La verdad, es que la inseguridad esta acabando con la tranquilidad de nuestras vidas, nuestros bienes y nuestra paciencia. La misma está insoportable. Nadie se siente seguro de que no sea robado, atracado, secuestrado o asesinado esté donde esté. El plan "Patria Segura" lo único que asegura es que no te salvará del hampa.
En el día de ayer en horas de la madrugada, tres hombres entraron a la casa de una vecina que vive sola para robarla. Los tres maleantes al verse descubiertos por ella la golpearon tan fuerte que se desmayó. Después la ataron a una silla para luego proceder a desvalijar la casa. Atada y golpeada la encontró su vecina cuando la fue a buscar para acompañarla al negocio donde las dos trabajan. No pudo acudir a su trabajo, la tuvieron que llevar al hospital.
Los vecinos más cercanos nos enteramos por una llamada que nos hizo su amiga. Todos nos presentamos al hospital para estar con ella en esta lamentable situación. Menos mal que no le pasó nada grave. Después de las curas respectivas la dejaron ir a su casa.
La polícía municipal de Urdaneta (Cúa) del estado Miranda se presentó como a las siete de la mañana y hizo lo único que ellos saben hacer: mirar, solamente mirar los muy haraganes polícias de esta "Patria Segura" Más tarde se presentó un hijo que no vive con ella fue a poner la denuncia en el CICPC y hasta la hora en que escribo este artículo no han hecho acto de presencia en la casa robada.
También en el día de ayer la camioneta que hace transporte donde viajaba mi hijo menor, fue atracada por dos hombres quienes despojaron de sus pertenencias a todos los pasajeros. Alguién presenció dicho atraco y dió aviso a la bendita policía municipal quien gracias a la acción de uno de los pasajeros logró capturar a los dos delincuentes. Pero peor fue el remedio que la enfermedad. ¿Por qué? Porque la policía recuperó lo robado pero dejó en libertad a los dos maleantes y no les devolvió sus pertenencias a los atracados.
Las pertenencias no las devolvieron porque segun ellos, quedaban como evidencia. En dos platos estimado lector, a los pasajeros los robaron los delincuentes y los robaron los policías.
Si esto sigue así (y seguramente así será) llegará el momento de tener que protegernos nosotros mismos, ya que los organismos de seguridad no lo hacen. Tendremos que tomar medidas efectivas contra los delincuencia y no efectistas como la hace el gobierno. Tendremos que armarnos como lo estan los delincuentes, para poder defender nuestras vidas y nuestros bienes.
La gente decente y trabajadora de este país tiene derecho a la defensa pero no en los tribunales cuando ya lo sucedido no tiene remedio, sino en las calles o en sus casas. La ley del desarme a los únicos que desarman son a los honestos, porque a los delincuentes no los desarma nadie.
Mientras más leyes aprueba la AN para combatir la inseguridad más aumenta la misma. Mientras más policías y militares hacen presencia en las calles, la inseguridad se desborda y hace de las suyas. Mientras más planes se hagan para contrarrestar esta inseguridad que está acabando con la tranquilidad de la población, más seguro se sienten los delincuentes.
Tenemos que entender que cada una de nuestras familias no son una islas. Que todos vivimos en una misma nación y que para acabar con la inseguridad tenemos que unirnos todos para defendernos de esta epidemia que está acabando con lo más sano de la nación. Tenemos que unirnos para decirle al gobierno que si ellos no protegen nuestras vidas y nuestros bienes como es su deber, nosotros nos veremos obligados a hacer lo que ellos no hacen. Tenemos que éxigirle al gobierno leyes duras pero duras de verdad contra los delincuentes de todo tipo. Tenemos que éxigirle que así como le dan cabida en su partido (PSUV) hasta menores de quince años, que rebajen la edad de imputación penal a la misma edad.
No podemos seguir siendo mirones de palos en esta situación. O, actuamos o la inseguridad nos devorará. No sea que cuando a usted o a mí nos esten bajando del carro para robarlo. Cuando estemos saliendo del banco para quitarnos el pan de nuestros hijos o el alquiler de nuestras casas. Cuando se lleven a una de nuestras hijas para violarlas. Cuando algún delincuente nos espere saliendo del trabajo para secuestrarnos. Cuando se metan en nuestras casas para dejarnos sin siquiera un plato donde comer. Cuando nos asalten en cualquier medio de transporte para despojarnos de todo lo que llevemos encima o de los bolsos de viaje. Cuando nos arrebaten los celulares. Si después que a usted a o mí nos pase algunos de estos casos los delincuentes nos dejen vivos, tengámos que pedir a gritos para ver si alguien nos oye. ¡Auxilio.. Auxilio! que alguién me ayude, entonces tengamos que ver la realidad que usted y yo en estas situaciones nos encontraremos más solos que nunca, porque la autoridad nunca llega a tiempo y cuando llega, no hace falta. Ya usted o yo estamos muertos, golpeados o robados.
Por eso en una oportunidad escribí un artículo (no se si usted lo leyó) titulado: "La patria está segura, los que no están seguros son sus ciudadanos" Una verdad tan grande como tan grande es la inseguridad