La reciente defensa que hiciera la Cancillería colombiana de la legalidad del uso de las trochas existentes en la frontera colombovenezolana no puede ser tomada a la ligera.
Ningún país del planeta ha asumido ni asumirá una propuesta que invita a ingresar a su territorio por vías ilegales y sin control de sus funcionarios de inmigración.
Por otro lado, la historia de traiciones, abusos y agresiones a Venezuela, por parte de Colombia, invita a preguntarnos ¿Qué hay detrás de esa locura que defiende el gobierno neogranadino?
Pensar que es un error, una posición personal o una forma de llevarle la contraria al gobierno venezolana no pasa de ser una pendejada de nuestra parte.
Por eso escribo esta nota. Para alertar a todo el que pueda, incluyendo a algunos funcionarios de nuestro gobierno sobre lo que pudieran estar tramando del otro lado de la frontera.
Todos sabemos lo que el gobierno colombiano es capaz de hacer con sus propios ciudadanos (Colombia es una gran fosa común) para obtener un rédito político o económico. Además, los falsos positivos son su especialidad.
Con esto queremos decir que es muy probable que el gobierno colombiano esté defendiendo y aupando el uso de las trochas para asestarle una puñalada por la espalda a la Revolución Bolivariana.
Van a producir una matanza en esas trochas y muy probablemente lo hagan con paracos uniformados de guardias o soldados venezolanos.
El escenario está montado y es este:
1. Ya existe una matriz de opinión sobre una crisis humanitaria en Venezuela.
2. La prensa destaca que muchos países quieren dar ayuda humanitaria y el gobierno venezolano se niega y hasta la destruye
3. El uso de las trochas se ha vendido no como el camino de contrabandistas y mercaderes sino como el camino usado por venezolanos que huyen del régimen en busca de alimentos y oportunidades.
En ese escenario no resulta difícil hacer una matanza y con todo el poder mediático asegurar que fue el ejército venezolano, por ordenes de Maduro, quien asesinó a los que intentaban huir.
Advertidos estamos.