No hay peor crimen que el que se comete hacia personas vulnerables, especialmente contra niños, niñas o adolescentes. Hemos estado presenciando con horror, la vieja olla podrida que ha destapado el Vaticano bajo el mando de su Santidad Francisco, en ya incontables lugares del mundo y también hemos presenciado como en forma grotesca, algunos politiqueros amparados con el poder mundial, tapan semejantes escándalos, los ignoran exprofeso, para que en el mundo no se sepa que militantes de sus filas, están involucrados hasta el cuello en tan aborrecible delito. Dichos políticos, se escandalizan y se dan golpes de pecho protegiendo delincuentes con oficio de politiqueros, mientras que sus víctimas lloran en silencio, cientos de jóvenes que han sido abusados por esta calaña de depravados.
Doble agresión para las víctimas, que han sido obligadas a guardar silencio luego de haber sido abusados, mancillados, violados; tal acontece aquí en nuestra amada Patria, me ha tocado recibir testimonio de jóvenes que han sido abusados por dirigentes de sendas organizaciones criminales (no puedo darle calificativo de partidos políticos) llamadas Primero Justicia y Vente Venezuela, no sé si las desviaciones morales se heredan, pero revisando los antecedentes de los criminales, saltan a la vista su militancia activa, sustentada con abundante material fotográfico en las redes. Señoras como Lilian Tintori o Delsa Solórzano; Curas y Obispos como Urosa Sabino y Baltazar Porras aparecen abrazados o activando en distintos eventos políticos con los violadores y pedófilos denunciados por sus víctimas.
Si bien es cierto que una fotografía con un criminal de esta calaña no incrimina, tampoco deja de ser cierto que cuando se trata de este tipo de delincuentes existe un manto de impunidad, un chantaje, una censura implícita para que no se conozca su rostro o sus delitos, si resulta ser que el delincuente en cuestión tiene una militancia política dentro de alguna de esas organizaciones. Para quienes seguramente salgan a descalificar esta nota arguyendo las fotos que me he tomado con los privados de libertad, les refresco la memoria: mi oficio actual y desde hace 7 años, es Ministra del Servicio Penitenciario y mi trabajo es atendiendo a toda persona que haya cometido un delito y esté siendo juzgada o cumpliendo condena por los tribunales de la república.
A orden del Ministerio Público he elevado en momento oportuno las graves denuncias formuladas directamente por las víctimas, que incriminan a algunos sujetos de las características señaladas y a quienes no podemos llamar Políticos, sino PEDÓFILOS y deben pagar ante la justicia, semejante daño causado a jóvenes vulnerables, algunos de ellos ya están tras las rejas, me tocará atenderles pero no me tomaré fotos con semejantes lacras.
Agradezco a las personas que han demostrado su confianza para denunciar ante el ministerio que dirijo ese grave delito y aliento a quien haya sido víctima a no guardar silencio, nosotros actuamos con firmeza y respetamos la confidencialidad que las víctimas de este tipo de delito ameritan, recuerden que el silencio es ganancia para los agresores, no les tengan miedo, DENÚNCIALOS!