En general compartimos buena parte de las reflexiones que consigna en su artículo, "Vamos a intentar leer lo de Bolivia con mesura, sin euforia ni torceduras" (https://www.aporrea.org/ideologia/a296398.html), referidas a lo que aconteció este último domingo 18 de octubre en la hermana República de Bolivia, con el triunfo arrollador del candidato del MAS, Luis Arce, sobre el resto de los aspirantes, todos ellos de tendencias de derecha y quienes recibieron los mayores apoyos de Washington y de sus perritos falderos del llamado Grupo de Lima, dentro del objetivo de propinarle no solamente una derrota al masismo boliv¡ano, sino terminar de excluir de por vida la posibilidad de que los indígenas pretendan seguir aspirando a desempeñar responsabilidades políticas para la gobernanza del país. Es necesario precisar, para callar a algunos voces que pretenden asegurar que Arce es blanquito y que nada tiene que ver con los "indios", que por el lado materno, su apellido Cotacora, proviene de la lengua aymara, compuesta por dos vocablos "cata", que significa amargo y "cora" que significa yerba y en auténtica lengua aymara, se escribe QATAQURA, que viene a ser yerba amarga…

Muestras discrepancias se contraen a sus intentos, al final del artículo, de establecer de forma un tanto solapada, comparaciones entre los éxitos económicos de la gestión de Evo con la grave crisis que padece nuestro país, dejando a un lado la realidad objetiva de que Bolivia, durante los períodos del gobierno de Morales, no padeció la bárbara agresión ni el bloqueo implacable que el occidente cristiano, bajo la batuta de los EE UU, le ha impuesto a nuestro país en estos últimos seis años y no porque no haya planeado hacerlo, sino porque allí en el país del altiplano, le funcionó a la perfección la estrategia tradicional del golpe de Estado y, además, con la OEA a la vanguardia… Le agrego otra, no menos importante, es que se arriesga, de manera gratuita, a lanzar la duda sobre la lealtad de un Arce que estuvo al lado de Evo durante todos los años de su mandato, llevando adelante, en perfecta unidad en la acción, el proyecto de la "Pachamama" (Defensa, amor y respeto irrestricto a la tierra)...

Pero observamos en su artículo, estimado Maestro, que allí usted dejó de considerar un elemento de altísima importancia que, no tenemos ninguna duda, habrá de incidir de forma determinante en el destino futuro no muy lejano de la golpista Jeanine Añez, como fueron las masacres que fueron ordenadas durante su muy corto lapso de gobierno, en las cuales fueron muertas, por la criminal represión policial y militar, 36 personas y cientos de heridos durante los días en que se produjo el proceso de desestabilización y derrocamiento del Gobierno de Evo Morales, que dio paso a su designación, de forma totalmente irregular, como Presidenta de Bolivia, dos de las cuales llevan el nombre del lugar donde ocurrieron: "masacres de Senkata y Sacaba" (El 15 de noviembre, al menos 11 civiles fueron muertos y otros 120 resultaron heridos en Sacaba. y el 19 de noviembre, en cercanías de Senkata, otros 11 civiles fueron muertos y 78 heridos).

En concreto nos referimos a que usted, luego de desmenuzar los hechos acaecidos en ese país hermano de Bolivia, escribe esto: "la presidente ilegal, la señora Añez, por encima del ente respectivo (..) optó por reconocer el triunfo de Luis Arce, del MAS y especialmente de Evo, dicho de esta manera porque hay mucho de esto, porque los números son demasiado contundentes, como que supera en votos a sus dos rivales juntos de manera holgada" pues ella advierte "que cualquier desconocimiento a esos resultados, estarían fundamentados en una opción distinta a la que ella encabeza ahora y además por darle más valor a su anterior discurso de la unidad del universo al cual pertenece y por lo (que) declinó su propia candidatura", usted maneja, con mucha credulidad, la certeza de que, "en una nueva realidad, con Luis Arce presidente y lo que no es difícil predecir, lo que viene sobre Bolivia, ella pudiera convertirse en la opción válida para los opositores al nuevo gobierno del MAS."

Desde nuestra óptica vemos demasiado improbable que esa señora Añez tenga alguna posibilidad de convertirse en opción política en Bolivia y nuestra observación se centra en que usted de esas masacres no dice absolutamente nada y mucho menos de la directa responsabilidad que esa señora tiene en ellas, por lo que es allí donde ubico el enorme hueco que deja sus reflexiones sobre estos eventos que le han permitido a los bolivianos rescatar la Patria de las garras del imperialismo yanqui, por órgano de los sectores más retrógrados y perversos que registra su historia de 200 años.

El pueblo Boliviano tendrá que llevar a la justicia a los responsables de esas muertes, las que, no debemos olvidar, fueron ordenadas por los sectores más retrógrados del país, en perfecta alianza para, lo reiteramos, no solamente derrocar a Evo Morales, sino para instalar una suerte de apartheid, pues para esos sectores, de manera general, los indios son seres inferiores, son bestias que deben ser sometidas por la fuerza y eso no lo decimos nosotros, es su misma dirigencia y sus patoteros de alquiler, quienes lo pregonan y lo ponen en práctica denigrándolos y e, inclusive, golpeándolos con palos y piedras a plena luz del día, sin que las autoridades intervengan para impedirlo…

Son muchas las historias deplorables y horribles tratos a los indígenas que conocemos en un país que, por paradójico que parezca, más del 60% de su población es de origen indio, es decir, que de cada 10 bolivianos, 6 son de raza indigena…

Para concluir, debo recordarle al Señor Damas que a raíz de tales masacres y las mil denuncias de persecución política, atentados a la libertad de reunión y de expresión del régimen de la Añez, la CIDH emitió 16 recomendaciones preliminares al Estado boliviano, en donde le propuso crear un mecanismo autónomo e independiente de investigación internacional que asegure el derecho a la verdad sobre los hechos violentos ocurridos en Bolivia a partir de octubre de 2019.