Sin dejar de reconocer la actual crisis económica y la terrible contingencia por la situación de la salud a nivel mundial, generada por la pandemia del Corona-virus COVID-19, en nuestra querida Venezuela, la navidad es festiva, ruidosa y al mismo tiempo íntima, familiar, y pública. Es el momento de mantener la cultura tradicional venezolana y de nuestra afectividad compartida. En algunos lugares, como en el estado Zulia, las guachafas navideñas que incluye las gaitas, comienzan desde el 18 de noviembre, con la celebración del "Día de La Chinita", y en otros lugares del país, se extiende hasta febrero, en el "Día de La Candelaria", cuando muchas familias desmontan el pesebre o nacimiento y el arbolito de navidad.
En los países de Latinoamérica, el contexto de la celebración navideña reúne varias manifestaciones culinarias que articuladas, crean una original atmósfera, No obstante, en nuestra patria somos el país donde el mismo menú se consume de igual manera, con pequeñas variantes regionales, en toda la geografía nacional. En nuestra mesa navideña, junto al pan de jamón y la ensalada de gallina, el principal componente tiene como corazón la hallaca, y por tal razón nos referiremos con más detalles a este delicioso plato navideño.
La hallaca o hayaca es el tamal típico venezolano, que consiste en masa de harina de maíz, sazonada con caldo de gallina y pigmentada con onoto o achiote, rellena con guiso de carne de res, cerdo y gallina o pollo (aunque hay versiones que llevan pescado), al cual se le agregan aceitunas, uvas pasas, alcaparras, pimentón y cebolla (también se le puede añadir caraotas negras), este multisápido contenido de forma rectangular se envuelve en hojas de plátano o bijao (palma semejante a la del plátano, aunque de textura más fuerte), para finalmente ser atada con pabilo y hervida en agua. En nuestra patria venezolana es el plato tradicional de la temporada navideña, pero se puede servir en cualquier mes del año.
Ahora es plato caribeño
En Colombia, ciudades como Cúcuta y Barranquilla, es también popular este tamal donde puede encontrarse todo el año. Asimismo, en los Llanos Orientales de Arauca, Casanare y El Meta; en la isla de Curazao, Aruba y Bonaire; en las islas Canarias y Puerto Rico; en Ecuador, a raíz del regreso de emigrantes desde Venezuela. En estos lugares ha sido adoptada como plato tradicional, especialmente en Navidad.
¿De dónde proviene la palabra hallaca?
En los apuntes de Marcos Augusto Morínigo en su Diccionario de Americanismos, de 1985, que relaciona la hallaca con el ayacá de las lenguas tupí-guaraní, que significa bulto, lío y en nuestra amada República Bolivariana de Venezuela, la tradición histórica cuenta que el nombre de la hallaca proviene de la combinación de 2 palabras:
• Allá: Se refiere a componentes del guiso que proviene de otros países.
• Acá: Refiriéndose a la masa y las hojas de plátano.
Dando como resultado allá y acá, combinando y mejorando la palabra este plato recibiría el nombre de "hallaca". Algunos lo relacionan con la palabra hayaca de la lengua Guaraní, y últimamente "cesta" en el idioma Guarani Sur Occidental.
En nuestra patria, especialmente en el occidente del país, en los estados Zulia, Falcón y Lara, era poco común de hecho escuchar el término "tumar o tumare", usado en referencia el hablar del venezolano, sino "bollo"; siendo parecido al tamal mexicano, en la zona andina ha influido en su preparación el sazón andino.
Pocos intelectuales se han pronunciado en el tema de la hallaca, entre ellos, Don Arturo Uslar Pietri, quien decía que la hallaca es el compendio ejemplar del proceso del mestizaje, y según él en ella está representada por la pasa y aceituna que pertenecen a la gastronomía de romanos y griegos, la alcaparra y almendra a los pueblos árabes, las carnes a los capitanes pobladores de Castilla del Reino de España, el maíz y la hoja del platanal de nuestros pueblos originarios de América. Esto nos lleva a reflexionar que la hallaca aunque es deliciosa une nuestras familias, y al pueblo bolivariano, es producto de la transculturización y la dominación del imperio español.
Gastronomía navideña
En la República Bolivariana de Venezuela es un plato nacional, guardando cierta semejanza en forma y preparación con los tamales de otros países de la región. Actualmente, la hallaca se prepara con harina de maíz procesada de manera industrial, anteriormente se preparaba de masa casera, pilando el maíz, es decir, sin concha o cáscara, procesado en el hogar y molido en un pequeño molino de mesa.
La hallaca es plato típico navideño, pues a principios de diciembre la mayoría de las familias venezolanas se reúnen para, entre todos, preparar los ingredientes, cocinarlos y armar las hallacas. Durante las reuniones y celebraciones que se van produciendo en el último mes del año y primeros días del siguiente y sobre todo como plato principal en las cenas de noche buena y año nuevo, acompañadas de pan de jamón, pernil de cochino, ensalada de gallina, ponche, ron, cocuy, torta negra, dulce de lechosa, entre otros platos y bebidas.
El intercambio de hallacas entre distintas familias forma parte de esta interesante tradición venezolana, transformándose en gesto de amistad, cordialidad y gentileza entre familias, tanto para aquella que comparte sus hallacas, como para la que gustosamente acepta probar la hallaca de personas relacionadas por la amistad o parentesco. En las fechas decembrinas se han convertido en un producto de mercado, pero aun sin aceptación masiva, la población las prefiere caseras o de gente conocida.
Estas costumbres navideñas, relacionadas con la hallaca, han sido adoptadas por la inmensa población de extranjeros y descendientes de ellos de primera y segunda generación, y cada uno ha sabido agregarle a su receta familiar algún ingrediente de sus propias tradiciones culinarias, lo que ha permitido la unión de las costumbres cuando les solicitan a sus vecinos venezolanos su colaboración para la elaboración de este plato típico.
Cuando los ingredientes del relleno están mezclados con la masa se les da el nombre de bollos de hallaca (llamado también bollo navideño o simplemente bollo), y pueden o no llevar un toque de picante.
En fin, como estamos a pocas horas de la cena navideña y de la noche del año viejo, les deseo a todos los amigos colaboradores y lectores de Aporrea.org. … ¡Felices fiestas y próspero año nuevo 2021!