El triunfo de las y los activistas estadounidenses, luego de la decisión de la Corte Suprema de los EEUU sobre el Matrimonio Igualitario, y el apoyo de la misma por parte de su Presidente Barack Obama, hoy día es utilizado por algunos movimientos e individualidades que se autocalifican de izquierda revolucionaria, pero que no fungen más que de aliados y aliadas del sistema opresor que domina a gays, lesbianas, bisexuales, transgéneros, transexuales e intersexuales, para dar continuidad al secuestro de sus libertades individuales y sus derechos humanos.
Estos movimientos pretenden hacer ver que al ser un logro proveniente de los EEUU, esto le otorga a la institución del matrimonio el matiz de imperialista, burguesa y en consecuencia contrarrevolucionaria. Dicha posición muestra la falta de formación (en algunos casos) que en cuanto a estos conceptos manejan estas personas y cómo la ignorancia (repito, en algunos casos) les convierte en instrumentos de los intereses de grupos fundamentalistas cristianos disfrazados de izquierda socialista progresista que en realidad se mueven alrededor de una moral y una conciencia ultraderechista, conservadora y fascista, pues tras esos argumentos lo que ocultan son las profundas raíces discriminatorias, excluyentes y opresoras.
Vale la pena recordar que la exclusión sistemática de grupos sociales en el acceso a las instituciones es un signo significativo de los llamados “valores burgueses”, pero el Matrimonio Igualitario persigue la inclusión de parejas del mismo sexo y/o género en la institución matrimonial (históricamente excluidas), deconstruyendo los valores patriarcales, de dominación de la mujer, de la visión de la mujer como objeto para la reproducción y como instrumento de servicio al hombre; y no menos importante, el valor de igualdad jurídica y social que esto representaría al reconocer formalmente a las familias diversas y la garantía de protección de los derechos civiles de sus miembros. Y si analizamos en profundidad, el verdadero valor de brindar el acceso a las familias homoafectivas y homoparentales a dicha institución es la reivindicación de su dignidad como personas, como seres humanos, como ciudadanas y ciudadanos del mundo.
En conclusión señoras y señores, sus falsas posiciones radicales solo impiden todo avance sexodisidente en la Asamblea Nacional. Si tanto les molesta el matrimonio, propicien una campaña para eliminarlo por completo del Código Civil, y no simplemente para negárselo a la población sexodiversa. Si no se quieren casar, ¿por qué impedírselo a quienes si quieran? ¿Creen o no creen en la igualdad? La aprobación de la ley de matrimonio igualitario consignada ante la Asamblea Nacional es un paquete completo, que incluye las uniones de hecho (los llamados concubinatos) y el resto de las figuras familiares.
Dense cuenta que el discursito ante Estados Unidos no tiene nada que ver con el imperialismo y la violación de DDHH de ese país, porque en definitiva, ustedes están haciendo lo mismo. No se presten al juego de quienes tuercen su poder por prejuicios machistas y hembristas y nos desprestigian diciendo que "nuestro lobby sexodiverso" es perverso e insaciable. Están siendo peones del sistema, al embasurar la inclusión de los gays y las lesbianas y su acceso al matrimonio y a las familias igualitarias. Simplemente están atizando más y más odio.
Nuestra lucha por una Venezuela más igualitaria sigue en pie…
giovanni.piermattei@gmail.com