfio Marín - www.aporrea.org/cultura/a257797.html