“…el estímulo moral, la creación de una nueva conciencia socialista, es el punto en que debemos apoyarnos y hacia donde debemos ir, y hacer énfasis en él. El estímulo material es el rezago del pasado, es aquello con lo que hay que contar, pero a lo que hay que ir quitándole preponderancia en la conciencia de la gente a medida que avance el proceso”.
Ernesto” Che” Guevara 1963.
Abrimos y cerramos el año 2014 en medio de las más cruentas batallas que haya librado este proceso revolucionario. Nada fácil ha sido la pelea, ¿Quién dijo que era fácil, no nos enfrentábamos a mochos?, por el contrario nos hemos enfrentado a un enemigo que posee diferentes armas: ideológicas, mediáticas, militares, económicas, de destrucción masiva moral y cultural; que aprendió de sus errores y derrotas que le hemos propinado; pero las fuerzas imbatibles de la esperanza revolucionaria los ha derrotado y los seguirá derrotando; perfilando cada día mas las estrategias, en la búsqueda de un mundo mejor y un mejor vivir, que en Venezuela hemos llamado Socialismo Bolivariano; o Socialismo del Siglo XXI, esa sociedad donde la brecha social que nos separa, está siendo reducida con las acertadas políticas gubernamentales que dejó delineadas el comandante supremo en el Proyecto Nacional Simón Bolívar, el Plan de la Patria, las cinco revoluciones y con el aporte de nuestra práctica diaria.
Estamos a punto de emprender una nueva batalla electoral, en medio de una guerra económica, esto nos acerca a una primera reflexión, no es el momento de descuidarnos, ni de confiarnos respirando aires de triunfalismo; es el momento de permanecer alertas ante los enemigos; los de afuera y los de adentro. Es el momento de prepararnos sin escatimar esfuerzos en todos los terrenos; porque de lo contrario pueblo que no se organiza y se duerme lo jode el imperialismo, ya vivimos esa experiencia en otros momentos electorales. Vendrán otros momentos y el País seguirá preparándose para seguir construyendo la Patria Socialista.
También nos preparamos en este nuevo año 2015, a darle respuesta al diagnóstico que nos produjo la Jornada por la Calidad Educativa; y no es cualquier cosa darle concreción a las Tres Líneas Estratégicas en educación: Lucha por la Calidad Educativa, la Repolitización y la Reinstitucionalización, con la cual esperamos avanzar en materia educativa, para ir cosechando las siembra de esfuerzos que se han venido haciendo durante mas 15 años.
En ese marco se dará la celebración del llamado día del maestro o educador, el cual aspiramos tenga una orientación distinta, donde todas y todos podamos decir que toda la Patria es una escuela y no es sólo porque el profesor, la profesora, el maestro, maestra, enseñan; eso lo hacemos todos y todas. Ahora bien de lo que hagamos o dejemos de hacer, será la historia la que lo evaluará. Por eso veámonos por dentro, si lo que hemos hecho, ha contribuido a engrandecer la Patria y a sus habitantes, cada quien que se evalué, al final todos seremos evaluados por otros.
Estoy convencido que a la vez que transformamos la patria, estamos transformando los valores que moldean nuestra conducta, las de otros y otras y la nuestra debe ser proyecto de vida, no para que nos reconozcan por años de servicio o para que nos den medallas botones, etc. Es por el contrario una práctica de vida que se construye y se constituye en la esperanza de los más excluidos.
Estoy seguro que muchos maestros y maestras dedicaron los años de su vida al servicio de la enseñanza y la educación. Fueron años de entrega de lucha y esfuerzos por ayudar a los necesitados o a los que nos necesitaron; pero también puedo decir que pudieron ser años de dejar pasar o dejar hacer. Si, el que esté libre de conciencia que no se preocupe, la historia, la patria y sus ciudadanos, les estarán agradecidos o agradecidas. El que haya procedido contrario a la ética de buen educador lo devoraran las bestias de su propia conciencia.
Hoy desde aquí hay que seguirlo diciendo y decirlo con Chávez como guía y horizonte, “sin educación revolucionaria no habrá sociedad revolucionaria, sin participación colectiva en los asuntos públicos, no habrá educación para la sociedad comunal”
A los maestros y maestras, el clarín de la Patria, nos llama hoy con más fuerza y claridad a asumir un gran reto, nada sencillo, la conducción de la educación no es poca cosa, es la construcción y conducción de nuestro futuro, hacia la Patria Socialista, de la nueva sociedad que estamos forjando y que se perfila en el horizonte venidero; y no es posible cumplir tal exigencia, sin el esfuerzo de todos y de todas, nadie hace Patria sólo, nadie transforma sólo; es necesario la mayor unidad en la gestión educativa, unidad en los pequeños y grandes detalles que son al final los que nos mantienen como miembros de una institución, Derrotemos el pesimismos y las malas consejas. Como dice el camarada Ministro de Educación Héctor Rodríguez “…no gastemos esfuerzos grandes en Objetivos pequeños y miserables”
Hoy más que nunca la defensa de nuestra soberanía y nuestras esperanzas están puestas en el desarrollo y profundización del proceso revolucionario bolivariano y más aun, en el proceso educativo como brújula fundamental para la transformación ciudadana y social; en aumentar aún más los existentes lazos de hermandad y organización que nos identifican como pueblo soberano e indeclinable.
Digámoslo más claro, hay una inmensa exigencia de esta revolución, a construir aceleradamente instancias organizativas; desde las más embrionarias e imperceptibles formas, de allí que este año debe ser el año de mayor impulso del Movimiento Pedagógico Bolivariano, que en su máxima expresión debe ser una organización socio-pedagógica-comunitaria que aglutina a las y los educadores de pensamiento progresista y revolucionario, constituyendo un espacio y tribuna para el debate y construcción de propuestas que se comprometa a profundizar en la calidad educativa; además debe surgir como producto de la unión de esfuerzos institucionales, individuales y colectivos en la perspectiva de convertirse en una instancia nacional que diagnostique y elabore propuestas que contribuyan a enfrentar problemas de índole educativo, formativo, organizacional y pedagógico en el ámbito nacional, regional, parroquial y micro territorial, tanto en lo urbano como en lo rural.
El Movimiento Pedagógico Bolivariano que venimos construyendo, propondrá políticas educativas y desarrollará las iniciativas que se enmarquen en la Ley Programa de la Patria y todos los instrumentos jurídicos producidos en este proceso revolucionario, así como los proyectos y programas que vayan en función de la formación y la reivindicación del Magisterio Venezolano.
En el marco de las batallas que nos toca librar para mantener y profundizar esta revolución, el Movimiento Pedagógico Bolivariano le corresponderán muchas tareas que desarrollar; algunas de ellas han de ser:
- Construcción de un espacio de formación permanente relacionado con el protagonismo de las maestras, maestros, profesoras, profesores y toda persona que revolucionariamente quiera hacer aportes al proceso educativo.
- Impulsar el desarrollo de un nuevo magisterio que reivindique al maestro, la maestra, al estudiante y a la escuela como garantes de la formación de la nueva ciudadanía.
- Contribuir a la formación de los cuadros de la revolución en el ámbito educativo.
- Contribuir en la organización de las familias y los estudiantes.
- Trabajar por la conformación de intelectuales orgánicos del pueblo.
- Participar en todo el proceso de formación del Magisterio Venezolano.
Es así que este difícil año, pero lleno más que nunca de bríos y esperanzas para los revolucionarios y chavistas, las tareas son más exigentes, implica entonces que el movimiento no puede ser pensado con fríos cálculos para acceder a cuotas de poder como se ha hecho a partir de diferentes instancias organizativas: cooperativas, sindicatos, asociaciones de vecinos, para optar a cargos de alta gerencia institucional etc. Organizarse hoy demanda reconocer las potencialidades que cada uno tiene para proponer y desarrollar cualquier tarea que le demande la lucha por garantizar la continuidad del proceso revolucionario.
Creemos que la acelerada marcha de la revolución lo demanda, lo exige el país entero. Es también el momento de contribuir a formar la conciencia colectiva, trabajar duro para que se materialice la verdadera democracia directa, la de participación protagónica, la de conducir el proceso juntos el pueblo organizado y sus instituciones, la de asumir consciente y organizadamente su defensa en cualquiera de los espacios donde nos encontremos; en fin la de hacer cumplir la contraloría social, los sueños de la mayoría, no los que están en la imaginación, si no los que están en el proyecto de sociedad que nos hemos dado a través de nuestra Constitución, el Proyecto Nacional Simón Bolívar, el Plan de la Patria, los planes de municipalización y parroquialización y las leyes que ha parido la Asamblea Nacional.
De allí pues que tendremos los maestros y maestras razones suficientes y atractivas para invitar a nuestro Presidente Nicolás Maduro a celebrar por lo más alto el día del Educador y la educadora y a hacer los más revolucionarios anuncios que reivindiquen al Magisterio Venezolano.
¡¡ Vivan los maestros y maestras!
¡¡Avancemos hacia la educación emancipadora, latinoamericana y caribeña