En medio de la preocupación i el dolor de ver de nuevo a la patria, azotada por fenómenos de la naturaleza, la cual no hace otra cosa que reaccionar ante la constante agresión de los hombres sin conciencia ecológica, pese a que nuestro Libertador fue un precursor de la preocupaciones i cuidados ecológicos i decretó con inteligencia la propiedad de las riquezas del subsuelo, depredadores con obsesiones comerciales que han ignorado los grandes problemas del planeta, como la lesión del gran pulmón del mundo en la Amazonia, o el hueco de la capa de ozono hacia el cono sur (aunque ahora si les preocupa eso, por la aparición de un hueco en la misma capa de ozono, pero al norte, i afectando a Europa) esos mayores depredadores del planeta son los países altamente desarrollados. Las fuertes lluvias que se han producido otra vez en el litoral central, con cierto avance hacia el oriente del país, han sido tan copiosas o más, que durante la tragedia del Estado Vargas en 1999; i sorprendentemente, algunos personeros de la escuálida e irracional oposición, han reconocido que la labor del gobierno, i en especial la obra del gobernador de ese Estado, no solamente había rescatado casi el 80% de las áreas destruidas, sino que las previsiones tomadas, han dado resultado, pues la cosa ha sido distinta i prácticamente sin pérdidas humanas; mientras en el 99, la escena, las ciudades i pueblos estaban desamparados por los años precedentes de la pseudo democracia puntofijista. De hacer ver esa realidad, hai muchos que se encargan con eficiencia i lucidez, i gobierno i Fuerza Armada han demostrado con que vigor i devoción, se acude a favoreces a la ciudadanía, pero es que, además, ha faltado la intromisión de la iglesia agresora, porque el Cardenal Lara Peña ha podido reeditar la estupidez “cristiana” del Cardenal Velasco diciendo que sigue siendo castigo de Dios, por culpa de Chávez
Sin embargo, no me voi a ocupar de exponer ampliamente la situación puesto que otros lo hacen mejor, sino referirme a la curiosidad de un término puesto de moda vertiginosamente i, a mi juicio, inadecuado, que no refleja el problema o la reacción de la naturaleza i no sé de dónde proviene. Me refiero entonces, al término o palabra VAGUADA. Jamás, por lo menos aquí, lo había oído emplear para un diluviar, por grandes desplazamientos de nubes tormentosas, un tanto parecido a esos fenómenos atmosféricos cuando aparecen huracanes o ciclones i se pueden obtener fotografías satelitales. He consultado todos los diccionarios de lengua española que poseo, la mayoría en últimas ediciones, porque el DRAE lo compro en cada nueva edición, i tengo el Larousse, Grijalbo, Océano, Espasa-Calpe, uno en tres tomos, colombiano de la Editorial Norma, más diccionarios especializados de Ciencias Físicas y Naturales (Espasa) Diccionario Geográfico, Atlas del Mundo del siglo XXI, el Pequeño Prontuario del Lenguaje y Estilo de León Daudí (tiene una sección donde, por ejemplo, al decir montaña, nube, lluvia, etc. va dando no propiamente sólo los sinónimos, sino otra denominaciones del mismo fenómeno tema, más alejado, para empleo literario. Todos coinciden en la misma definición, más menos así. Vaguada.f.Línea que marca la parte más honda de un valle y es el camino por donde van las aguas de las corrientes naturales.// -barométrica.f. Depresión barométrica que en forma de valle penetra entre dos zonas de alta presión. (DRAE) Otra; Vaguada. Lugar que recoge las aguas de escorrentía de una zona, sin llegar a formar arroyo o río. (Diccionario de Ciencias Físicas i Naturales); Vaguada. Área estrecha y alargada de balas presiones atmosféricas entre dos áreas de presiones más elevadas. (Diccionario de Términos Geográficos.F.J.Monkhouse). Vaguada: línea que une los puntos de menor altura de un valle, su hondonada y por la que se avenan las aguas de escorrentía (Diccionario Enciclopédico Grijalbo; así todos coinciden i en ninguno, ni en el Atlas Mundial del siglo XXI, cuando explica los cambios climáticos, desplazamientos de nubes, corrientes cálidas i frías de aire, i lo que ya sabemos sobre la causa de las lluvias ni los tipos i desplazamientos de nubes, denominan ese fenómeno vaguada. Por eso me gustaría saber, corregir mi ignorancia (como decía Cicerón nadie tiene que avergonzarse de ignorar lo que no sabe) pero realmente no relaciono (ni por fenómeno barométrico, de peso, presión) al término que se ha asignado con tanto éxito a estas lluvias torrenciales que se han producido de nuevo, hacia la parte central del norte del país, presentadas frente a un litoral i no entre dos cadenas montañosas. Mas, es la suerte de algunas palabras mal empleadas. Desde que alguien habló de “problemática” como si fuese una suma o conjunto de problemas, la gente casi ha olvidado la palabra problema i su plural. Problemático es un adjetivo que, castizamente, es ambiguo, dudoso, confuso i hasta Casares aporta 14 términos equivalentes, no aparece problema o problemas. Tan es así que, no sería incorrecto decir, “este es un problema problemático”. Empero, problemática llegó, vio i venció (de ello he escrito extensamente en otras ocasiones). Lo mismo algunos términos que nos vinieron de fuera, impuesto por muchos personajes de la televisión, como “chamo” por niño o muchacho, cuando se inició su uso entre bandas, equivalente al “delincuente más joven del grupo”; “pana” por amigo íntimo o compinche o al hablar por teléfono, para expresar “continúa diciendo” o “bueno, hazlo así”, dicen “dale pues”. En cambio, cuando el humorista Joselo, sacó a la luz el término “reconcomio” muchos criticaron ese disparate, sin haber ido al diccionario a consultar que es un término correcto, por resentimiento. Si el lenguaje es el instrumento fundamental del conocimiento i la comunicación ¿cómo es que no debemos cuidarlo, preservarlo i perfeccionarlo? Si las matemáticas son el lenguaje formal de la ciencia, ¿cómo es que vamos a deformarlas o mal utilizarlas? Ya casi caigo en la tentación de seguir escribiendo de este tema apasionante, porque en televisión sobre todo, hai algunos tan disparateros (en Maracaibo tenemos uno que es campeón latinoamericano) que a veces me hacen cambiar de canal. Usan frecuentemente “preveer” por prever, como si el verbo no fuese VER, sino VEER i hasta uno me tumbó de la silla cuando hablando de la eñe /ñ/ mencionó “el palito de la ene”, enderezando esa tilde que llamamos vírgula o virgulilla. Por eso ahora, me ha sorprendido llamar a los fenómenos naturales de estas lluvias que nos causan tragedias, VAGUADA, aunque si quien no tiene razón soi yo, i me demuestran lo contrario, me iré por esa línea de escorrentía, con el rabo, digo, el diccionario entre las piernas. Me gustaría saber, quien o quienes pusieron sobre el tapete mojado, esta palabra que tanto éxito ha logrado.