El Comité Parroquial Constituyente de Unare (Municipio Caroní) condena enérgicamente el magnicidio en grado de frustración contra del Presidente Constitucional de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, acaecido el pasado sábado 4 de agosto en la Avenida Bolívar de Caracas, conmemorando el aniversario 81 de la Guardia Nacional Bolivariana.
Malévolo, cobarde y estúpido hecho planificado presuntamente por el gobierno colombiano utilizando explosivos colocados en pequeños drones, los cuales pudieron causar no sólo la muerte del Presidente Maduro, sino también la de la primera combatiente Cilia Flórez, así como la los presidentes de los demás Poderes Públicos, el Alto Mando Militar, el Cuerpo Ministerial del Gobierno Nacional, familiares y cadetes; además de los siete (7) guardias nacionales heridos.
Hecho histórico en lo político, de carácter violento, muy inusual de suceder en nuestro país, si recordamos que el último ocurrió en junio de 1960 en contra del entonces presidente Rómulo Betancourt, estallando un carro-bomba ubicado en el paso de la comitiva presidencial por el Paseo de los Ilustres en Caracas.
Esta vez, no nos cabe la menor duda que la idea de perpetrar tal magnicidio fallido la encontramos en las oficinas de la Agencia Central de Inteligencia de los EEUU (CIA, siglas en inglés), en confabulación con el gobierno colombiano; dado el amplio prontuario criminal de esta Agencia gringa a lo largo de su tenebrosa trayectoria criminal, más aún por las reiteradas declaraciones agresivas del presidente gringo Donald Trump de intervenir en Venezuela por la fuerza, secundadas hace pocos días por las del presidente Juan Manuel Santos: "la caída del gobierno de Nicolás Maduro está cerca", agregando "en un estado de negación que ya es irracional, porque dice que no, que allá no hay crisis, que no necesita ayuda, entonces ante esa situación es muy difícil poder hacer algo adicional a la presión para que ese régimen se cambie ojalá de forma pacífica lo más pronto posible".
Ante tal amenaza, apoyamos decididamente el reciente comunicado oficial del Gobierno Bolivariano, ante la estúpida reacción del gobierno colombiano de no condenar el hecho sino por el contrario, pretende defenderse de los claros indicios probatorios. Uno de los últimos párrafos del comunicado venezolano señala: "Hacemos responsable al gobierno de Colombia de cualquier nueva agresión o intento de propiciar desde su territorio o desde los espacios fronterizos cualquier provocación contra la Patria de Bolívar".
Este abominable acontecimiento nos obliga a todos los revolucionarios estar pendiente de cualquier otra agresión imperialista; para lo cual debemos unirnos más que nunca, plenos de fuerza y cerrar filas en todos los frentes. ¡Viviremos y venceremos!
¡LA CONTRAREVOLUCIÓN NO PASARÁ!