Bueno realmente América del Sur y Centro nunca han tenido verdaderas buenas relaciones con Estados Unidos y ya desde nuestros remotos orígenes de independencia Simón Bolívar advertía a cuidarse de ese Monstruo de Rayas.
La política del buen vecino tendemos todos a aplicarla diariamente en nuestras casas con los vecinos, basándonos en principios de amistad, solidaridad, ayuda y cooperación. Tenemos hasta un dicho que expresa que, el mejor familiar es tu vecino. Y todos tratamos de respetar esa relación.
Sin embargo Estados Unidos no ha sido así, pues siempre ha actuado con nosotros como si estuviera solo en el vecindario, con muchas agresiones e invasiones.
¿Cuál fue la política del Buen Vecino? Fue una política implementada por Estados Unidos durante la presidencia de Franklin D. Roosevelt en los años 30 y 40, la cual respondió no al deseo de ayudarnos, pobrecitos esos países del sur, NO, fue el deseo de contrarrestar otras influencias externas en la región (particularmente de las potencias del Eje en la Segunda Guerra Mundial) y aprovecharse de la economía regional en el contexto global, lo que de todos modos marcó un giro en la relación con América Latina. Si bien esta política coincidió con una época donde el comercio internacional era una prioridad, no se debe considerar únicamente como un producto de la idea del libre comercio, sino de las múltiples facetas de los intereses de Estados Unidos.
Quizás alguien se recuerda que hasta un himno de la buena vecindad existía y todos los niños en la escuela cuando Pérez Jiménez cantábamos (entre ellos Sant Roz), Un canto de amistad, de buena vecindad, unidos nos tendrán eternamente… Ahora Trump y lo Estados Unidos cantan el himno de la mala vecindad… Sometidos los tendremos eternamente.
Donald Trump y los Republicanos quieren ahora revivir esa política del Mal Vecino anterior a Roosevelt, pero no solo para América Latina sino para el mundo.
Hasta ese momento de cambio en lo internacional en la época de Roosevelt, la política de Estados Unidos política se enfocaba en la intervención y el irrespeto permanente, sin importar las buenas relaciones y generando tensiones debido a las políticas intervencionistas.
En cuanto al fin de la globalización, no necesariamente implica el fin de las buenas relaciones internacionales, pero sí hay que pensar que seguramente se incrementara la competencia inter capitalista y un incremento en el regionalismo, donde los países tenderán a fortalecer algunas alianzas, dejando de lado acuerdos multilaterales más amplios.
En el caso de Canadá y México, la política del mal vecino estadounidense lleva, a que aunque ambos son socios comerciales importantes para Estados Unidos, a este no le importa lanzar cualquier amenaza de anexión o invasión de una manera extremadamente inusual y contraria a las normas del derecho internacional y a los acuerdos existentes, lo cual entra ya en el terreno de la psicopatología política, que trataremos en otra oportunidad.
Respecto a Dinamarca y la compra de Groenlandia siguiendo las pautas del mal vecino y agregándole las del mal amigo, la actual política exterior de Estados Unidos a menudo busca provocar conflictos en vez de fortalecer alianzas y colaboraciones.
Para Venezuela y su Revolución Bolivariana es esencial observar cómo se desarrollan estas situaciones, considerar múltiples perspectivas e identificar mecanismo de unidad en diversas áreas con otros paises, pero con un sentido realista, ya que como ha pasado antes, el gobierno amigo de ayer es sustituido por el gobierno enemigo de hoy, y solo de aquella relación quedan deudas que los nuevos derechistas no quiere pagar.