“Cuando el Estado venezolano ejecute el contenido íntegro de la sentencia, podré hablar de justicia. Entretanto persiste la impunidad”, dice Loaiza en una imagen que compartió en su cuenta de Twitter y de Instagram.
Linda Loaiza López Soto es primera venezolana que demanda al Estado de su país ante ese tribunal internacional por un caso de violencia contra la mujer.
Los jueces ordenaron al Estado continuar el proceso penal interno pendiente por tortura y violencia sexual, investigar amenazas sufridas por la víctima y garantizar su seguridad, así como determinar las eventuales responsabilidades de los funcionarios que no investigaron desde un primer momento el caso.
Linda Loaiza López Soto fue secuestrada el 27 de marzo de 2001 cuando apenas tenía 18 años, hasta el 19 de julio de ese mismo año cuando fue rescatada por las autoridades en pésimas condiciones de salud.
Durante el periodo que estuvo secuestrada, Linda López “fue sometida de manera continua a diversos actos de violencia física, verbal, psicológica y sexual, incluyendo la ingesta forzada de alcohol, drogas y medicamentos, privación de alimentos, reiteradas violaciones vaginales, anales y con objetos”.
Esta es la primera reacción de la abogada y defensora de DDHH, tras la sentencia de la CorteIDH, que encontró como responsable al Estado venezolano por una serie de negligencias y violaciones de derechos en su caso.
La Corte encontró al Estado “responsable por los hechos de tortura y violencia sexual sufridos por Linda Loaiza López Soto, en violación de varias disposiciones de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, la Convención Interamericana para prevenir y sancionar la tortura y la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer”.
Según la sentencia, la mujer también fue víctima de “golpes que le provocaron traumatismos contusos y hematomas en el rostro, los pabellones auriculares, el tórax y el abdomen, fractura de la nariz y la mandíbula, entre otros”.
El caso Linda Loaiza López
La trascendencia del caso de Linda Loaiza en Venezuela no solo tuvo que ver con los brutales maltratos de los que fue víctima, sino que desató un debate sobre el privilegio, la impunidad y el sexismo en el país.
En el proceso penal interno de Venezuela se llevaron a cabo dos juicios orales, ya que el primero fue anulado. En el segundo, el agresor, identificado como Luis Carrera Almoina, fue condenado por los delitos de privación de libertad y lesiones gravísimas, pero absuelto por violación. Actualmente se desconoce el paradero del agresor.
López, argumenta que las denuncias repetidas que hizo su hermana mayor, para que se investigara su desaparición fueron desatendidas. También hace referencia al retraso procesal y los constantes cambios de jueces y fiscales que hubo durante los dos juicios que se llevaron a cabo sobre su caso.
En la actualidad, se encuentra pendiente la revisión del proceso en lo referente al delito de violación.