¡Misión Seguridad en Venezuela!

Y en el mundo, porque al fin de cuenta el “fenómeno” de la inseguridad o falta de seguridad en la vida cotidiana tiene muchas aristas que van de lo económico, social, educativo, patrimonial, jurídico a un reflejo directo a la vida de cada ser humano en la faz de la tierra.

Tan es así que lo que ayer fue bueno, desde todo punto de vista, para la Europa y EEUU, hoy no lo es y eso que sucede en las entrañas de países otrora imperialistas lo viven desde hace unos 500 y mas años el resto en los cuatro continentes y será así persecula seculorum, por los siglos de los siglos, porque los cambios que pueda vivir la humanidad no necesariamente serán para bien.

Lo que no puede ser negado y estará a la vista del ciudadano local y del mundo, son los cambios que en materia de cultura policial se hacen en Venezuela durante la vigencia del gobierno del presidente Hugo Chávez Frías, que va desde la propuesta de una reforma en ese ámbito hasta la aplicación de las recomendaciones que en ella se observaron.

La activación de la Policía Nacional Bolivariana y el despliegue que va ejecutando la misma y el nacimiento de la Universidad de la Seguridad, son dos golpes contundentes al problema que agobia al país, esencialmente por el numero de homicidios que ocurren en ciudades como Caracas, Ciudad Guayana, Barquisimeto, Maracaibo y Valencia, por nombrar las principales y que son explotados inmisericordemente por la prensa desde el punto de vista político.

También apoyan este esfuerzo el relativamente bajo porcentaje de desempleo, la inclusión alta en materia de escolaridad inicial, primaria, media o secundaria y universitaria. Así la inversión en materia deportiva y en salud necesariamente coadyuva a la búsqueda de los objetivos generales que en materia de seguridad personal y patrimonial debe proporcionar el estado. Se pudieran señalar muchas acciones que proporcionan las Misiones sociales para bajar índices de pobreza en el país, material y culturalmente.

Pero, el mundo y Venezuela no escapa a ello, se bate con grandes corporaciones productora de la violencia humana como lo son la de armas y municiones, la de alcohol, la de drogas, el impulso silencioso pero certero del consumismo y una industria del cine, de la televisión y la radio mediante la cual el intelecto del ser humano se convierte en un inductor permanente de la violencia, incluyendo a los niños a través de las comiquitas. Lo controversial es que esas empresas producen empleo y modus vivendi a pocas personas en comparación con las que reciben el efecto dañino de su obra, creación o producto.

Qué hacer? Sin comparar lo que suceda en Colombia, Brasil, Bolivia, Perú, EEUU, Afganistán, Miammar, Escocia, Jamaica, y otros países, que producen el mal y los afecta también, cada gobierno debe ir a por políticas públicas que reduzcan a términos considerados normales los efectos que ya conocemos.

Así, en el caso del consumo de alcohol será alto difícil cerrar una industria de esa magnitud pero si puedo minimizar la conformación de comercios de distribución a través de ordenanzas municipales y por supuesto, se puede aumentar el gravamen que elevaría el costo de los licores, incluidos los importados. Sería necesario aplicar la ley para cerrar aquellos que estén al lado o cercanas a escuelas, centros de salud e instituciones públicas.

Con las armas el control a través de la ley que se discute hoy pero con normas restrictivas y coercitivas, como prohibir importar armas para vender a particulares y por supuesto, las municiones y aumentar las penas por porte de armas y contrabando. Esta medida no la implementara Brasil porque ellos producen el arma.

El tema del combate al tráfico de drogas tiene un resultado visible y exitoso para la posición del gobierno y del país ante la opinión internacional, pero se ha descuidado la lucha contra el micro tráfico y el mismo ha quedado en manos de funcionarios, cientos de ellos o miles, inescrupulosos que han hecho de ello un negocio gordo. Solo hay mirar las estadísticas sobre el tema de la Oficina Nacional Antidrogas. Esto no lo hará Colombia y USA porque la producen y sus economías dependen de ello.

Y, como corolario, el control del hombre por el hombre, es decir, la supervisión de la actividad policial por parte de órganos adecuados a tecnologías que permitan vislumbrar en tiempo breve al funcionario que se desvía de las líneas de acción impartida por la institucionalidad, incluida aquella de atención que le permita un estilo y una calidad de vida acorde con su entrada económica. Si el sistema no ejecuta acciones en este sentido, la rueda dará la vuelta y en tiempos relativamente cortos, volveremos a los problemas y condiciones que hoy se viven..


ajvmederico@hotmail.com 3899167


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Antonio Valdéz Mederico


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