Trump

Las migraciones en el mundo son un tema no resuelto. Las declaraciones del presidente Trump amenazando con la expulsión de miles de inmigrantes son un ejemplo de cómo los líderes políticos pueden influir en la percepción pública sobre los migrantes.

Es cierto que el capitalismo no ha podido resolver los problemas de vivienda, el hambre y el trabajo, lo que lleva a millones de personas a buscar una vida mejor en otros países. Sin embargo, es fundamental recordar que el inmigrante no es un delincuente, sino una persona que busca una oportunidad para mejorar su vida y la de su familia.

En realidad, los inmigrantes han contribuido significativamente a la grandeza de los Estados Unidos, como lo han hecho en muchos otros países. Su trabajo, talento y dedicación han enriquecido la sociedad y la economía de sus países de acogida.

Es importante destacar que emigrar es un derecho humano, reconocido en la Declaración Universal de Derechos Humanos. Todos tenemos el derecho a buscar una vida mejor, sin importar nuestras circunstancias o nuestro lugar de origen.

En lugar de estigmatizar y rechazar a los migrantes, debemos trabajar juntos para crear una sociedad más justa y equitativa, donde todos tengan acceso a oportunidades y recursos para prosperar. Esto requiere una comprensión más profunda de las causas de la migración y una voluntad política para abordar los problemas subyacentes.



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Lois Pérez Leira

Coordinador General de la Internacional Guevarista


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