Desde el lunes 08/12/2020, el agua entró a la Bolsa de Valores de Wall Street en New York - U.S.A. el mayor mercado de valores del mundo en volumen monetario y el primero en número de empresas adscritas. Esta entrada al gran salón de valores y templo sagrado del capitalismo salvaje del imperio yanqui, por ser bien común, vital e indispensable para la vida en el planeta Tierra, anuncia el proceso de privatización universal de este recurso, que debería ser patrimonio insoslayable para la vida de los habitantes del mundo, pero al entrar a la bolsa de New York, se dice que será otra cotización más, en el mercado de futuros de materias primas.
El índice Nasdaq Veles California Water Index, que rastrea el precio del agua, está basado en los precios de los futuros del agua en el estado de California - U.S.A. que cotiza a 486,53 dólares por acre-pie, medida de volumen utilizada normalmente en U.S.A., equivalente a 1.233 metros cúbicos".
U.S.A. y China son los principales consumidores de agua en el mundo y la Organización de las Naciones Unidas (ONU), señala que 2.000 millones de personas viven en países con graves problemas de acceso al agua potable, mientras que en los próximos años 2/3 de los habitantes del planeta Tierra, podrían experimentar escasez de agua y millones de personas verse desplazadas. Enfatizamos que la explotación excesiva de este vital recurso por el sector primario, industria y consumo humano, así como el cambio climático, han llevado a que este imprescindible recurso sea cada vez más escaso.
En casi la totalidad del planeta Tierra, las leyes consideran el agua como bien común de dominio público. No obstante, es posible otorgar derechos de uso de esa agua a través de concesiones o licencias administrativas (ya sea para utilizarla o para realizar vertidos en ella), y se argumenta que lo empezado a cotizar en Wall Street no es el agua en sí misma, sino los derechos de uso. Además, la noticia indica que por miedo a la escasez, un recurso esencial como el agua, base de la vida en nuestro mundo, y su cotización en Wall Street de New York - U,S.A. es en el mercado de futuros de materias primas, de esa forma, su precio fluctuará como lo hacen petróleo, oro o trigo.
Es importante resaltar que algunos expertos defienden que, si se utiliza bien, este mecanismo financiero puede ayudar a conseguir un uso más eficiente del agua. Pero también se considera que no tiene sentido dejar que se especule con este recurso tan sensible para la vida en el planeta Tierra. Sin embargo, Gonzalo De La Cámara, Director de Economía del Agua en el Instituto Madrileño de Estudios Avanzados (IMDEA), señala: "Esto siempre ha funcionado de manera informal en todos los lugares del mundo con sistema de riego, también en España", y llama la atención el diálogo entre dos agricultores, cuando uno de ellos, le dice al otro: "Este mes no voy a regar, te cedo mis derechos a cambio de alguna compensación". Lo que es mucho menos común es la existencia del mercado formal para realizar estas transacciones de derechos.
El agua no es mercancía es un derecho humano
La defensa del agua es resguardar o preservar la vida, dignidad y el reconocimiento de los pueblos. Cada 8 segundos muere un niño o niña a causa de enfermedades relacionadas con el agua, que serían prevenibles de tener acceso a agua potable y saneamiento adecuado. Toda persona debería tener asegurado este derecho fundamental, pero en la actualidad, 2.000 millones de personas viven en áreas de estrés hídrico y 3.000 millones no tienen agua corriente en las inmediaciones de sus viviendas. La situación empeora conforme el mundo se queda sin agua limpia, y muchas comunidades alrededor del mundo se enfrentan a los impactos del cambio climático y a la crisis global del agua.
El derecho humano al agua debería establecerse para que a nadie se le pueda negar el agua para las necesidades básicas de la vida por la falta de posibilidad de pagar. Se trata de prevenir que las corporaciones transnacionales hagan negocios multimillonarios con el agua y de que no adquieran derechos sin precedentes sobre ella, como sucede de manera alarmantemente creciente.
Evo Morales, ex Presidente de Bolivia, dice que: "El agua no debe ser más un negocio privado, sino el derecho que el Estado da a sus pueblos". En Bolivia hay una larga tradición de defensa del agua por parte de la población. El ciudadano Pablo Solón, quien fuera embajador de Bolivia ante la ONU, opina que: "La falta de acceso al agua limpia es la más grande violación a los derechos humanos en el mundo".
El 28/07/2010, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó la resolución presentada por Bolivia para que el agua y su saneamiento fueran declaradas un derecho humano. El proyecto resalta la necesidad de que la comunidad internacional coopere para que la humanidad tenga acceso al agua y al saneamiento. A partir del visto bueno de la ONU, se instaba a los diferentes gobiernos a actuar en consecuencia para apoyar en todo sentido programas que permitan a toda la humanidad acceso al recurso vital. La resolución tuvo 122 votos a favor, 41 abstenciones y "0" cero en contra.
Cabe destacar que algunos países europeos votaron a favor de la iniciativa: Alemania, Bélgica, Francia, Italia, Portugal, Noruega, Suiza... La gran mayoría de los países del Sur votaron a favor. Se abstuvieron, entre otros, U.S.A. Canadá, Reino Unido, Israel, Irlanda, Holanda, Japón, Corea, Austria, Australia, Polonia, Rumania, Croacia.
La tercera meta del 'objetivo 7' de Desarrollo del Milenio es la 'sostenibilidad ambiental', y señala: "Reducir a la mitad, para 2015, la proporción de personas sin acceso sostenible al agua potable y a servicios básicos de saneamiento".
De acuerdo con estudios realizados por la ONU, en el mundo, al menos 884 millones de personas carecen de agua potable y 2.500 millones de seres humanos sólo pueden acceder a ésta a más de 3 kilómetros de distancia de sus hogares. También, el estudio indica que 2.700 millones de personas carecen de servicios de saneamiento y otros 1.200 millones no cuentan con servicios de limpieza y aseo, ni letrinas.
La Resolución de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) es un gran triunfo de los pueblos y de todas las personas comprometidas para que el agua sea bien común de todos. Este triunfo es la muestra del sentido que adquiere el trabajo de los grupos y movimientos sociales, y la necesidad de seguir comprometiéndose por los derechos humanos y la defensa del medio ambiente.
En fin, es importante codificar mediante leyes y tratados la obligación de las naciones a proveer agua en cantidad suficiente, calidad adecuada, accesible y asequible para toda su población, lo que sirve de impedimento a quienes pretenden comerciar con el agua y lucrarse con su acaparamiento.