Para corroborar que la información veraz y oportuna no se da en Venezuela, basta preguntarse por la entrega de los balances económicos de las diferentes instituciones y empresas del Estado, y nos daremos cuenta de la falacia, porque en realidad no sabemos nada del manejo de los recursos de la Patria y si nos enteramos de algo es porque alguien del grupo de apátridas se disgustó con los otros o no recibió su tajada. Lo mismo pasa con la violación de los derechos del ciudadano, al tomarse atribuciones que deben ser antes consultadas y aprobadas por la mayoría de los venezolanos.
Más bien se trata de información tergiversada y oportunamente manipulada, lo grave es que periodistas que contaban con alta estima por parte del Pueblo, se presten para hacerlo, y los que no, sean sacados “fuera del aire”, como dijo una vez un recalcitrante opositor. Es doloroso y repugnante escuchar como algunos violan todos los principios éticos del periodismo, como el de avalar una denuncia sin pruebas u ocultar una con evidencias contundentes o realizar un programa sobre la corrupción, y dejar por fuera a los que tienen una posición crítica contra los manejos en la administración del Estado.
A estos malos periodistas se suman una gran cantidad de opinadores y escribidores que desvirtúan la información; estos pueden verse en la radio, televisión y en la diversidad de los actuales medios virtuales. Las burlas, la difamación; la violación de los derechos como el de la privacidad o a no ser acusado sin comprobar alguna culpabilidad; son el plato de cada día, son sus armas para captar audiencia y por lo tanto se encuentran a la caza de cualquier opositor al pensamiento de los dueños del circo; buscando a quien alimente su programa o escrito. Lo más destructivo, es su forma de conducirse, de expresarse, de representar el importante espacio que ocupan; porque no cumplen con la misión educativa y orientadora del pueblo que los sigue. Cautivar a un público que ríe, asiente y difunde esa mala praxis es un crimen que puede considerarse como traición a la Patria, porque deforma, denigra y atenta contra el desarrollo del acervo cultural, tanto Nacional como Internacional.
Pero estoy seguro que existen comunicadores sociales capaces de dar luces al pueblo, como el periodista Daniel Castellanos, que renuncio a VTV, por razones éticas y profesionales, y ojala tuviera la oportunidad de entrevistar a los que en este y otros escritos señalaré. Comenzare por recomendarle que entreviste a José Vicente Rangel, para que nos recuerde como fue su última campaña presidencial, sus entretelones y sus promesas; preguntarle por Cicerón y la escultura de Bolívar que nunca faltó; que dé su opinión sobre el decreto del Arco Minero, la negociación del carbón y el extractivismo en el Esequibo; que diga el por qué no ha mostrado la preocupación en la desaparición de Alcedo Mora, como lo hizo con la muerte de Fabricio Ojeda. Que revele al público, lo que piensa sobre las declaraciones de las empresas de maletín, del billete de cien, del sacudón y las grandes medidas económicas que nunca se dieron; que nos diga sinceramente, si puede confundirse la iniciativa con el acto de convocar una Asamblea Nacional Constituyente; definidos muy claramente en los artículos 347 y 348, de la Constitución vigente, para evitar que por un capricho o mala intención de una minoría, se vulnere lo aprobado en ella por la mayoría del pueblo venezolano.
También espero al heroico periodista que entreviste al ex Defensor del Pueblo y ahora Fiscal General, para así escuchar su opinión sobre el Cacique Romero, al cual se le negó protección como lo acredita el artículo 55 de la Constitución vigente y fue asesinado vilmente; como lo serán otros pueblos originarios a causa de la entrega de parte de su hábitat a empresas extranjeras para explotar sus riquezas, algunas de ellas expulsadas por el Comandante Chávez; y además, violando el artículo 120 de la Constitución, por ejemplo en el Zulia con las minas de carbón y en el Amazonas con el Arco Minero.
Para que aclare, porque en una entrevista dijo: "Nosotros tenemos un principio de honor, todo familiar, todo abogado, de una persona privada de libertad está en el pleno derecho de visitarlo en los términos que establezca el propio reglamento interno" , y ya el General Baduel, tenía 20 días sin recibir ese derecho, contemplado en el artículo 44 de la C.B. vigente. Y aprovechando ese tema, preguntarle porque declaró que “esta semana una hija del general Baduel solicitó una audiencia con nosotros y vamos a conversar sobre ese caso". Y más tarde los hijos desmintieron a través del twitter la celebración de una reunión con él luego de 3 semanas de la desaparición de su padre.
En La Entrevista de Vladimir Villegas, transmitido por Unión Radio; el Fiscal General Tarek William Saab, expreso que: "la desaparición es cuando alguien efectivamente fue primero ilegalmente detenido y luego que es ilegalmente detenido, asesinado.” Por lo que cabe preguntarle, si el caso de Alcedo Mora, por realizar una denuncia sobre el contrabando de gasolina que se generaba desde las mismas instalaciones de PDVSA, entra en la calificación de desaparición forzosa, después de más de dos años de su captura por el Sebin, anunciada por el mismo, según un último mensaje enviado a un amigo. El testigo está en sus manos y ya que al parecer las gestiones de su antecesora no arrojaron resultados, se espera que se reanuden las investigaciones por parte de su despacho por lo que le remitimos un artículo de Pancho Alegría, titulado Fiscal Ortega Díaz ¿le ayudamos a resolver el caso de Alcedo Mora? Del 28/02/2017
Para mí, un periodista debe basar sus interrogantes en las buenas y malas actuaciones del entrevistado en el cargo que detenta; pero más que todo, en dar a conocer al público indicios de la personalidad y capacidad para las responsabilidades encomendadas; y lo mejor para esto, es dar a conocer el contenido de los artículos constitucionales que definen sus atribuciones, por ejemplo:
Artículo 281.- Son atribuciones del Defensor o Defensora del Pueblo: aparte N°4. Instar al Fiscal o a la Fiscal General de la República para que intente las acciones o recursos a que hubiere lugar contra los funcionarios públicos o funcionarias públicas, responsables de la violación o menoscabo de los derechos humanos. N°6. Solicitar ante el órgano competente la aplicación de los correctivos y las sanciones a que hubiere lugar por la violación de los derechos del público consumidor y usuario, de conformidad con la ley. N°8. Velar por los derechos de los pueblos indígenas y ejercer las acciones necesarias para su garantía y efectiva protección.
El aparte N° 4, infiere, que si la fiscal saliente ignoró casos de violación de derechos humanos y tiene responsabilidad en los hechos de violencia; el Defensor del Pueblo, no queda libre de culpa porque está en el deber de instar, que se cumpla la justicia y esto no se vio sino hasta después que la fiscal denunció la inconstitucionalidad de algunos actos de los poderes Ejecutivo y Judicial. El aparte N°6, se vive cada día en la lucha por la subsistencia y está a la vista que el consumidor viene siendo expoliado y maltratado por instituciones públicas y privadas; y del N°8, las muertes y maltrato de su hábitat, comprueba que los derechos indígenas vienen siendo pisoteados desde hace mucho tiempo.
Pareciera que todos estos funcionarios se aprovecharan de la ignorancia del pueblo, que se encuentra disperso en la solidaridad y en la conciencia; un pueblo que no logra captar que la fidelidad es con la Patria; un Pueblo que no percibe lo que significa el acto que se llevó a cabo en Argentina por la desaparición de Santiago Maldonado detenido el 1 de agosto, donde miles de manifestantes recorrieron las calles bajo la consigna “Vivo lo llevaron, vivo lo queremos”
Cuando la mayoría de los diversos comunicadores sociales y el pueblo todo, no vendan su conciencia a los detractores y depredadores del mundo y respondan a los intereses de la Patria, comenzaremos a recibir una información veraz y oportuna; de lo contrario, olvídense de una Venezuela pujante y ostentadora del cetro de la justicia, ya que si se oculta la realidad no veremos ni podremos contrarrestar los males que amenazan con acabar con nuestra hermosa Venezuela.