Luego de haber participado en la numerosa y nutrida marcha de ayer convocada para culminar la semana de la “Artillería del Pensamiento”, celebrar el Día Nacional del Periodista y denunciar la manipulación mediática que ejerce día a día, minuto a minuto la empresa Globovisión, uno puede pensar que definitivamente en nuestro país la comunicación social rompió fuentes para abrirle canales de verdadera expresión y participación a todos los sectores de la población. Ya hoy es común que en Venezuela cualquier persona se sienta con autoridad para opinar sobre cualquier acontecimiento y quienes no eran escuchados ayer hoy se organicen para manifestarse y enfrenten la guerra mediática que se cierne contra todos. Creo que hemos tenido un excelente ejemplo, en nuestro Presidente Hugo Chávez Frías, a pesar de todo lo que dice la oposición, quien durante diez años nos ha enseñado a todos a no callarnos y a usar los medios de comunicación y el verbo. Hoy lo está demostrando en la valiente declaración dada a favor del pueblo hondureño, en solidaridad con el Presidente Zelaya, secuestrado por sectores de las Fuerzas Armadas, unido a los grupos económicos ligados con los medios de comunicación de ese país, quienes pretenden arrebatar a esa nación el derecho a decidir su propio destino, a expresar su opinión sobre asuntos de interés nacional.
En una declaración dada a Radio Nacional de Venezuela, acerca de qué es la libertad de expresión, recordaba cómo desde la Revolución Francesa para acá, todas las consignas que lanzara la burguesía de aquella época (libertad, igualdad, fraternidad), han sido los pueblos los que les han dado sustancia y vida en el transcurso de la historia, los que han hecho posible que estos principios se hagan realidad. De igual manera sucedió en el siglo pasado y está sucediendo hoy de manera evidente en Honduras.
Cuando Jimmy Carter durante su presidencia en E.E.U.U. lanzó la campaña internacional sobre los derechos humanos como parámetro para juzgar la actuación de los diferentes gobiernos del mundo, fueron precisamente los pueblos luchando por estos derechos violentados por el gobierno de ese país, quienes le dieron realidad a esa manida frase, cuando con sus luchas lograron rescatar muchas vidas, por ejemplo, las emblemáticas Madres de la Plaza de Mayo en Argentina, por sólo nombrar un caso de miles.
Es el caso de Honduras. El pueblo está siendo conculcado en sus derechos a determinar su propio destino por parte de las clases dominantes de siempre, las mismas que se llenan la boca con frases grandilocuentes a favor de la libertad y los derechos humanos, cuando en la práctica reprimen y pretenden secuestrar estos derechos. Me pregunto qué dirán el C.N.P. y el S.N.T.P. sobre las violaciones sistemáticas que está viviendo el pueblo hondureño a su legítima expresión ya no sólo en las urnas electorales sino en todos los medios de comunicación social de ese país.
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