Hace unos días fui atracado por unos hombres armados junto a mi hijo de cuatro años a quien por cierto le quitaron los zapatos y su pequeño el bolso escolar a pocos metros del colegio Lesbia Plater ubicado en el municipio Rafael Urdaneta, ni cerca ni distante había un policía en el sector patrullando a pesar que esa escuela ha sido robada varias oportunidades.
Después de la traumática experiencia de ver peligrar la vida de mi hijo y la mía a manos de la delincuencia motorizada que abunda en la zona me dirigí a la policía municipal de Cua a formalizar la denuncia y al llegar fui atendido de manera amable y Cortez por un funcionario (¿policía bueno?) quien luego de escucharme con atención me explico, sin dar muchos detalles, que debido la estructuración funcional de la institución “no se toman denuncias” y solo podía asentar en el libro de participación ciudadana la novedad que le había manifestado pero hasta ahí llegaría su colaboración y si deseaba formalizar la denuncia debería trasladarme ante la sede del CICPC en Ocumare del Tuy. Al llegar allá no me tomaron la denuncia por ser genérica ya que no aportaba los datos de quien me robo, y de paso según ellos lo que me quitaron no era algo costoso que valiera la pena, (ni se imaginan el sacrificio que había hecho para comprar esos zapatos y el bolso de mi hijo) y por lo cual eso era competencia de la policía municipal quien me remitió allá.
Peloteado policialmente me devolví y cuando me baje del ferrocarril vi como unos policías de Cua se llevaban a unos buhoneros que vendían cigarros, ají y otras cosas frente a la estación y entre ellos estaba un conocido que ante una seña mía tratando de indagar lo que pasaba el pana me saluda y sin temor a los policías me grita “No paso nada pana, es la matraca diaria”, los policías siguieron el paso inmutables, como si no les importara. Preocupado por las consecuencia de sus aseveraciones a boca llena me quede frente al pequeño modulo y al rato salió me conto que los policías cobran a todos los buhoneros entre 2.500 y 3.000 diarios bajo la amenaza de sembrarlos o quitarles la mercancía. Le pregunte porque no lo denuncia y me respondió: “¿a dónde? Aquí todo está igual de jodido, a nadie le importa nada, no ves que ni la alcaldesa da la cara, es una alcaldesa invisible -y me remato diciendo- por lo menos estos policías no son tan malos a pesar de la matraca, estos te amenazan, te hacen la advertencia y lo hacen por necesidad pero aquí hay policías mas malos, mas ratas que roban descaradamente con el uniforme puesto, que viven de cuidar negocios, del Bachaqueo y le caen a golpes a todo el mundo, siembran y no son agricultores…”
Unos días después pasando por el ferrocarril vi como se llevaban a los buhoneros otra vez y recordé no solo las palabras llenas de ignorancia y realidad dichas por el pana buhonero, sino también recordé cuando fui a poner la denuncia y entre en esa comisaria que era una especie de guarida de menesterosos, un sitio oscuro, sucio y mal oliente que bien pudiera servir de escenario para una película de Malandros post-apocalíptico, paredes manchadas, escupidas, el suelo viscoso y a la vez polvoriento. Me acordé también que mientras Le contaba al policía bueno y educado lo del robo desde una puerta abierta al fondo se veía claramente una celda casi en ruinas y personas apiñadas en la reja en condiciones infrahumanas me gritaban groserías, otras pedían dinero o comida mientras otro policía con un uniforme bastante descolorido sentado en lo que algún día fue una silla se fumaba un cigarro y los mandaba a callar con groserías.
Indudablemente a la alcaldesa Adyaniz Noguera no le importa nada de lo que suceda en el municipio y para muestra un botón, hasta la fecha de este nuevo año escolar han Robado tres escuelas, la Lesbia Plater, el Centro de Educación Inicial Las Margaritas y la escuela básica Consuelo Hernández donde se han llevado hasta la comida de los niños ocasionando suspensiones de clases o sea se metieron con el futuro, con lo más sagrado de un pueblo, “nuestros Hijos” pero ella, La Invisible Alcaldesa de Cua, ni siquiera ha asistido a dar la cara a las asambleas de maestros, padres y representantes para explicar cuales medidas o plan de seguridad será implementado para enfrentar esta ola de hurtos y robos en las escuelas del municipio.
A esta alcaldesa solo se le ve la cara en las viejas fotos y pendones de la campaña pasada que nunca quitaron por flojera de cumplir la ley y no se le conoce por sus contactos y recorridos con la gente durante su gestión. Nunca ha atendido una protesta por comida, por inseguridad o por la mala distribución del agua en el municipio (una sola vez a la semana si acaso) su única respuesta es la Represión Policial, los mismos policías que la gente ve como bachaquean o permiten que bachaqueen en los comercios, los mismos que andan en harapos persiguiendo buhoneros a las afueras del ferrocarril mientras el hampa hace de las suyas y por más que el PSUV se de golpes de pecho diciendo que Miranda es territorio Madurista y sus dirigentes y demás miembros del contubernio gobiernero-partidista andan de casa en casa en contacto con la gente es mentira.
Es tan grande la ceguera de esta alcaldesa invisible e ineficiente de Cua que a pesar de estar rodeada de policías cuando hace sus espasmódicas apariciones como si se tratara de una gran estrella es incapaz de ver la condición de los uniformes andrajosos que llevan y ni hablar de estar atenta a las condiciones del parque automotor, los mecanismos de control y denuncia a malas prácticas policiales, del abandono de las sedes y muchísimo menos de las paupérrimas condiciones socioeconómicas de los hombres que componen esa institución y que a duras penas sobreviven a los malandros con salarios de hambre. A esta alcaldesa Adyaniz “Abandono” Noguera deberíamos sacarla en diciembre con elecciones pacificas pero el CNE decidió extenderle un tiempo más su ineficiente mandato y a nosotros extendernos el sufrimiento de tener esta torpe, ineficiente y aburguesada alcaldesa.
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