Durante los caóticos esfuerzos del gobierno el año pasado para reunificar a las familias migrantes, niños decenas de niños que habían sido separados de sus padres en la frontera pasaron hasta 39 horas, y más de dos noches, encerrados en furgonetas.
Los niños, todos entre 5 y 12 años de edad, fueron trasladados en los autobuses desde los llamados "refugios", a un centro de detención en Los Fresnos, Texas.
Correos electrónicos de empleados de BCFS Health and Human Services, el contratista del gobierno, y la organización sin fines de lucro responsable del transporte de los menores fueron obtenidos por la cadena NBC News.
Los emails muestran la frustración entre el contratista y la organización ante la falta de preparación por parte de la agencia de Servicios de Inmigración y Aduanas (ICE) y el liderazgo principal del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS), que se encargaron de la reunificación familiar ordenada por un juez federal.
37 NIÑOS MIGRANTES
NBC News narra la situación que vivieron 37 niños migrantes fueron trasladados en furgonetas en un viaje de 30 minutos desde Harlingen hasta el Centro de Detención de Port Isabel, solo para adultos, de ICE.
Pero en lugar de ver a sus padres, llegaron a un estacionamiento lleno de camionetas como la de ellos, con niños de otras instalaciones que, al igual que ellos, esperaban ser procesados y reunificados con sus padres.
Eso ocurrió el 15 de julio de 2018. Esos 37 niños permanecieron en los autobuses 39 horas, la mayoría de los que estaban estacionados pasaron al menos 23 horas en los vehículos
En uno de los mensajes, Andrew Carter, director regional del BCFS responsable de los niños, le envió a las 10:30 p.m. del domingo 15 de julio de 2018, un correo electrónico a Kevin Dinnin, presidente y director general de la compañía, para alertarlo sobre el hecho de que 37 niños habían estado esperando dentro de un autobús durante ocho horas y ninguno había sido procesado para la reunificación.
"Inicialmente, los niños fueron llevados a la instalación, pero luego fueron devueltos al autobús cuando la instalación todavía estaba trabajando en el papeleo", explicó Carter.
"Los niños regresaron más tarde por la noche, pero regresaron a las camionetas porque hacía demasiado frío en las instalaciones y todavía no estaban listos para ser procesados", agregó.
"Tiene que haber un proceso mejor. Espero que a medida que avancemos podamos hacer ajustes para que no pongamos a los niños pequeños en esta posición", añadió Carter.