Definitivamente y sin lugar a dudas, los hechos demuestran que la falta de autoridad es la madre de la impunidad. No es posible que en un país donde se aplica la ley con dureza contra el pueblo, porque no tiene riquezas suficientes para pagar un abogado que lo defienda y que incluso se les condene, aún siendo inocentes, victimas de la complicidad entre abogados y ciertos jueces en los tribunales de Justicia; se fuguen alegremente de la cárcel criminales como Carlos Ortega y los militares que estuvieron comprometidos con los paramilitares para acabar con el país. ¡¡Es insólito!!
Todos ellos beneficiados en una penitenciaría que a lo mejor tiene aire acondicionado, mientras que el pueblo sufre en El Rodeo ó la cárcel de Tocuyito por delitos mil veces de menor cuantía. ¡¡Grotesco!!
¿Que se puede hacer?, pues no lo se. Aquí en nuestro país a veces la lógica es ilógica ó la mentira es verdad ó viceversa. Se habla de una lucha contra la corrupción, lucha que jamás hará el pueblo en las condiciones actuales, porque no tiene poder y porque además, no dispone de normas ó mecanismos legales para poder combatirla. Y si la Asamblea Nacional no las crea, entonces ¿Qué se puede hacer?
No se hasta donde pueda llegar el contenido del presente ó si alguien ó alguno con poder de decisión en éste país, le pueda parar un poco. Me permito hacer una propuesta: No sería sano para nuestra democracia, que la Asamblea Nacional tenga el poder de destituir y llevar a juicio a aquellos funcionarios que afecten el orden institucional de la República por sus cuestionadas actuaciones, me refiero a los miembros del TSJ, al Fiscal General de la República y a los integrantes del Poder Ciudadano, y en determinados casos puntuales decida la destitución inmediata y sometimiento a juicio porque se atenta contra la soberanía y la seguridad del Estado.