Noviembre 30 de 2018.- Un niño indígena de 11 años de la etnia tzeltal fue decapitado el pasado domingo con un arma blanca en el municipio de San Juan Cancuc, en el estado mexicano de Chiapas, según las autoridades locales.
El cuerpo del menor fue encontrado el lunes entre unos cafetales en la comunidad Chojchow y entregado a sus familiares. Además, el niño presentaba lesiones en diversas partes del cuerpo, por lo que se presume que fue golpeado antes de ser ejecutado.
La Fiscalía Indígena ha abierto una investigación para dar con los responsables del crimen, cuyo móvil de momento se desconoce.
Chiapas es uno de los estados mexicanos más afectados por el desplazamiento masivo causado por la violencia, problema que afecta sobre todo al sector indígena. A primeros de noviembre, más de 1.700 indígenas tzotziles fueron desplazados por la fuerza de la comunidad de Chavajeval, municipio de El Bosque, amenazados por grupos armados.
Ante esta situación, el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas (Frayba) alertó de la intensificación de la crisis humanitaria y de "las graves violaciones a derechos humanos en la población de Pueblos Originarios ante la omisión del gobierno de Chiapas".
El organismo instó al Estado mexicano a "investigar imparcial y eficientemente" los hechos que derivaron en el desplazamiento forzado de casi 2.000 personas, y a "proteger los derechos de Pueblos Originarios en situación de vulnerabilidad".