Sanna Aldabbas una mujer de nacionalidad palestina tuvo que dar luz en la zona de tránsito del terminal internacional del Aeropuerto Internacional Simón Bolívar de Maiquetía debido a que esperaba por su deportación junto a su pareja Mohammed Jarghon, por haber sido catalogados como "inadmitidos" por el servicio de inmigración del Aeropuerto.
Según los reportes de la aduana migratoria, la pareja de palestinos llegó al aeropuerto desde Turquía, el 23 de enero en un vuelo de la línea Turkish Airlines, y al no presentar los boletos de regreso, fueron inmediatamente calificados como "inadmitidos en territorio venezolano", lo que es requerido para poder entrar en condición de turista al país.
Ya dentro de la zona de tránsito, el día 24, esperando el vuelo para ser deportados, Aldabbas comenzó a sentir los dolores de parto, por lo que fue atendida de inmediato por trabajadores del servicio médico del aeropuerto y por un equipo de bomberos quienes la ayudaron a traer al mundo a un niño varón, siendo este el primer parto que se registra en la historia del Aeropuerto Internacional de Maiquetía.
La mujer junto al recien nacido fueron llevados al hospital del IVSS José María Vargas, donde ambos son atendidos para los chequeos de rigor, sin embargo su compañero, Mohammed Jarghon, no pudo quedarse a ver a su hijo recién nacido porque fue deportado en un vuelo a Estambul. El personal de Migración informó que están esperando por los informes médicos para ser también deportados al sitio de origen del vuelo, en este caso Turquía.
Esta situación tan lamentable, considerando que los palestinos son un pueblo asolado, perseguido, diezmado y desplazado que los obliga a escapar de la situación en que los mantiene el estado Israelí, sean tratados de esta manera por un país que se dice defender los derechos humanos y en este caso declararse solidario con el pueblo palestino, y que aplique este tipo de control migratorio a una pareja que seguramente no tuvo los recursos para comprar un boleto de ida y vuelta y más grave aún que se mantenga en la zona de tránsito a una mujer en un estado de gravidez avanzado.
Es de rigor, preguntar, es que acaso los funcionarios de inmigración en Venezuela no tienen la debida formación de sensibilidad humanitaria para llevar este caso a instancias especiales que analicen este tipo de situaciones donde grupos migratorios que se desplacen por el mundo por ser perseguidos políticos, por guerras, hambrunas y cualquier condición que los califique como poblaciones vulnerables, sean debidamente atendidos y se les brinde protección y cobijo como bienvenida a nuestro país.
Es vergonzoso que mientras los venezolanos sean tratados con tanta xenofobia en los países donde les toca migrar, acá en Venezuela se le dé un trato similar a los que recibimos los venezolanos en el exterior o el tratamiento de los países capitalistas a los migrantes pobres o perseguidos por distintas causas.
Por otra parte, el hecho del niño haber nacido en Venezuela, ¿no le otorga una protección por ser ciudadano venezolano?
La situación de Sanna Aldabbas y su hijo venezolano, debe ser considerado por los organismos competentes dentro de un marco mas que legal, humanitario y de verdadera solidaridad, además de prestarle toda la ayuda necesaria para su estadía junto a su pequeño hijo, así mismo su esposo debería ser considerado como un inmigrante humanitario. Eso es lo que debe hacer un país que lucha por los derechos humanos tanto de sus ciudadanos como los de los pueblos del mundo.