La Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) adoptó la Declaración Universal de Derechos Humanos un 10 de diciembre de 1948. Este documento proclamó los derechos inalienables que corresponden a todos los seres humanos, independientemente de su raza, color, religión, sexo, idioma, opinión política u otras razones, como la posición económica o el lugar de nacimiento.
La Declaración Universal de los Derechos Humanos es el documento que más se ha traducido en todo el mundo y está disponible en más de 500 lenguas. Asimismo, dispone de una versión ilustrada, descargable en la propia web de la ONU, para que los niños y niñas entiendan mejor cada uno de los artículos de la Declaración y tomen conciencia de sus derechos y de los del resto de la población.
Cada año se conmemora este día para tomar conciencia y reafirmar la importancia de los derechos humanos para crear un mundo más respetuoso, intercomunicado y solidario. En 2020, a través de su lema "Defiende los derechos humanos" se invitó a todo el planeta a ser partícipe de una recuperación transformadora —tras la pandemia— en la que se fomentase unas sociedades más resilientes y justas.
El 10 de diciembre no solo se celebran los derechos de los seres humanos sino que también se reivindican los de los animales. En 1997, diversas organizaciones y asociaciones animalistas se pusieron de acuerdo para conmemorar el Día Internacional de los Derechos de los Animales. Ese día, hace 24 años, se realizaron múltiples actos en diversas ciudades del mundo para concienciar y reflexionar sobre el respeto que se debe dar a todos los seres. De Hecho, Reino Unido ha aprobado recientemente que se considere a pulpos, cangrejos y langostas como animales con sentimientos.
En la actualidad, las iniciativas en defensa de los animales se siguen repitiendo cada 10 de diciembre y en cada una de ellas se recuerda la Declaración Universal de los Derechos de los Animales —proclamada el 15 de octubre de 1978— compuesta por 14 artículos, de los que se pueden extraer cuatro derechos básicos: la vida, la libertad, no someterlos a situaciones que les provoquen dolor y no considerarlos propiedad.
En esta lucha por proteger a los animales, la ONU también tomó partida. Dentro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible para 2030, el punto número 15 expone la importancia de proteger a las especies amenazadas, poner fin a la caza furtiva y erradicar el tráfico de especies protegidas.
Además de los actos del 10 de diciembre, las asociaciones animalistas recomiendan llevar a cabo algunas pautas para proteger la integridad de los animales como: reducir el consumo de carne, evitar las prendas de piel y los cosméticos que no respeten el bienestar animal, adoptar en lugar de comprar o no asistir a espectáculos en los que haya animales.
Vale la pena exponer que cada día son más los países que prohíben las crueles corridas de toros, y cada vez se hace más hincapié en la necesidad de prohibir la caza y sacarla de la lista de los deportes. También se conciencia más y crece cada vez más la población vegetariana.
Ha habido logros, pero aún siguen cazando zorros por diversión en Inglaterra. Hay países que continúan con las corridas de toros, como en varias comunidades españolas, por ejemplo en Madrid, la capital, así como por otro lado, organizaciones ambientalistas denunciaron la terrible matanza de cotorras en un parque de Madrid. Por otro lado continúan las sangrientas masacres de ballenas y delfines en las Islas Feroe. Igualmente activistas de todo el mundo protestan cada año por la crianza de perros y gatos para el consumo humano en países como Corea del Sur, Tailandia, China, Vietnam, Hawai, Indonesia, Taiwán, Suiza.
También ha habido avances, como el proyecto para prohibir las corridas de toros en México, la prohibición de la caza del lobo ibérico en España, las detenciones por maltrato y crueldad animal en Venezuela, así como la prohibición de corridas de toros. Hoy día hay muchos países que han prohibido con leyes las corridas de toros: pero falta mucho todavía. Hay que legislar más para proteger y defender los derechos de los animales, que son también seres sintientes.