Si para muchos fue exagerado el aumento del pasaje urbano de las camioneticas en un 33%, como se puede interpreta que el Metro de Caracas haya incrementado el boleto en 100% de su valor.
Es verdad que un boleto de Metro costaba apenas 5 Bs., ¿de que se quejan si lo aumentan apenas a 10Bs., la mitad de lo que cuestan ahora las camionetas? argumentaran quienes impusieron tal medida.
El Metro es un servicio publico que esta financiado por el Estado y se esperaría que sea una opción de transporte masivo a bajo costo a las grandes mayorías. Las mayorías (trabajadores públicos y pensionados) que están viviendo de bonos que no se incrementan, porque los salarios y pensiones además de desaparecerlos como conceptos, ya en los hechos no tienen ningún impacto en la vida de quienes lo reciben.
Veamos el caso de una maestra con más de 20 años de servicio trabajando para el Ministerio de Educación en una escuela que recibe apenas quincenas de 300 Bs., lo que quiere decir que si utiliza camionetas en 15 días paga 600 Bs (asumiendo que solo paga dos pasajes diarios); es decir lo que gana como “salario”, no le cubre ni siquiera para pagar los pasajes.
Es incomprensible estas políticas gubernamentales que parece dirigida a estrangular a los trabajadores y a sus familias.
Mientras tanto, la campaña “Corre caballito llego la Navidad” desplegada en las instituciones publicas se hace chocante. Las plazas publicas y rumbas que se pagan con recursos que deberían destinarse a mejorar las condiciones de vida del pueblo contrastan con la dura realidad del pueblo.
Cerramos este año 2024 en condiciones paupérrimas para los trabajadores, especialmente para los que trabajan en el sector público. Pero los responsables de estas políticas, que contradictoriamente son trabajadores públicos, viviendo a sus anchas y sin los sacrificios y penurias que padece la mayoría.
Nunca hemos dudado del impacto de las sanciones en la crisis y del interés del imperio en adueñarse de la riqueza petrolera, pero las políticas del actual gobierno que en lugar de estar dirigidas a proteger y amparar a las mayorías, parecen destinadas a empeorar la vida de la gente.
Si el crecimiento económico, que tanto celebran algunos, no se traduce en mejora de las condiciones de vida de la gente, para que la gente quiere este crecimiento que solo favorece a minorías.