Maduro tiene por delante la expectación de lo que pasará después del 10 de enero, y de lo que depara el nuevo gobierno de Trump, para eso prepara la casa haciéndola más presentable, más humana. Aquel que crea que la liberación de los jóvenes presos se debe a las presiones de sus madres, está equivocado, maduro trabaja para las cámaras, para suavizar la dureza de su rostro, con “lucecitas para escena”, como dice la canción, no importa si “sus empleados” tengan que cargar con la vergüenza de verse indignos de sus cargos, como es el caso del Fiscal Tarek.
El sistema judicial de maduro es su “arranque” de hacer lo primero que le viene a la cabeza si ve amenazado su poder y disminuida su autoridad. En Venezuela no existe un poder judicial, existe la manera reactiva de maduro de gobernar, ejecutada por funcionarios apocados, que obedecen a cualquier disparate del presidente. Maduro actúa como un irresponsable, manipulador y chantajista, pero sus subalternos, los ejecutores de sus caprichos, son más peligrosos que el mismo maduro, por los excesos que puede perpetrar la cobardía que los mueve. Un gobierno construido sobre el servilismo es un fenómeno raro, se tuerce con facilidad erigido sobre miasmas, porque no hay nada más inestable que el servilismo, más peligroso que confiar en su firmeza.
Los que queremos reactivar la revolución socialista de Chávez, la auténtica, expresada en el plan de la patria, que fue falsificado y mutilado y que nunca se ejecutó, necesitamos de gente valiente, con estructura y estatura moral, esto es algo hay que aprender de estos aduladores que acaban con la decencia de cualquier gobierno, inclusive el de Maduro, que es bastante decir. Resulta vergonzoso el descaro de cómo el fiscal de la república encarcela a mil y tantos jóvenes por mandato de Maduro y luego libera a 225 de ellos, por mandato de Maduro, ¡rápido y furioso!, sin hacer ni siquiera el parapeto de que se revisaron los expedientes (no sería extraño que los magistrados del TSJ hagan algo parecido con la abogada Díaz y con el obrero de Masisa).
Pero más vergonzoso y lamentable es que haya otro muerto en custodia, por desidia y por soberbia del carcelero, es decir, del fiscal, que queriendo ser severo, se excedió en su vileza, encarcelando a un pobre hombre enfermo –imposibilitado de modificar el resultado de unas elecciones trampeadas –al final termina mostrándose como un vulgar verdugo homicida... por agradar a Maduro…
¡Coño!, ¡el que tenga ojos que vea!, ¡no existen poderes autónomos!, existe el poder de Maduro de hacer todo lo que convenga a sus intereses. ¡Todos!, magistrados, fiscal, “defensor del pueblo”, contralor, y los representantes de la Asamblea Nacional, trabajan a su aire: si esto es democracia, entonces ¿qué será una dictadura?, si no es una dictadura se parece mucho, está muy cerca, habrá que esperar al 10 de enero.
Al consenso de los cobardes y serviles hay que oponer el consenso de los más valientes. Hay que condolerse de los presos y decirlo, de los enfermos, de los necesitados, denunciarlo y actuar en su defensa, ya que el gobierno, el Estado, maduro, e incluso la iglesia que se dice cristiana, se hacen los locos, son indiferentes al dolor ajeno, como cualquier bicho egoísta, no hacen nada, no quieren o no lo saben hacer acostumbrados a no hacer nada. ¡Moral y coraje, ante el tránsito de la perversión de los cobardes! La única “institución” que funciona en este país es la amoralidad oportunista, de corruptos, aprovechadores y aduladores que gobierna el desgobierno de Maduro, que a su vez obedece a insatisfacciones personales vulgares y materiales.
No podemos “conservarnos” en el miedo, como ellos, al precio de perder nuestra dignidad. La sabiduría popular dice que el cobarde muere muchas veces, antes de fenecer, mientras el valiente, el hombre digno, vive, y muere una vez cuando le toca.
¡SIN MIEDO, VOLVAMOS A LLAMAR A REVOLUCIÓN Y VUELTA AL SOCIALISMO VERDADERO!