Cumple años este domingo la Gloria hermosa que nos ha otorgado conciencia y certeza de saber de dónde venimos y hacia donde vamos. Y claro que marchamos con tropezones y caídas, pero marchamos, y ella siempre se ha prestado como bastón de madera noble para sostenernos en nuestras debilidades y en nuestras dudas, temores e incertidumbres. A veces retira el bastón y entonces entendemos de golpe la coyuntura y el contexto, la rabia y la ternura de la que hablaba su inmenso compañero y amigo, Alí Primera.
Cumple años la más amada, la más querida, a la que más huyen los advenedizos, la peligrosa, la lapidaria, la que tiene por qué y con qué, la que sabe de todos los mundos de la canción porque pasó por todos ellos, por escenarios de Renny y por tarimas de barrio, por salones pomposos y por tenebrosas celdas de cautiverio. Ella, crónica viva de lo que no debemos, de lo que no podemos olvidar, nos convoca hoy más que nunca a que nos crezcan las ideas aunque de nosotros digan cosas muy feas. Nos convoca a no callarnos, como plasmó Alí en “Tu palabra” y plasmó ella en “Mujer”.
Gloria Martín está entre nosotros, sigue con nosotros, sigue educando, formando, discutiendo, levantando la palabra y la guitarra. Que lo digan Goyito Yépez y José Alejandro Delgado, que lo digan sus alumnos diseminados por todo el continente, que lo digan los pueblos de República Dominicana y Centro América que la aman y reconocen como referente que no duerme porque sigue en alerta por la Patria Grande.
Vamos a parafrasearla:
Carriza desesperada
Compañera Gloria Martín, compañera
El amor y el reconocimiento de tu pueblo está hoy contigo.
Estará siempre, Gloria Mayor,
¡Irreductible!