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Trabajé en la Asamblea Nacional Constituyente, en las Comisiones del Poder Judicial i el Poder Moral que se transformó en Poder Ciudadano, pero hago notar lo del judicial, pues estuve al lado del Dr. Elio Gómez Grillo, toda una autoridad nacional e internacional en esos menesteres de Justicia Penitenciaria, además de establecer una buena amistad en aquellos tiempos, cuando me encontré con un hombre profundamente culto, como pocos conocí entonces. En verdad, solamente recuerdo bien la reunión de muchos constituyentes, convocada por el inculto i malintencionado Presidente de la Constituyente, Luis Miquelena, en su oficina principal, cuando estuvimos presentes Iris Varela i otros, escuchando una exposición de Gómez Grillo, cuando informaba que conocía más de 100 cárceles famosas en el mundo, en las cuales a veces sus directores, solamente conocía los pasillos que los llevaban a sus despachos, i que él había presenciado con asombro i admiración, ver al entonces presidente de la República, Hugo Chávez Frías, sentado en una acera del patio principal de algunas cárceles venezolanas, conversando tranquilamente rodeado de reclusos. Iris era de las que más intervenía; demostraba en sus palabras el fervor por el iniciado proceso revolucionario, ponía de manifiesto su capacidad expositiva, su léxico i sus ideas firmes i claras, así como su inteligencia, honestidad i valentía. Por eso en las sesiones le escuchaba con cuidado i me contagiaba; i le llamaban “la fosforito” porque con su lenguaje recio, arrollaba a muchos en sus confrontaciones. I así siguió siendo cuando fue Diputada en la AN, donde el ex gobernador del Táchira Pérez Vivas (hoi Pérez Muertas) trajo a su empobrecido léxico, la caballerosa necesidad darle una patada en las piernas. I en el Golpe de Estado del 2002, fue la única parlamentaria que vimos en un camión arengando al pueblo i en el Palacio de Miraflores, entre las que en voz alta denunciaban que, aquello, era un golpe de estado igual que Ana Luisa Osorio, i acompañando al presidente hasta que se entregó para evitar la masacre que intentaba hacer, el alto mando militar golpista i traidor, comprados todos con papeles verdes del norte. De modo que, siempre he seguido la marcha revolucionaria de Iris Varela, abogada, penalista i bien comprometida con su estado natal.
Por estas i muchas otras razones que desconozco, pero que bien debe conocer el Comandante Chávez, me pareció uno de los nombramientos más acertados, hacerla Ministra de Servicios Penitenciarios, porque siendo una abogada, joven, dinámica, comprometida de socialismo i revolución pacífica, pese al tesón i entusiasmo encendido con el cual defiende sus ideas, posee sindéresis, debida calma cuando es necesario i tienen conciencia i conocimientos bien estudiados de los que son los Derechos Humanos, como pocos hombre pasados por una Facultad de Derecho u otras profesiones, pese a que los citan a casa paso. Por eso vemos el contraste que ha existido, cuando se ha ocupado del problema del penal La Planta, en pleno Paraíso de Caracas, desocupado sin violencia ni pérdidas humanas; el caso del Rodeo, donde con trifulca i violencia “madurada desde la IV República” porque eso viene hasta de los tiempos de Pérez Jiménez, cuyos castigos i atrocidades con violación de todos los derechos humanos, fueron superados especialmente por el primer Dictador de la era Puntofijista, Rómulo Bethancourt i el supuestamente “bueno” de Raúl Leoni (aunque los demás, lacayos del Imperio, aportaron su barbaridades) creador de las desapariciones i el lanzamiento de presos desde el aire. En el Rodeo i quizás eventualmente en otros, ha habido muertos i heridos, aunque nunca ordenados i concretados por cuerpos de seguridad del Estado. Ese ha sido el supremo cuidado de esta valiosa ministra que, al contrario de lo que sucede en el mundo, es una ministra que no teme entrar a una cárcel, para comprobar los hechos. Así mismo la ministro Varela, desocupó la cárcel de Coro, ha hecho traslados de presos en grandes cantidades, tratando de estabilizar el rompecabeza de la falta de cupos i el hacinamiento, de apenas 31 presidios en el país, pero se ha iniciado nuevas construcciones, ya se hizo un excelente modelo en Carabobo, se ha impulsado en los tribunales los procesos, se han creado nuevos personeros de custodia i hasta una Universidad de Policía i Policía Nacional para el resguardo de la ciudadanía. En fin, Varela nos ha puesto en conocimiento de todas las fallas que vienen de décadas atrás, de los desastres que Gómez Grillo se encargaba de denunciar i no le prestaban la menor atención, i ella, como excelente profesional del Derecho, al primero que solicitó colaboración i luces fue a este hombre extraordinario que se llama Elio Gómez Grillo.
A la gente, i especialmente a la estúpida oposición, se le olvida el caso de Retén de Catia, la arbitraria distribución de presos a otros penales de país, acentuando el hacinamiento i la inhumana reclusión, más la masacre de más de 200 muertos i luego la implosión del recinto; las masacres de la cárcel de Sabaneta en Maracaibo, en el Dorado, en la llamada Isla del Burro en el lago de Tacarigua o de Valencia, las masacres a cielo abierto de Yumare, el Amparo, o en Anzóategui donde se bombardeó i asesinó a jóvenes ya entregados; en fin una larga historia de un régimen bipartidista de cuatro décadas signadas por dos monstruos: la corrupción i la masacre de venezolanos algunos notables como Fabricio Ojeda, Jorge Rodríguez o el profesor Lovera, para solo vislumbrar en el calvario venezolano, tres figuras como en la mal llamada Tierra Santa. Ahora, con el caso de Uribana en el Estado Lara, donde la cifra llegó a 58, i menos de mil heridos (la repercusión llegó hasta el Papa que caya o aprueba enormes genocidios) por el enfrentamiento entre los mismos prames i sus mafias, i reclusos comunes, con apenas dos muertos entre guardias nacionales i otro funcionario, resulta que la culpa no es de Chávez por estar enfermo i fuera del país, pero es de la ministra Iris Varela, que tiene la “manía” de preservar la vida i los derechos humanos de los privados de libertad como los llama. A mediados de la década del 70, por una palabras estúpidamente interpretada por una jueza que me examinó en latín en bachillerato, i consideró que la palabra connotaba otra cosa, fui a la cárcel de Sabaneta en Maracaibo, contraviniendo la opinión de mis cardiólogos i vi la terrible realidad de aquel recinto de infierno en vida, como lo llamé, i cómo se comercia en su interior, cómo nacen los prames i cómo los homosexuales eran tratados menos que gente no, sino menos que animales, gallinas o cerdos. Eso era la IV República i ahora sus viudos i viudas, quieren que esos males “genéticos” se arreglen de la noche a la mañana, con la eliminación física de los detenidos. Así como el monstruo puntofijista se encontró con Chávez quien acabó con la entrega del país i sus riquezas, que ha transformado positivamente la patria sin guerra ni asesinatos programados, estos señoritos locos i viejos amargados, de pseudo partidos nacidos del robo como Primero Injusticia, −por citar un solo ejemplo− siempre están buscando a quien culpar, sin verse el rabo de paja i excremento que tienen. Sus medios de comunicación fomentan la violencia, el crimen i el secuestro i hasta la ministra denunció que algunas requisas para desarmar a los reos, eran avisadas con tiempo por ese adefesio de Globovisión o Globoterror, que todavía nos preguntamos los venezolanos decentes i sensatos, cuando lo van a clausurar, multar con cifras equivalentes al daño que hace, o quitarle la señal del Estado.
Creo, al contrario, que la inmensa labor, la terrible lucha o enfrentamiento que ha tenido la ministra Varela, merece un público reconocimiento, por su sinceridad al informar, por su valentía al entrar a comprobar los hecho, por sus ideas de justicia i respeto a los Derechos Humanos, i por ser una mujer excepcional como Blanca Eckout, María León, Luisa Estela Morales, Cilia Flores, Tibisay Lucena, Luisa Ortega Díaz, María Gabriela Ramírez, Jaquelin Faría, Desiré Santos Amaral, Noelí Pocaterra, María de Queipo i ministras i gobernadoras indígenas, más otras que lamentablemente olvido, que han demostrado ser baluartes firmes de la Revolución Bolivariana Socialista, como un ejemplo continental i mundial. ¡Iris Varela, cómo te admiro i quiero!
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