Ante el silencio de la prensa, en Chile se desarrollan diferentes actividades en favor de los cinco antiterroristas cubanos presos desde hace 11 años en Estados Unidos, desde la recolección de firmas para solicitar su libertad a Barack Obama, actos solidarios y manifestaciones frente a la embajada estadounidense, en apoyo a Antonio Guerrero Rodríguez, Fernando González Llort, Gerardo Hernández Nordelo, Ramón Labañino Salazar y René González Seheweret. Los Cinco permanecen encarcelados desde el 12 de septiembre de 1998 por penetrar organizaciones contrarrevolucionarias de Florida a fin de evitar acciones terroristas contra Cuba, su patria.
El próximo 13 de octubre, el mismo tribunal de Miami a cargo de la jueza Joan Lenard que los procesó antes, deberá someter a un nuevo juicio a tres de Los Cinco (Antonio Guerrero Rodríguez, Fernando González Llort y Ramón Labañino Salazar), por mandato de la corte de Apelaciones de Atlanta. Los Cinco injustamente condenados permanecen en prisiones a través de EEUU, distantes miles de kms unas de otras, pero desde el 31 de agosto Guerrero, González Llort y Labañino fueron trasladados al Centro de Detenciones de Miami, donde esperan las audiencias en total aislamiento.
Actividades en Chile
Un grupo de personalidades chilenas demandó el martes a Obama la libertad de los cinco, en un acto efectuado en el antiguo hemiciclo de la Cámara de Diputados del ex edificio del Congreso Nacional, en Santiago y el sábado 12, cuando se cumplan exactamente 11 años de la injusta detención una manifestación habrá una manifestación ante la sede diplomática del país del norte para hacer entrega de miles de solicitudes de libertad firmadas por ciudadanos chilenos.
En el panel del acto a favor de su liberación en la ex sede del Congreso de la capital chilena participaron políticos, abogados y periodistas, quienes coincidieron en su inocencia, señalaron la irracionalidad de las condenas que para cumplirlas se necesitarían hasta tres vidas, calificación a los detenidos como presos políticos del imperio y denunciaron que las autoridades estadounidenses protegen a los "verdaderos terroristas que gozan de libertad” y pensiones de vejez en Estados Unidos, entre otros Luis Posada Carriles y Orlando Bosh.
La ex diputada comunista Mireya Baltra, quien también fue ministra del Trabajo durante el gobierno del presidente Salvador Allende, hizo un emotivo llamado a redoblar las acciones de solidaridad con los prisioneros, cuyo prolongado encarcelamiento constituye "una venganza brutal contra la Revolución cubana". Para la avezada luchadora por los derechos de los pobres de Chile, el bloqueo impuesto contra Cuba por el gobierno de Estados Unidos es una muestra de "terrorismo económico de Estado" y arguyó que la causa de los cinco revela dos modos diferentes de ver el mundo, no sólo para Cuba, sino también para todo el planeta.
Entre el público que asistió al acto se encontraban las embajadoras de Venezuela, María Urbaneja, y Nicaragua, María Luisa Robledo Aguilar, y el cónsul general de Bolivia, Fredy Torrico Zambrana, entre otras personalidades y dirigentes políticos locales.
El jurista Manuel Jacques, presidente del Partido Izquierda Cristiana, ofreció un análisis de las aberraciones más resaltantes del juicio de Miami y denunció la "perversión de la legalidad" durante el largo proceso judicial a que fueron sometidos Los Cinco. Asimismo, puso de relieve su
"inquebrantable fortaleza, su dignidad y su capacidad de resistencia", apoyados por el pueblo cubano y la solidaridad del mundo.
El abogado se explayó sobre los vicios del juicio y explicó que Los Cinco no pudieron ser acusados de “espionaje”, simplemente porque el gobierno de GW Bush no pudo reunir pruebas de tal actividad. En cambio se les acusó de “conspiración”, una figura penal que no requiere probar la comisión efectiva de delito alguno, sino una mera presunción. Por lo tanto, explicó, las absurdas condenas contra Gerardo Hernández Nordelo de hasta dos cadenas perpetuas más 15 años adicionales y, enseguida de cumplirlos, la posterior deportación de Estados Unidos significa que el preso debería tener al menos tres vidas consecutivas.
El periodista Ernesto Carmona, otro integrante del panel convocado por la Coordinadora de Solidaridad con Cuba, denunció el "muro de silencio" de los grandes medios de comunicación sobre este caso y dijo que, cuando no ocultan el tema, tergiversan la verdad a fin de estigmatizar a los luchadores anti-terroristas con vagos e infundados cargos de “espionaje”. El periodista explicó que el poder en EEUU hoy radica en gran parte en un vasto "complejo militar-industrial-mediático", integrado por grandes corporaciones que fabrican material de guerra y cuyos ejecutivos también ocupan sillones en los consejos corporativos de los grandes grupos que controlan y deciden que información deben recibir, o ignorar, los ciudadanos de todo el mundo.
El periodista Carmona reconoció que, de no haber sido por la actividad de los grupos de solidaridad -y los medios alternativos e independientes-, el tema de Los Cinco jamás se hubiera conocido en Chile y otros lugares del mundo. Por su parte, la embajadora de Cuba, Ileana Díaz Arguelles, agradeció la solidaridad de los chilenos, a quienes llamó a "seguir en esta batalla". El moderador del encuentro, Carlos Lagos, dirigente del la Coordinadora de Solidaridad con Cuba, convocó a una manifestación el próximo sábado frente a la embajada de Estados Unidos aquí para demandar a Obama la libertad de Los Cinco.
Las condenas y el futuro
Gerardo Hernández Nordelo recibió dos cadenas perpetuas más 15 años; Ramón Labañino Salazar, una cadena perpetua más 18 años; Antonio Guerrero Rodríguez, una cadena perpetua más 10 años; Fernando González Llort, 19 años; y René González Seheweret, 15 años. Nunca se aplicaron penas tan irracionales y duras como éstas en EEUU contra personas que efectivamente realizaron espionaje probado e incluso cometieron actos de violencia. Ni siquiera una sola cadena perpetua, y muchos fueron o están siendo liberados, incluso por Obama.
La naturaleza de las sentencias de los Cinco revela el extremismo de una venganza político-judicial, escribió Ricardo Alarcón, presidente de la Asamblea Nacional Popular de Cuba. A esta crueldad debe añadirse las condiciones del encarcelamiento y los obstáculos a las visitas de los familiares. Las esposas de René González y Gerardo Hernández nunca han recibidos visas para poder visitar a sus cónyuges. La aberración se explica por el deseo del gobierno de Bush de mantener “seguras” las operaciones que continúan fraguando los terroristas de Miami protegidos por los órganos de inteligencia de EEUU.
Fernando González Llort, 19 años; y René González Seheweret, 15 años
Gerardo Hernández Nordelo, Ramón Labañino Salazar y Fernando González Llort nacieron en Cuba. Como extranjeros indeseables serían “deportados” de EEUU tras cumplir sus absurdas condenas. El único que podría ser “deportado” sería Fernando González Llort una vez que cumpla su condena de 19 años.
René González Seheweret y Antonio Guerrero Rodríguez nacieron en Chicago y Florida, respectivamente. Es decir, son estadounidenses por nacimiento que no pueden ser obligados a abandonar ese país, pero se convertirían en ciudadanos inhabilitados, sin derechos civiles, si llegaran a cumplir las penas y quedaran en libertad supervisada. El único que podría cumplir su condena de 15 años (ya ha pasado 11 en prisión) sería René González Seheweret, porque Antonio Guerrero Rodríguez debería morir en prisión, nacer de nuevo, cumplir otros 10 años adicionales y sólo entonces quedaría en libertad vigilada con sus derechos civiles y políticos conculcados. Sólo mentes de una lógica tan retorcida e irracional como la de Bush y sus acólitos pudo concebir tales castigos ultra-perversos.
René González habrá cumplido su condena en octubre de 2011 si la defensa no logra antes su libertad, indicó Alarcón. “En cualquier caso, él estará bajo libertad supervisada durante la actual administración. ¿Intentará el presidente Obama ‘inhabilitarlo’?”, preguntó. “¿Se le prohibirá a René hacer cualquier cosa que moleste a los terroristas donde ‘se sabe que están o frecuentan’?”
Los abogados esperan que en el nuevo juicio Antonio Guerrero Rodríguez, Fernando González Llort y Ramón Labañino Salazar reciban sentencias notoriamente menores, después que la Corte de Apelaciones de Atlanta anuló las penas del primer juicio. Pero existe la convicción de que el mundo civilizado está frente a una feroz acción de venganza política contra todo un pueblo personificado en cinco jóvenes que puede ser corregida y revertida por otra acción política, no judicial: el indulto presidencial que clama en todo el mundo la solidaridad internacional con Los Cinco.
(*) periodista y escritor chileno
carmonaulloa@gmail.com