Ojo por dólar, gasolina por diente

Bastante agua ha pasado por debajo de los mentados 4 puentes, donde se escenificaron batallas de mayor o menor grado, que tuvieron como culminación la fecha tope del pasado 23 de Febrero (2019), y se obtuvo el desenlace -fructífero para Venezuela-, de que no pasara ni la ficticia y fantasiosa "ayuda humanitaria", ni la invasión de civiles y militares, extraños y enemigos del proceso bolivariano venezolano (marines incluidos), quienes precedidos por un fulano concierto "internacional", pagado por tentáculos que nunca le faltan (ni ya ocultan) al imperio, y todo un show mediático financiado a través de diversas organizaciones apátridas, que "funcionan" en países como el nuestro, dizque para afianzar, implantar, perfeccionar, rescatar, reinstalar, etc. la democracia en cada lugar escogido, cuando -demostrado está históricamente-, lo que hacen es todo lo contrario (es decir, desestabilizar, engañar, envenenar pueblos enteros, manipular a la opinión pública mundial, y derrocar gobiernos legítimos y legitimados en elecciones reales y verdaderas, de las que no quieren saber nada, porque han resultado tan pulcras, que les es difícil competir en esos campos…), desde que comencé hace ya varios años, a aportar ideas para el funcionamiento de nuestra frontera -colombo-venezolana-, que pudieran asumirse desde acá, desde la patria, "patria adentro"… y no como ha venido ocurriendo y hemos venido permitiendo, desde afuera, desde Colombia, y también desde Estados Unidos… para afrontar con éxito una de las más grandes calamidades que sufre nuestro país (Venezuela), como lo es el fenómeno de la extracción de gasolina y de otros combustibles hacia Colombia…

Hoy vuelvo con el tema, porque se han hecho del conocimiento público, nuevas variables en torno a este fenómeno, que, por una parte, desgraciadamente siguen "pesando" como atractivo para el flujo permanente y tal vez creciente, de la extracción de combustibles hacia Colombia… Y, por otra parte, y afortunadamente, en función de esa economía totalmente "narcotizada", nos proporciona un arma no-utilizada todavía por nosotros, que será la que pueda ofrecernos la "gran carta bajo la manga" que pudiera tener -y de hecho la tiene- Venezuela, para enfrentar a esa hermana nación, manejada secularmente por enemigos de nuestro país, representados en una burguesía vendida a las apetencias estadounidenses en este continente, al punto de que desde hace ya varios años hacia acá, se le ha considerado el "caballo de Troya", en nuestra región, incrustado en la cabecera de nuestra vapuleada surAmérica.

La carta que tenemos y tendremos para jugar al póker "duro" de la geopolítica económica en la región, descansa en el hecho de saber ahora, que el combustible que pasa de Venezuela hacia Colombia, no tiene como motivación principal el cubrir una demanda interna para echar a andar el parque automotor de esa república hermana, sino enterarnos de que en un porcentaje mayor al 75 % sirve como materia prima o insumo que contribuye de manera decidida a que Colombia sea, hoy por hoy, el mayor productor de cocaína del mundo (y creciendo en ese campo), y tiene como socio protector -solapado- a Estados Unidos, que es el mayor conglomerado demandante y mayor comprador, de semejante producto.

Pero lo peor del asunto es que nosotros, Venezuela, por no tomar las medidas pertinentes, y por estar arrastrando secuelas -todavía- de la traición al país, adelantada por la gestión del ex ministro Ramírez y su combo de extractores de combustibles, en cuanto a no desarrollar nuestra industria del gas (y gracias a esa maldición, tener hoy escasez de gas, tanto para uso doméstico como para el uso de automotores), somos socios indirectos, por omisiones y por negligencias, e igualmente por no entender algunos componentes investidos de "autoridad", del daño que se le hace al país permitiendo la extracción e incluso asociarse en ella, somos socios indirectos -repito-, de esa "industria" que le permite a Colombia los mayores ingresos en divisas que pueda ofrecerle producto alguno.

Y no vaya alguien a creer que quienes adquieren esos combustibles (del lado colombiano) para elaborar el alcaloide conocido como cocaína, los adquieren "regalados" o a los precios ridículos, como los que tienen cuando salen de los surtidores de las estaciones expendedoras de gasolina venezolanas… No. Pues luego de que caen en manos de revendedores de toda laya y calibre, llegan a manos colombianas a precios que podríamos tachar de internacionales… Y es por eso que, por toda la calle del medio, somos los socios tontos (tontos útiles) del negocio. Somos los que regalamos ese importante insumo, materia prima, combustible, para que otros, dañando al país económicamente, lo revendan y lo hagan llegar, tras pasar los diferentes eslabones que tiene esa cadena de comercialización, a manos de quienes en los "laboratorios" establecidos y tolerados por el gobierno colombiano, y bendecidos por la administración estadounidense, producen Cocaína.

Por tanto, y para resumir, en Venezuela tenemos como tarea URGENTE, como primera prioridad, desarrollar lo que, por debajo de la mesa, Ramírez y su cáfila de mercachifles corruptos, le negaron al Comandante Chávez, que no es otra cosa que la industria del gas… Cuando observábamos que los gobiernos sucesivos de Evo Morales en Bolivia, traían, a punta de gas, creciendo la economía boliviana a un ritmo de 6,5 % interanual, nos da arrechera, tristeza y un montón de sentimientos más, que en Venezuela, todavía hoy, sigamos quemando al aire mechurrios de gas que con seguridad contribuyen solamente y vanamente, al calentamiento global del planeta.

Al desarrollar plenamente la industria del gas, aunque vayamos de menos a más, y comencemos a contar holgadamente con gas para proveer a los hogares venezolanos, y podamos pasar a una segunda fase, que debe abordarse inmediatamente y hasta en paralelo, que no será otra que la de poner a funcionar nuestro parque automotor con gas… y que como digo, vayamos de menos a más, y comencemos por los estados y municipios colindantes con Colombia, a colocar obligatoriamente dispositivos para utilizar gas en los vehículos que se mueven es esa franja, podremos comenzar a tener en nuestra manos el arma, e incluso montar el gatillo, a partir del momento en que podamos sacar de nuestra franja fronteriza y luego de todas nuestras trece fronteras, pero primero de la que compartimos con Colombia, ese "excremento -refinado- del diablo", llamado gasolina.

Incluso, con lo que pueda proveernos en divisas, el cúmulo de gasolina que saquemos o dejemos de llevar hacia esa frontera compartida con la vecina Colombia, y venderlo oficialmente y a precios internacionales, en ese u otros mercados, podremos pagar (y saldrá -todavía- económico) el programa de "gasificación" de vehículos…

Al dejar de regalar oficialmente ese insumo e incluso cortar el flujo de combustibles hacia Colombia, lo que debe sobrevenir es una "baja" o reducción drástica de la producción del principal "mal" (porque no lo podemos llamar "bien") que se produce en ese país, y que le reporta el mayor número de divisas por encima de cualquier otro producto que exporte, llámese café o flores, o carne, o qué sabemos… Y entonces, esa economía que -nos restriegan a cada rato- dizque viene creciendo, aunque en términos de debilidad, dejará de hacerlo, al sentir mermada la producción de Cocaína debido a la escasez de gasolina que va a comenzar a sufrir cuando saquemos a ese producto de nuestras regiones próximas a esa frontera. Dejaremos entonces también, de ser los socios tontos y pasivos de esa maléfica industria de la producción de Cocaína.

Y, podremos pasar a la tercera fase (y por ello la importancia de comenzar rápidamente a desarrollar esta idea), que es la de entrar en negociaciones directas con el gobierno colombiano, que debe ser el socio natural y no solamente protector y beneficiario, del negocio de la cocaína (y de la heroína también), para venderles "de gobierno a gobierno", la gasolina, a precio internacional, como insumo precioso y necesario, para la "movilización" de su parque automotor, y que ellos desviarán -con bastantes probabilidades- hacia la producción de droga… y, en consecuencia, para el sostenimiento de su narco-economía… peeeero, poniendo además condiciones, a partir de ese momento en que tengamos "la sartén por el mango" : -como por ejemplo, te vendo la gasolina, que a nosotros, a fin de cuentas no nos importa en qué la usan ustedes, pero (me) derogan la Resolución N° 8 del Banco de la República de Colombia (que es como el Banco Central allá), eliminando así la paridad discrecional que desde cualquier "cuchitril" llamado Casa de Cambio fronteriza, legal o ilegal (que para el caso tampoco nos importa), le aplican a nuestra moneda, el bolívar, y establecer un solo cambio oficial entre los dos países, como siempre antes lo fue…; - o como también, por ejemplo, controlen las rutas de salida de sus drogas ilícitas, y dejen de estar usando a nuestro país (Venezuela), como ruta -absurda porque es más larga en millaje- de salida hacia el norte del continente, y, a la vez de acusarnos en estrados internacionales de que nosotros (y no ustedes) somos un "narco-estado; - … y eso sólo para comenzar, porque podremos atravesar otras condiciones que convengan a nuestra economía y hasta a nuestra seguridad como territorio libre y soberano.

En pocas palabras:

- Desarrollamos la industria del gas en Venezuela. Producimos más gas, que tanto para casas y para vehículos, es más barato de producir, canalizar y distribuir. Además de que con su uso hasta contribuimos con la salud del planeta, porque es más "limpio" quemar gas que gasolina o gasoil…

- Sacamos la gasolina de las zonas desde donde se exporta ilegalmente (y principalmente para Colombia).

- Golpeamos en firme la economía de nuestra "mala" hermana Colombia, cuyo principal rubro de exportación es la Cocaína, al cortarles el flujo de gasolina que se le roba al país, pero que revendedores de toda laya, hacen llegar a Colombia, a precios internacionales, como insumo principal para la producción de drogas ilícitas.

- Ofrecemos la gasolina que dejemos de llevar a las zonas de frontera, a la venta, a precios internacionales, y con las ganancias obtenidas financiamos el desarrollo de la industria del gas, la distribución del mismo y la colocación de dispositivos para gas en vehículos.

- Empezamos a "gasificar" todo el parque automotor venezolano, pero comenzando por las zonas neurálgicas de frontera, sobre todo la frontera compartida con Colombia.

- Acabamos con revendedores de combustibles, con bachaqueros de gasolina, con las martirizadoras colas para obtener combustibles (sobre todo en Táchira, Mérida, Zulia, Barinas, Apure, etc.)… más ahora, que se comenta de que ha habido una disminución en la producción de gasolina, y de allí que las colas para obtenerla ya ha trascendido los límites del Táchira o del Zulia, y está alcanzando zonas de centro-occidente y del oriente, y "aliviamos" al país de consumir tanta gasolina, al sustituirla por gas.

- Golpeamos la corrupción de funcionarios de todo tipo, de civil y de uniforme, quienes a cambio de coimas, permiten la extracción de estos bienes (combustibles) del país… en un fenómeno mediante el cual, quienes participan resuelven y "ganan" sus pequeñas batallas personales, mientras el país pierde la guerra…

- Y, lo más importante: al controlar oficialmente el estado venezolano, el combustible que hoy le regalamos a los revendedores (quienes lo hacen llegar a Colombia), y tener el "poder" de retenerlo a nuestro antojo, dejamos de ser el socio "tonto útil" en la producción -colombiana- de cocaína, y podremos negociar la venta oficial de combustibles a ese país, colocando de por medio, como punto de honor -para comenzar-, la derogación de la mentada Resolución N° 8 del Banco de la República de Colombia, que permite paridades discrecionales del peso colombiano en referencia a nuestra moneda, el Bolívar; fenómeno que se convirtió en el génesis, pecado original u origen de toda nuestra debacle económica, mecanismo que -con toda seguridad- fue pensado, programado y ordenado por el "cerebro" sionista que controla a todas las administraciones o gobiernos, y presidentes de Estados Unidos, para doblegar a nuestro país.

- Entonces, Colombia (o mejor dicho, burguesía colombiana) : o derogas la Resolución N° 8 de tu banquito central, o la gasolina que te llega dejará de llegarte y tu economía se resentirá notablemente, y la venderemos en otros mercados igualmente a precio internacional.

Por último, así, no solamente podremos consolidar nuestro nuevo sistema de cuentas para transacciones (compras y ventas) nacionales e internacionales, sustentado en nuestra criptomoneda "el Petro", sino que también, y tal vez lo más importante: rescatamos y blindamos el valor real de nuestro signo monetario que siempre nos ha identificado, nuestro representativo "Bolívar".

Es posible que medidas como las aquí planteadas sirvan de detonante que se sumen al hecho de haber adoptado otros sistemas de cuentas y de pagos nacionales e internacionales en otras monedas, como los que viene adelantando nuestro gobierno, tal y como lo ha venido haciendo, sustrayéndose cada vez más del yugo del dólar, y gestionando negocios en euros, yuanes, rublos y ahora en Petros, para que se desencadene la tan esperada agresión bélica norteamericana, pero resulta que frente al irrespeto, al asedio, al acoso, al tinglado mediático de mentiras contra nuestro país, al bloqueo, y a la pretensión de aplastarnos, no nos queda otra que apelar a nuestra inteligencia, tal y como lo hemos venido haciendo, sustentados en algo más grande, como lo es nuestra dignidad como pueblo y como nación.



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Manuel Rugeles


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