Cualquiera podría pensar, no sin razón, que estoy mintiendo. La primera versión de este artículo se perdió por haberse dañado el pendrive donde he archivado los dos últimos meses. Como no he podido recuperarlo, hube de escribirlo de nuevo y se me dañó la computadora donde también archivé la segunda. Ahora empiezo la tercera en una mini laptop prestada, sólo este recurso me queda. No es un cuento de navidad, sino como hubiese dicho Félix B. Caignet, el escritor de novelas radiales de origen cubano, "es la más cruda realidad, arrancada de la vida misma".
Pascualina Curcio que es como un hada madrina, por su rostro y actitud dispuesta a endulzarnos la vida, por lo menos explicárnosla, ya que el gobierno no lo hace, sacó de su viejo armario, todo el mundo tiene uno, lleno de cosas mágicas, olvidadas, comprados a dólar barato, razón por la cual están abandonadas, su varita de virtud y atuendo. Hizo sus pases mágicos y habló de la bruja reina de un mundo cibernético que nos amarga la vida.
Dijo Pascualina que la inflación que ahora al venezolano tiene con la "empalizá" en el suelo, es producida por "Dollar to day". Es una bruja con escoba cibernética, que establece la relación bolívar dólar, tal como se le antoje. Claro, como dice ella, si mañana en la mañana muy temprano o en la noche anterior, la página bruja pone una cifra alta, las cosas nos costarán muy caras. Lo que en verdad sucede; aunque no sea esa la razón verdadera. Las viejas brujas y malas, siempre estarán dedicadas a dañar niños y seres desvalidos.
Es decir, según Pascualina, este malestar que nos aniquila, escasa producción y la consecuente escasez, es sólo atribuible a aquella bruja. Eso que uno pensaba que el rentismo petrolero nos condenó a la improductividad, que no pudimos o supimos hacer nada pese que el diagnóstico es muy viejo, no tiene ñapa en este entierro. Eso ha dicho Pascualina. Tampoco podemos pensar que haber manejado los cuantiosos recursos de cuando el dólar rebasó la línea de los cien dólares, como borrachos en noche de juerga, tenga algo que ver con esta peladera. Menos que los corruptos, dentro y fuera del gobierno, incluyendo del bando opositor, que se llevaron millones de dólares, antes y después de muerto Chávez, les corresponda alguna responsabilidad en esto. Que las empresas del Estado, aquellas que expropió por improductivas y hasta creó posteriormente, estén cerradas y de paso pagando nómina, algo hayan influido en la escasez y la inflación, es falso. Nada de todo esto y lo que podamos seguir diciendo, como las trampas que hace el sector productivo, incluso el que acude a Miraflores a dialogar con el gobierno, son causales de "este mal del que me estoy muriendo". Que el gobierno ande sin rumbo, planificación, con los instrumentos de navegación deshechos y tomando medidas cuando han pasado de moda, como quien corre detrás, de último en la fila, en nada ha tenido que ver con este drama.
Pascualina vestida de encaje vaporoso y sombrero propio de las hadas buenas, hizo su diagnóstico. La culpa está allá donde elaboran la página y sus reportes. Desde allá hacen desaparecer hasta la yuca dulce y a la caña toda han vuelto amarga, ha dicho Pascualina.
Al leerla me acordé de mi viejo amigo y compañero del MIR, Domingo, un trinitario hijo de venezolanos, aprendiz de brujo, para quien la fortaleza de Betancourt, estaba en la brujería. Para Domingo no había dudas que el también "brujo" de Guatire, tenía un altar con poderosos santos y expertos en la brujería allá en Miraflores. Por eso, según él, no le entraba ni coquito. Los intentos de Chapita Trujillo de sacarle del medio, como aquella vez que volaron el carro presidencial con el presidente adentro, no dieron los resultados esperados por el dictador dominicano. Por eso mismo, según el severo juicio de Domingo, fracasaron los alzamientos de Carúpano y Puerto Cabello. A los brujos, según Domingo, se debió que estos dos movimientos se no se hubieran podido fundir en uno sólo. Y también para él, el fracaso de la guerrilla, con todos sus detalles, no fue más que las trampas que los brujos hicieron a esa historia. Por eso, Domingo proponía crear un fuerte centro de brujería de la izquierda, para hacerle la contra aquella de Miraflores. Es más, se ofrecía para ejercer aquel tan importante magisterio.
Pensando pues en Domingo, imaginé que Pascualina propondría, para hacerle la contra a "Dólar to day", crear una página del gobierno, que podría llamarse "Estamosvenciendo.com", de conformidad con el optimismo de Maduro. A través de ella se le declararía la guerra a aquella; de modo que cuando anunciase una relación cambiaria, "Estamosvenciendo.com" presentaría otra. Pero no fue así. Pascualina es académica, sabe de las "leyes del mercado" y que el gobierno no tiene como apuntalar lo que diría, mientras el mercado paralelo controla las divisas. Es decir, cuesta que un limpio pueda imponerle su ley en el mercado o en la gallera al gallo que más canta.
Por eso, más creativa, porque no hay duda que la precariedad, la escasez, la peladera, a uno le vuelven muy de eso, Pascualina propuso una fórmula inspirada en la navidad. Aquella parecida a la de Domingo, de hacer la contra con otra página, que no tendría como sostener su palabra, no le servía para nada. Entonces, pensando en el niño Jesús y los Tres Reyes Magos, amigos desde el nacimiento del primero, cuando estuvieron a visitarle en su pesebre, propuso que el gobierno asumiera el rol de importador. Había que acabar con esos pillos que reciben dólares a 10 bolívares para importar lo que aquí se necesita y vender luego tal como lo indique el Dollar to day. Lo que tiene mucho, quizás bastante, de verdad. Pero por esa verdad de Pascualina, que es también una verdad nuestra, uno ahora recuerda a Nicolás Guillén y pregunta "¿Y el Estado ónde etá?".¿Qué hacen los funcionarios del Estado, ciegos y sordos o embrujados están?
La solución de Pascualina es pues que el Estado o el gobierno importe y se encargue de los canales de distribución. Ella, no sé si le ve competencia para que eso haga o, quizás siendo hada madrina de las buenas, alguna magia encuentra para hacerlo eficaz. Quizás, su solución está en los Reyes y el Mesías. Estos distribuyen con una eficacia propia de los magos o los santos. Jesús en un día cumple con su clientela completa. Cada rey, también en un día, hace lo mismo que el hijo de María.
Esa podría ser la magia de Pascualina, que esas cuatro míticas figuras se encarguen de distribuir lo que el gobierno importe. De esa manera a cada quien le llegaría aquello que necesite o pueda comprar. A empresarios de todo tipo y simples consumidores. Las bolsas llegarían completas y selladas. No sucederá, si de la navidad hablamos, que de una bolsa salgan dos. Y que un niño reciba su juguete sin pilas porque estas le llegaron a otro, en otra bolsa, por el mismo precio.
¿Y los reales que la gente paga? Pues regresarían a su fuente primaria bien contaditos, a los santos falta no le hacen.
Quede claro que solamente un hada buena puede abrir un diálogo para todas esas fuerzas se unan.
Pascualina se las comió; no fue una hallaca sino dos. Y no todo está hecho, pues Jesús y los Reyes, a los muchachos del CLAP y el FFM, podrían hasta dictarles un "cursio" para volverlos relancinos.
Y como dije al principio, con este, escribí tres.