Hay quien lo piensa y además lo quiere. Hay quien lo quiere y además trabaja para que suceda. Hay quien lo niega, pero en realidad lo quiere. Hay quien no lo piensa, no lo quiere y además hace todo lo posible para que no suceda. Es una adivinanza, que también es una verdad que siempre ha existido entre algunos integrantes de la UNESR Los Teques.
Estoy hablando de los profesores que agreden a sus propios compañeros porque ya no están en el poder y a aquellos que lo compartían. ¿Cómo se le puede llamar a alguien que pertenece a una institución educativa del estado, que se le paga para formar al nuevo hombre republicano, que trabaja en una Universidad Nacional Experimental y que denigra de ella; que no está de acuerdo con la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela; que anhela ignorar el Proyecto Nacional Simón Bolívar; que obvia la nueva Ley Orgánica de Educación; que desprecia a los Consejos Comunales; que se imagina que es rey o reina y pretende no obedecer; que procura ignorar a las autoridades y ansía reportar a agentes externos; que insta a los participantes a rebelarse; que se queja de todo, que reclama derechos pero no cumple con sus deberes; que considera que en el sector privado se gana más, pero no se va y sigue parasitando aquí; que cree que es mejor que los demás y es improductivo; que piensa que lo están ensuciando y está lleno de excrementos; que expresa textualmente esta mierda no sirve y desea anclarse acá? ¿Mediocre? ¿Apátrida? ¿Mezquino?
Hay que tener una mente enferma de odio para creerse algo como eso. Pero aunque sea difícil imaginar, existen muchos compatriotas que padecen de esa enfermedad. Muchos darían lo que no tienen para deshacerse de las actuales autoridades revolucionarias y poder ellos llegar en la retaguardia al poder en este Núcleo y reacomodarse. Otros han transformado su odio al gobierno revolucionario y lo han convertido en odio hacia la UNESR. Es y sigue siendo verdad.
Aquí en esta ciudad, desde que empezaron a llegar las misiones, siempre hubo una corriente que las rechazaba y expulsaron a la Misión Sucre de la UNESR. No es de extrañar la actitud de algunos compatriotas. Y son ellos los que sueñan con volver a tomar las riendas de la institución. Pero se acabó el pan de a piquito.
Damos gracias a Dios, que llegó Miriam Ballestrini, designada como Rectora de la UNESR por el presidente de la República Bolivariana de Venezuela Hugo Rafael Chávez Frías.
Cómo cambian las cosas cuando se sacuden las sábanas. A la UNESR Núcleo Los Teques llegaron las nuevas autoridades para evaluar y mejorar la academia, para actualizar los programas de estudios, para eliminar la burocracia, para ser más eficientes, para adaptarnos a la nueva realidad del país, para darle fluidez a los cambios profundos que el sector universitario requiere.
Sugerimos a los gremios que hacen vida en la institución a que amarren a sus diablos, ya que se pueden quemar con su propia candela.
Yahín Vargas y su equipo de trabajo están realizando una gestión a puertas abiertas e invitamos a todos los miembros progresistas de la comunidad universitaria a integrarse a este nuevo proyecto de país. Se le tiende las manos; acérquense a la Dirección, no hace falta solicitar audiencia ni ejercer protocolo.
No odien a los artistas, no odien a los deportistas, no odien a los profesionales, no odien todo lo bueno y lo malo que haya en UNESR. No se autoproclamen patriotas, en realidad son una partida de odiadores, que en el fondo de su alma desearían que la UNESR fuera arrasada. No ven nada bueno en esta institución y por lo tanto, y aunque lo nieguen, desean su total destrucción.
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