Shenzhen, ciudad de Guangdong, República Popular China (RPC), es un modelo excepcional de lo que se puede conseguir con las Zonas económicas especiales (ZEE); porque aquí se ha logrado el resultado más exitoso de la estrategia de reforma económica neoinstitucional y de apertura externa de ese país en las últimas décadas. Tal resultado indica la articulación de una estrategia gradual y de largo plazo, que le ha permitido a China una inserción internacional exitosa.
Si la comparamos con Nueva Esparta, Shenzhen tiene una extensión territorial de 2.000 km2 y Nueva Esparta cuenta con 1.150 km2; menor extensión y grandes focos de explotación comercial.
Para tener una idea de la importancia de las zonas económicas especiales (ZEE), vamos a realizar un sondeo, del porqué ha sido exitoso el caso Chino.
El más importante radica en que el gobierno Chino aplicó su política de puertas abiertas y su reconversión como ZEE. Fue en Shenzhen donde se llevó a cabo por primera vez, y con mayor amplitud, una reforma comprensiva de mercado. Como ZEE, disfrutó de un esquema de políticas preferenciales. Ello le permitió crear condiciones favorables para atraer capitales del exterior y estimular la competitividad de las empresas.
La política de puertas abiertas respondió a un momento determinado y a circunstancias particulares. Aunque fue el inicio de grandes cambios, se tuvo que ir reconvirtiendo las políticas preferenciales de la ZEE en función de la situación cambiante del entorno y de los objetivos prioritarios de crecimiento económico establecidos por los gobiernos central y local.
Shenzhen disfruta de una ventaja privilegiada en su localización al ser una ciudad costera adyacente a Hong Kong; caso Nueva Esparta y las otras ZEE de Venezuela.
Nuestras ZEE al igual que Shenzhen son favorecidas por su ubicación geográfica estratégica, que permite un gran flujo comercial.
El papel del gobierno local como promotor del crecimiento y desarrollo económico fue importante; dadas las circunstancias particulares de China, durante la primera fase de la aplicación de las políticas de puertas abiertas (1980-1990) el gobierno central jugó un papel fundamental en la aplicación de la reforma económica y, por ende, fue el responsable de los avances obtenidos. Desde ahí se decidía y aplicaba todo lo referente a la política de puertas abiertas. Mientras tanto, los gobiernos locales se sujetaban a lo dispuesto desde Beijing, dando cumplimiento a las políticas a aplicar.
Por otra parte, se autorizó al gobierno municipal de Shenzhen para que pudiera legislar. El establecimiento de nuevas regulaciones y leyes emitidas por el gobierno municipal no fueron simplemente una nueva legislación, sino una nueva práctica que buscó crear un ambiente propicio para la inversión local de multinacionales y generar mayores incentivos, sobre todo para las inversiones de alta tecnología. Lo más importante de todo estriba en que el sistema legal y las nuevas regulaciones se decidieron en función de los requerimientos y necesidades locales, no tanto de los intereses nacionales o transnacionales. Situación esta que considero de suma importancia porque cada sector tiene sus características e idiosincrasia particulares, por lo que debemos trabajar estrechamente ligados a ellas.
Fue la capacidad en la toma de decisiones en el gobierno municipal, lo que les permitió establecer un sistema legal propicio y aplicar políticas preferenciales propias a fin de alentar la inversión de empresas y desestimular inversiones no acordes con los objetivos prioritarios para la ciudad.
Por otra parte, también es importante la infraestructura. Shenzhen fue objeto de importantes inversiones gubernamentales en infraestructura portuaria y urbana, lo que le ha permitido alcances extraordinarios. Es la única ciudad china que dispone de puertos de varios tipos, aeropuertos y marina.
Los gobiernos central y municipal son conscientes de que una buena infraestructura es necesaria para crear un ambiente logístico favorable que permita incrementar la competitividad industrial de la ciudad.
Una de las políticas claves que explican la transformación industrial de Shenzhen ha sido la habilidad del gobierno para atraer inversión del exterior, lo que le ha permitido transformar la estructura industrial y hacerla más competitiva. Las empresas extranjeras participan con 40% del PIB total de Shenzhen. Entre las principales medidas para atraer las inversiones extranjeras, se pueden considerar la eliminación de trabas burocráticas y administrativas a la inversión extranjera; facilitación de los permisos para el establecimiento de compañías de propiedad total de extranjeros; autorización para el libre acceso a la tierra; dotación de la infraestructura requerida por las firmas extranjeras para el desarrollo de su actividad productiva en parques industriales; permiso para la repatriación de las utilidades; el establecimiento de políticas favorables para la importación de bienes tecnológicos; apoyo logístico y financiero para empresas con capacidad exportadora; reducción o exención de tasas impositivas en función del tipo de compañía; deducción impositiva debido a gastos de entrenamiento y capacitación de personal; apoyo a los trabajadores con escuelas y guarderías para sus hijos, y establecimiento de fondos gubernamentales para investigación y desarrollo tecnológico.
En el caso venezolano, de igual forma, se debe dar facilidad para inversión y explotación comercial a nuestros emprendedores, pequeños y medianos comerciantes, consejos comunales, comunas y el resto de nuestra estructura política y social, que estamos seguros hará lo imposible por sacar nuestra economía adelante.
Desde Nueva Esparta, aplaudimos este acuerdo de cooperación firmado entre China y Venezuela para potenciar las Zonas Económicas Especiales y estamos seguros que todos remaremos juntos hacia el mismo horizonte, buscando la mayor dicha y prosperidad para nuestro pueblo.