Paradoja del Dinero

Si resulta cierto el control de precios por parte de la puja oferta-demanda, es lógico que, a mayor cantidad de circulante, mayor devaluación del dinero, pero no por su carácter de dinero inorgánico sino simplemente porque para una mayor demanda, representada por un mayor circulante, los precios beben subir[1]; con ello el dinero parece perder poder de compra, parece devaluarse, ante una ralentizada oferta de valores de uso, a pesar de incrementarse por una mayor productividad de parte de los asalariados, lo que derrumba el mito de la inflación por causa de dinero inorgánico.

Es que sencillamente la menor oferta de valores de uso arrastraría subas de precios independientemente de que el dinero se haya devaluado o no. El efecto inflacionario es una consecuencia de una oferta restringida para una demanda constante y más todavía de una mayor demanda inducida por mayores salarios lanzados a la circulación. Es lo que ocurre en épocas decembrinas cuando los patronos honran aguinaldos en dinero: crece la demanda sin que lo haga la oferta de valores de uso[2] que, por el contrario suelen ser acaparados para nuevos diciembres. Es lo que explica los repletos inventarios de los exhibidores comerciales. En estos, simplemente se hallan valores de uso esperando subas de la demanda para encarecer los precios y así suplir las bajas ventas a los altos precios del momento.

Las inyecciones de renta, inclusive las mejoras salariales producto de reclamos laborales, si bien pueden traducirse en una mayor produccion de valores de uso, si estos son ofertados podrían causar bajas de precios[3], aunque crezca la demanda con dichas mejoras salariales.

Esa paradoja sólo pude explicarse considerando que toda oferta de mercancías supone una oferta de valores de uso cuyos precios no necesariamente coincide con su valor ya que los precios suelen despegarse del valor por cauda de desarmonías cuantitativas entre la oferta de mercancías y su correspondiente demanda como valores de uso.

[1] Inclusive por causa de mejoras salariales que incrementen la productividad, la producción de valores de uso.

[2] Por supuesto, los aguinaldos no cubren las alzas de precios decembrinos, pero, permiten adquirir bienes duraderos con sacrificio de bienes de la cesta básica.

[3] Incrementos salariales con menores precios no son negocio para ningún comerciante.

 

 



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Manuel C. Martínez


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