Está pasando la euforia Yulimar Rojas y con ello, se está como quedando la idea (y la intención) no muy fortuita por cierto, que la participación en las olimpiadas viene siendo cada vez más destacada. Hay buenos "analistas" y mejores escritores (léase propagandistas), que usaron a Yulimar para vender el avance de la "revolución". A estos analistas, Yulimar Rojas le vino como anillo al dedo y se dieron su chapuzón de gloria.
Los mocos casi se me salen, al leer en Aporrea varios artículos que se aprovecharon de la medalla de oro de la GRAN Yulimar Rojas y dejaron su sentencia sobre lo exitoso de la participación de Venezuela. Yulimar puede ser un efecto y no un impacto. Los que trabajan –bien- el análisis de gestión, saben qué es un efecto y qué es un impacto y las lecturas que ofrecen en el ámbito del análisis de una gestión.
Esconder detrás de la figura y participación de Yulimar, la participación de Venezuela en las olimpiadas puede ser un salto al vacío. Negar de prisa, sin disponer de elementos convincentes, puede ser un tremendo tropezón con una aparatosa caída. Una medalla de oro, parece ser un buen punto de referencia para confirmar la existencia de una destacada participación, pero en otros momentos, Venezuela logró medallas de oro y este único dato, no es el mejor indicador para evaluar la participación de Venezuela. Una medalla de oro puede ser una luz brillando y no todo lo que brilla es oro.
Ya resulta curioso, que la euforia y alegría provino de las medallas, y no de TODA la participación de los atletas venezolano. Por supuesto, debemos celebrar la medalla de Yulimar, las otras medallas y TODA la participación de Venezuela. Pero Yulimar con su merecida y trabajada medalla no nos comunica mucho sobre la política deportiva. Es necesario para ello, reunir ciertos referentes: Atletas que participan, Semillero de los Juegos Nacionales, Lugar que ocuparon estos atletas en el proceso de clasificación para las olimpiadas, número de disciplinas deportivas que participaron en esta y otras olimpiadas, cómo ha venido siendo el comportamiento de estas disciplinas en el país y cómo es el talento que vienen andando. Finalmente (entre otras muchas variables), es importante tener el número de medallas que lograron los deportistas en el evento y la posición de Venezuela en el medallero. No estaría demás saber, si los gobernadores promueven los juegos deportivos estadales para irnos configurando una mejor visión de las posibles Yulimar Rojas y Limardo que vienen en camino o si Yulimar es un efecto, que puede agotarse en un par de olimpiadas más.
Todo esto nos daría como un índice y a partir de ahí, puede juzgarse la participación de Venezuela en esta olimpiadas y en otros eventos deportivos.
En este momento, no dispongo de datos que permitan construir una plataforma para abrir juicios. No puedo, pegarme de la medalla de Oro y las de platas de los otros atletas para vender una idea, como la vendieron ahora. Mucha alegría (muy justificada) por la medalla de oro de Yulimar Rojas y poca bulla, respecto a la participación de los atletas venezolanos en este evento. Esto deja un sabor amargo y una intención. Toda la realidad deportiva y juvenil de Venezuela quedó muy oculta detrás del muro Yulimar Rojas.
Sin posibilidad de agotar el punto, es necesario tener unos referentes. En primer lugar, hay que tener en la mesa de trabajo que la participación de un país en los juegos olímpicos no es caprichosa. Pasa por un proceso de clasificación, que va dando señales, sobre cómo es la actividad deportiva en ese país.
PARTICIPACIÓN DE VENEZUELA EN VARIAS OLIMPIADAS
AÑOS |
Nro. DE ATLETAS |
DISCIPLINAS PARTICIPANTES |
LUGAR EN EL MEDALLERO |
México 1968 |
23 |
5 |
29 |
ATENAS 2004 |
48 |
15 |
68 |
Pekín 2008 |
108 |
21 |
83 |
Londres 2012 |
69 |
53 |
|
Brasil 2016 |
86 |
20 |
75 |
Tokio 2020 |
44 |
14 |
86 |
Una mirada a la tabla, nos permite observar señales y tener argumentos para construir un juicio. Si observamos, la participación de atletas y disciplina, asomaría como una primera conclusión que es muy irregular. Pero si la comparamos con el 2008 y 2012 (y no es casual) vamos bajando la participación. En el 2008 por ejemplo, asistieron 108 atletas en 21 disciplinas y en el 2021, 44 en 14 disciplinas. Este dato, puede ser interesante. Llegar a una olimpiadas es parte de un proceso que nos dice mucho de cómo va la política deportiva. Llegar a una competencia olímpica en muchas disciplinas implica sumar puntos en competencias internacionales. En esta de Tokio, bajamos participación respecto a 2008 y estamos casi que a nivel de Atenas 2004. (ver tabla)
Si lo ubicamos por el lugar en el medallero, la situación no suele resultar mejor que antes, aunque ahora logramos una de oro y tres de plata, que evidentemente señalan una buena cosecha. Ahora, logramos el lugar 86, en el 2016 el 75 y el 2012 el 53. Pienso (y es la idea) que cada lector pueda entender que un determinado hecho puede obligarnos a considerar la mayor cantidad de variables e información para hacer un buen juicio. (Ver Tabla)
No sé si esta panorámica precisa de un juicio mío, pero la intención que ahora deseo destacar, es que juzgar hoy y ayer, la política deportiva de un país, no pesa mucho una medalla de oro en los juegos olímpicos. Vale la pena visualizar otras situaciones que pueden darnos una visión más integral. La actividad deportiva es complementaria (e importante) en la formación de los ciudadanos y sirve para competir.
Pasó con el Morochito. ¿Se recuerdan? Nos indujeron a ver SÓLO al Morochito con su medalla. Los políticos y sus medios de comunicación se concentraron ahí y explotaron el fenómeno Morochito. En esa "historia" no apareció la Sra. Olga y los 13 hermanos de Morochito. No aparecieron los cientos de Miles de Olga Margarita Rodríguez Brito. A Morochito se le construyó un país y hasta ahí. Leí que algunas quieren saltar con Yulimar y la pregunta es: ¿Vienen más Yulimar en el camino con la política deportiva en el país, en las escuelas y en los barrios? ¿No tenemos más Olga Margarita Rodríguez con talentos en su ranchitos con cinco hermanitos más, que le cuesta comer?