Apropósito del 3 de agosto día de nuestro Pabellón Nacional

Semblanza histórica de la bandera nacional venezolana

El  día 3 de agosto es fecha propicia para hablar de nuestra hermosa enseña tricolor, baluarte espiritual de la Patria y fuente de sentimientos patrióticos, de las luchas libertarias que han forjado las bases esenciales de la Nación Venezolana, desde los primeros movimientos revolucionarios independentistas, hasta las luchas actuales que hemos honrado con resistencia patriótica, manteniendo muy en alto la esencia del pueblo que se aviva en los aires democráticos y revolucionarios de nuestra República Bolivariana.

Es el momento  para hacer un ligero recorrido histórico, sobre el origen y trayectoria heroica de nuestra Bandera Tricolor, cuando recordamos con orgullo patriótico, que mediante el Decreto 4754, publicado en Gaceta Oficial N° 38504, el día 21 de agosto de 2026, por iniciativa del Gobierno Revolucionario presidido por el Comandante Hugo Rafael Chávez frías, decreta el 3 de agosto, como día oficial del Glorioso Tricolor, desplazando la fecha del 12 de marzo, que se venía celebrando desde 1963, decretado por el Gobierno de Rómulo Betancourt.

Para conocer la historia y evolución de nuestro Tricolor Nacional, es necesario recorrer el itinerario de luchas libertarias desarrolladas  desde las tentativas pre-independentistas del venezolano más universal, conocido en la historia, como lo fue Sebastián Francisco de Miranda, quien participó como combatiente destacado en tres continentes: África, América y Europa.

Pero antes de comenzar este itinerario del Tricolor Mirandino, quiero hacer un necesario paréntesis histórico, para resaltar dos movimientos precursores de la  emancipación venezolana, que antecedieron a las tentativas del precursor Miranda, donde germinaron las iniciales  insignias de libertad e independencia, como fueron los movimientos de José Leonardo Chirino en mayo 1796 y el de Manuel Gual y José María España en 1797.

Pero no podemos olvidar que durante todo el período de conquista y colonización,  desde el inicio de la invasión europea, acontecieron importantes movimientos de luchas protagonizadas por los aborígenes, los negros esclavizados de descendencia africana, mestizos, zambos, pardos, mulatos y blancos criollos, llamados de manera despectiva por la oligarquía mantuana “blancos de orilla”, destacándose la rebelión del zambo José Leonardo Chirino, en la Sierra de Coro, hoy Estado Falcón.

Estos movimientos revolucionarios necesitaban una efigie para distinguirse en sus luchas e identificar la esencia combativa  de estos primigenios grupos humanos,  cargados de euforia y furor, por parte de grupos oprimidos y dominados salvajemente, por la oligarquía esclavista, apoyada por la Corona Española. Es entonces cuando surge una de las primeras emblemas, diseñada por los insurrectos al mando de José Leonardo Chirino.

Aunque no existen evidencias expresas de esta primera bandera, según el historiador Vinicio Romero, refiere que se presume la existencia de un documento, en el que un funcionario de la época, relata, que entre los materiales decomisados a los insurrectos, fue encontrada una “tela morada”, que fungía como divisa para ser enarbolada al obtener el triunfo aquella rebelión. Se ha dicho también, que el color morado representaba a la estirpe de los negros de origen africano que padecían los rigores de la esclavización, donde también participaron aborígenes descendientes de los caquetíos y jirajaras, negros libres y esclavos y mulatos, de las haciendas ubicadas en esta legendaria Sierra Coriana.

Dos años más tarde, 13 de julio de 1797, surge otro movimiento revolucionario, liderado por el Teniente de Justicia José María España, el Capitán Manuel Gual y el pedagogo Juan Picornel; conocido este movimiento, como Conspiración de Gual y España, iniciado en la Guaira. Este movimiento revolucionario contó con una bandera diseñada por Picornel y elaborada por las manos de la ilustre heroína  Josefa Joaquina Sánchez, esposa del héroe José María España, cuya insignia debía adoptarse en aquella gesta conspirativa, que se convertiría en una de las primeras banderas diseñadas para tan distinguidas hazañas, por la emancipación venezolana, pero esta bandera nunca llegó a izarse, debido al fracaso de este movimiento, que plantea la conformación de gobiernos democráticos republicanos, que proclamen la igualdad de sus pobladores, sin distinción de raza o condición social,  en todo el Continente Americano.

En la organización de este movimiento libertario, participaron individuos de todas las clases sociales, excepto la clase mantuana, que eran los dueños y señores del poder económico, sostenedor del sistema de esclavización, y detentores de algunas de las instancia del poder político a las que las demás clases, subordinadas, no tenían acceso, aunque el poder político central, se regía bajo control de funcionarios directos de la Corona Española.

Esta bandera estaba constituida por seis franjas, dos horizontales  y cuatro verticales; las horizontales blanca y azul; la blanca triple ancho de la azul y en el centro un sol; en la azul estaban ubicadas cuatro estrellas blancas, en representación de las provincias de Cumaná, Guayana, Maracaibo, y Caracas; y las verticales de colores: amarillo, rojo, blanco y azul, en representación de los diferentes grupos étnicos: blancos, negros, aborígenes y pardos.

Es entonces, ya en vísperas del siglo XIX, cuando se da a conocer el primer tricolor ideado por el General Francisco de Miranda, que diseña como emblema para su proyecto libertario, que denominó “Ejército Colombiano”. Esta bandera inicialmente estaba  conformada por tres franjas horizontales de colores: negro, rojo y amarillo, en representación de los grupos étnicos: negros, pardos y aborígenes, los cuales según el proyecto de Miranda, lograrían la igualdad entre todos, la libertad de los esclavizados y la independencia de Venezuela.

Ya en 1801, Miranda desde la ciudad de Londres, el 24 de mayo, fija la meta fundamental de su idea para la liberación y la Independencia de América del Sur, lo que él llamaba Colombia; elabora una relación de materiales y equipos que requería para equipar y armar su Ejército, donde también incluía el diseño de la bandera que representaría los ideales libertarios planteados en su proyecto y, define los tres colores que debía tener la bandera, que eran el rojo, amarillo y azul y los ordena en tres franjas.

Para desarrollar esta empresa emancipadora, Miranda viaja desde Londres, desembarcando en Nueva York, el 9 de noviembre de 1805, donde se entrevista con notables personajes, en solicitud de ayuda para organizar la expedición, obteniendo a través de estas relaciones, los recursos necesarios, y disponiendo ya, de los preparativos suficientes, se apresta a zarpar el 2 de febrero de 1806, desde Nueva York, en el bergantín “Leander”. El 19 de febrero, llega al puerto Jacmel (Haití), y con la ayuda de Alexandre Petión, consigue refuerzos para sus fuerzas expedicionarias, obteniendo dos goletas: “Bacchus” y “Bee”.

El 12 de marzo es izado en el “Leander”  el Pabellón Tricolor Mirandino: amarillo, azul y rojo, desde donde flamea por primera vez con aires de libertad, la Bandera que sería nuestro emblema patrio que hoy nos enaltece los principios patrióticos de la identidad venezolana. 

El día 24 de marzo, a bordo del “Leander” al disponerse a levar anclas, Miranda y sus hombres hacen un juramento, frente al hondear de aquella naciente insignia de libertad, pronunciando las palabras del compromiso de lucha y combate por la emancipación de Venezuela:

“Juro ser  fiel y leal al pueblo libre de Sur América, independiente de España, y servirle honrada y lealmente contra todos sus enemigos y opositores, cualesquiera que sean; y observar y obedecer las órdenes del supremo gobierno de aquel país legalmente nombrado; y las órdenes del general y los oficiales que me sean dadas por ellos”

Después de una larga travesía marítima, frente a las playas venezolanas, el 27 de abril de 1806, se dispone Miranda  realizar un desembarco nocturno en las playas de Ocumare, pero una serie de imprevistos incidentes, no hacen posible tal acción y al amanecer del día 28, es atacada la expedición, por los buques del Gobierno Realista, que regía la Capitanía General de Venezuela, presentándose una fatal investida, siendo interceptadas dos de la tres embarcaciones “Bacchus y Bee, y capturados 57 tripulantes a manos de los guardacostas. De estos capturados, 10 oficiales fueron ahorcados y descuartizados el 21 de julio de ese año. Entre los materiales capturados encontraron las banderas, las cuales fueron llevadas a Caracas y mandadas a quemar en la Plaza Mayor, hoy Plaza Bolívar, por el Capitán General Guevara Vasconcelos el 4 de agosto.

El desembarco en las costas de Ocumare fracasó, pero Miranda no se desanimó en la aquella idea libertaria y emprendió un repliegue táctico hacia la isla de Bonaire, donde se abastece de agua y el 1° de mayo se dirige a la isla de Granada y luego a Barbados, donde establece conversaciones con el gobernador de ese país, en Contralmirante Alejandro Cochrane, quien le garantizó auxilios y protección.

El 20 de julio, sale Miranda de Barbados rumbo a Trinidad con hombres y buques facilitados por Cochrane, desde donde zarpó entre el 23 y 25 de julio, hacia Venezuela. En este nuevo intento de desembarco para la liberación del territorio venezolano, contaba con 400 hombres, 5 bergantines, 3 cañonera y 2 barcos desarmado, llegando el 3 de agosto a las costas de La Vela de Coro, donde desembarca y toma la fortaleza y baterías de este puerto, donde es izada por primera vez en territorio venezolano nuestra Bandera Nacional.

Luego Miranda prosigue a la ocupación de la ciudad de Coro, el día siguiente. En esta ciudad, al igual que en La Vela de Coro, también iza la bandera tricolor; trata de ganar la voluntad de los habitantes corianos y demás pueblos cercanos, pero fue imposible lograrlo. Por tal motivo, ante la indiferencia de aquellos moradores que habían abandonado la ciudad y el bloqueo por parte del Gobierno de todas las vías hacia Coro, Miranda toma de decisión de abandonar el territorio venezolano, el 13 de agosto. Así fue el parto de nuestra Bandera Tricolor.

A partir del 5 de julio de 1811,cuando el Congreso constituyente, declara la Independencia de Venezuela, se establece una comisión conformada por Francisco de Miranda, Lino de Clemente y José de Sata y Buci, para presentar el diseño de la Bandera de la naciente República. Esta Comisión presenta el 9 de julio, un pabellón formado por los colores: amarillo, azul y rojo, en franjas desiguales, más ancha la primera que la segunda y la segunda más ancha que la tercera. Sobre la franja amarilla, en el extremo superior izquierdo, aparece un escudo conformado por una mujer aborigen, sentada sobre una roca, portando en la mano izquierda un asta, con un gorro frigio, rodeada de símbolos alusivos al comercio, ciencias, artes; un caimán y vegetales y detrás de ella, está insertada la   inscripción “Venezuela libre”, junto a una cinta contentiva de la palabra “Colombia”, refiriéndose al Continente Americano.

Nuestra Bandera Tricolor fue izada en la Plaza Mayor de Caracas, hoy Plaza Bolívar, por primera vez el 14 de julio de 1811, por los hijos del héroe José María España, mediante orden del Poder Ejecutivo, haciendo honor y honra a las palabras de este Prócer al momento de ser ejecutado en esta misma plaza, el 8 de mayo de 1799, cuando dijo: “No pasará mucho tiempo sin que mis cenizas sean honradas”.

Luego de la caída de la Primera República en 1812, y restituida la Segunda República, en 1813, se adoptó una Bandera que consistía en un rectángulo negro ajustado dentro de un rombo blanco, puesto a su vez sobre un fondo rojo. Pero el 30 de octubre de ese mismo año, Simón Bolívar le escribe al Gobernador de la Provincia de Margarita, el General Juan Bautista Arismendi donde le dice: “El pabellón de la victoria ha enarbolado en todos los pueblos de Venezuela y que debe adoptar toda la nación  es el mismo que se usaba en la primera época de la Republica, esto es, de los tres colores azul, amarillo y encarnado”.

En marzo de 1817, cuando era instituida la Tercera República, las autoridades emanadas del Congreso de Cariaco, establecen el Gobierno Federal que había desaparecido cuando cayó la Confederación de Venezuela, el 25 de julio de 1812, donde se comprometieron respetar y cumplir la Constitución Federal para los estados de Venezuela, restableciendo la Bandera Nacional del Año 1811. El 17 de mayo, Poder Ejecutivo  decretó que se le colocara siete estrellas azules en el campo amarillo en representación de las siete provincias que conformaban la República de Venezuela: Caracas, Cumaná, Barinas, Margarita, Barcelona, Mérida y Trujillo.

Después de la Campaña de Guayana por decreto de El Libertador Simón bolívar, del 20 de noviembre de 1817, se incorpora a la Bandera, la octava estrella en representación de la provincia de Guayana liberada por el intenso batallar de los libertadores, el cual establece que: 

“Habiéndose aumentado el número de la provincias que componen la República de Venezuela, por la incorporación de la Guayana decretada el 15 de octubre último, decreto: Artículo Único. A las siete estrellas que lleva la Bandera Nacional de Venezuela se añadirá una, como emblema de la provincia de Guayana, de modo que el número de las estrellas será en delante de ocho”. Pero este decreto no se cumplió, sino hasta el año 2006, cuando el Gobierno presidido por el Comandante Hugo Chávez,   decreta la inclusión de la octava estrella en Nuestro Tricolor Nacional.

Con respecto a la apreciación del significado de los colores de la Bandera, se le atribuye al Presidente del Soberano Congreso de angostura, Francisco Antonio Sea, en su discurso del 17 de diciembre de 1819, donde pronunció estas palabras:

“(…) nuestro Pabellón Nacional símbolo de las libertades públicas y la América redimida, debe tener tres franjas de distintos colores. (…) la primera amarilla para significar a los pueblos que queremos y amamos la Federación; la segunda azul, color de los mares, para demostrar a los déspotas de España, que nos separa de su yugo ominoso la inmensidad del océano. La tercera rojo, con el fin de hacerles entender a los tiranos que antes de aceptar la esclavitud que nos han puesto durante tres siglos, queremos ahogarla en nuestra propia sangre, jurándoles guerra a muerte en nombre de la humanidad; en el centro del escudo pondremos la imagen de nuestro cóndor andino, a imitación de los romanos que colocaron en sus banderas las famosas águilas que conquistaron el mundo”. 

Sabemos que en 1819, por fundamentalísima idea de Simón Bolívar, se crea desde el congreso de Angostura la República de Colombia por la unión de Venezuela y Nueva Granada que dos años después, por disposición de la Ley del 4 de octubre de 1821, el Congreso General reunido en La Villa del Rosario de Cúcuta, se establece que la Bandera de la Gran República Colombiana, sería la misma que adoptó Venezuela en 1811, con algunas modificaciones, sustituyendo la mujer aborigen de la primera bandera, por el escudo de armas de la Nueva Granada, simbolizando la unión entre las dos naciones.

 El 14 de octubre de 1830, después de la consumación del proceso separatista conocido como “La Cosiata”, en el mandato presidencial delo General Páez, el Congreso Constituyente reunido en la ciudad de Valencia, decreta la Bandera de la República de Venezuela; manteniendo el tricolor de franjas horizontales, alterado sólo el escudo de armas, adoptando el mismo de Colombia, con la diferencia, que las cornucopias se fueron colocadas vuelas hacia abajo y en la parte interior del óvalo llevará inscrito “Estado de Venezuela”, siendo cambiado posteriormente por “República de Venezuela”.

En la época de la proclamación de la Federación el 20 de febrero de 1859, en la ciudad de Coro La Revolución Federal liderada por Juan Crisóstomo Falcón y Ezequiel Zamora, es nombrado  allí un gobierno provisional, y decreta que, 

“el pabellón   que servirá de estandarte al Ejército Federal, es el pabellón nacional de la extinguida República de Venezuela, con la adición de las siete estrellas azules en la franja amarilla, para simbolizar con su número las siete provincias que constituyeron  la federación venezolana del año undécimo”  

Luego en Barinas Ezequiel Zamora, al ser proclamado General del Pueblo Soberano, decreta en el mes de junio de 1959, el establecimiento del Pabellón de los Estados Federales que, “es el mismo de la República, con diferencia que en la franja amarilla llevara veinte estrellas azules, que simbolizan las veinte provincias que forman la Federación Venezolana”.

Juan Crisóstomo Falcón, siendo Presidente de la República, el 29 de julio de 1853, después del Tratado de Coche, ratifica nuevamente el Pabellón Nacional, pero con una modificación que queda expresada en el artículo 2° del Decreto que establece que, “las siete estrellas en medio de la lista azul, formando seis una circunferencia y la séptima en el centro de ella”.  

A partir de esa fecha se ha mantenido esta Bandera Tricolor, con algunas modificaciones leves realizadas por diferentes gobiernos, pero es el 21 de agosto del 2006, cuando el Gobierno presidido por el Comandante Hugo Chávez, mediante decreto de la Asamblea Nacional estableciendo que a la bandera Tricolor Venezolana, se le coloque una estrella adicional, en acatamiento a la petición de El Libertador Simón Bolívar, de integrar la provincia de Guayana al Pabellón Nacional en 1819.



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Reinaldo Chirinos

Licenciado en Educación Mención Desarrollo Cultural. Facilitador del INCES.

 reinaldoc06@gmail.com

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